domingo, 4 de septiembre de 2022

En Argentina funciona el capitalismo de camarillas


por Lisandro Martínez*

El capitalismo de camarilla es lo que desde la dictadura genocida existe en Argentina, se inició en 1976 y sigue hasta hoy.

1. A través de Martínez de Hoz y sus “chicago boys” actuó en el negocio  privatizador de empresas públicas y también privatizó la ejecución de la obra pública, allí crecieron los “chupatetas” contratistas del estado. La dictadura con su ministro, inauguró el robo de fondos jubilatorios transfiriéndolos al pago de la deuda pública. Martínez de Hoz intervino las Cajas de Obras Sociales y liberalizó la Bolsa de Comercio lo que permitió la concurrencia de capitales golondrinas para hacer fortunas en la Bolsa de Valores en pocas horas, con transferencia del capital y jugosas operaciones al exterior.

2. En la presidencia de Raúl Alfonsín su principal hombre de seguridad personal era Raúl Guglieminetti, un torturador de la dictadura. Alfonsín fue espiado todo un periodo por el mismo represor, con lo que los servicios de la dictadura continuaban aún bajo la democracia señalando que eran intocables. El presidente armó un “ahijado” para brindarle negocios destinados a amigos, parientes y conocidos, como se hace en todo capitalismo de camarillas. El ahijado presidencial fue un empresario metalúrgico de Chascomús, Gabriel  B. Romero, quien participó en la malversación de los subsidios estatales destinados a los concesionarios del ferrocarril y Romero era uno de ellos. El 10/09/1998 como defensa del gobierno de Alfonsín los servicios de la dictadura organizaron el saqueo a Modart en la city, para boicotear la 12ª huelga general de Saúl Ubaldini. Fue una operación de manual de los servicios de inteligencia; se convocó la huelga con movilización de 12:00 a 20:00 contra el Plan Primavera

del imperialismo. Para demonizar a Menem se incendió y saqueó Modart donde hubo 50 heridos y Alfonsín le echó la culpa a la ultra izquierda. La revista Gente tituló: “El día que volvió la violencia” y al pie de tapa preguntó: ¿Usted le tiene miedo a Menem? Alfonsín y sus servicios bombardearon con fósforo blanco a los que fueron a La Tablada a defender la democracia con un guiño del Coty Nosiglia. 

3. Carlos Menem tuvo varios adelantados en armar negocios truchos, donde el presupuesto nacional se volcaba en favor de los mismos. Entre los empresarios a los que el estado les aseguraba una importante ganancia “brillaron” Carlos Grosso, inventor de las Escuelas Shopping, y Armando Gostanian quien en la Casa de la Moneda imprimió billetes con numeración duplicada, un fraude hecho desde el propio estado. La lucha obrera y las privatizaciones encontraron a la familia Kirchner del lado de Carlos Menem.

4. Durante el gobierno de Menem en noviembre de 1994 Néstor K gobernaba Santa Cruz, ambos decidieron privatizar Yacimientos Carboníferos Fiscales y los obreros de Río Turbio ocuparon varias semanas la mina para defender la fuente de trabajo y parar las privatizaciones de Menen/Kirchner. Este dúo tenía de testaferro a Sergio Taselli. Dentro de la mina había un médico alcahuete que pasaba informes sobre los huelguistas, era Sergio Berni luego ministro de seguridad. Ya en el gobierno de los Kirchner/De Vido/Báez/López surgieron estafas con las que llenaron cuadernos.

5. Macri armó una camarilla con Calcaterra/Miflin/Caputo y se apropiaron de Edenor. Caputo recibió $1.400 millones en contratos con CABA entre 2007/2015 y con su empresa SES SA en 2010 (gobierno de NK) Nicky “ganó” la licitación de refacción del Hospital Posadas ("El negocio político de la obra pública" Ed. Sudamericana 2017) 

Dicen los estudiosos del fenómeno expropiador del dinero de los laburantes en distintos países, que el esquema coimero es propio de épocas de inestabilidad y fuerte desigualdad social, donde una élite controla los mecanismos económicos y de poder en beneficio de su propia pandilla.

6. Los sectores cercanos al gobierno de los K recibieron grandes beneficios económicos que fueron directas transferencias de riquezas en tierras, subsidios, privatizaciones, contratos del estado (Paolo Roca, Moyano, etc.) o monopolizar diferentes negocios (Marcos Galperín con Mercado Libre se asoció a los K para evadir ganancias millonarias y diariamente enviar sus remesas a paraísos fiscales).

Con CFK actuaron también los servicios de espionaje con Berni y la Gendarmería y el proyecto X, para espiar a la izquierda que participaba en las luchas obreras.  

En general las camarillas capitalistas están exceptuadas de pagar impuestos o evaden las cargas impositivas (toda la burguesía nacional es evasora) y el empresariado internacional que opera en la Bolsa de Valores se suma al festival de la evasión y tiene garantías de que al momento de retirar sus dividendos y enviarlos a paraísos fiscales el trámite sea veloz.

¡Al ladrón al ladrón!

El cometido del capitalismo de camarilla es vaciar todas las cajas alimentadas por dinero de los laburantes. Para participar del latrocinio los políticos en el poder y distintos grupos empresariales se entrelazan, pactan en las sombras y actúan como compinches de una banda de mafiosos, cuyo fin determinado es adueñarse del tesoro nacional y de todas las cajas existentes sean de jubilaciones, obras sociales, etc. Los economistas que estudian esta descomposición del sistema señalan que se trata de un capitalismo de resultados ineficientes comparado con el clásico que robaba una parte del salario (la plusvalía) al obrero. El gobierno de camarillas será bamboleante como su crecimiento en condiciones de inestabilidad política y/o fuerte desigualdad social.

Cuando se enjuicia a delincuentes se dice “a confesión de parte, relevo de pruebas”. El capitalismo de camarillas es la confesión de un delito social.

Simplemente chorros

Para los laburantes el resultado de la pelea de Cristinistas y Macristas está lejos de beneficiarlos, es sólo el tira y afloje de bandas que aspiran a realizar sus negocios en el régimen de camarillas capitalistas y quedarse con los dineros públicos.

Sufrir por Cristina es no ver toda la cancha. Sergio Massa, el enviado de CFK, ya está en las gateras a punto de partir a EEUU, donde le ordenarán cuál es el nivel del ajustazo contra las masas que propone el FMI a los compinches del capitalismo de camarillas, para que continúen con sus “afanos” contrarios al pueblo que trabaja.

Como hace 45 años, el mismo peronismo será el instrumento brutal del ajuste contra los trabajadores.

En respuesta la clase obrera deberá ir a la huelga general contra los embaucadores.

    (*) Del Partido Obrero Tendencia