por Lisandro Martínez*
No esperes de ningún modo/ Que se dignen consentir/ Tu acceso al porvenir/ Esos que arrasan con todo. (Joan Manuel Serrat)
Los movilizados empeñados en que cayera el gobierno fondomonetarista (de De La Rúa, Patricia Bullrich, Ricardo López Murphy, Ramón Mestre, etc.), no podrán olvidar nunca las valientes y acrobáticas idas y vueltas de los motoqueros desafiando a la represión asesina del gobierno de la Alianza de centro izquierda que gobernaba a cuenta de los bancos. Aquellos jóvenes, cuyo trabajo no accedía a tener relación de dependencia, eran emergentes de una feroz explotación instalada en el país y por lo tanto desde la primera hora y sin tener nada que perder se pusieron a la cabeza de las acciones más temerarias. Estuvieron en la primera línea de lucha durante la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001. Esos pibes junto a otros grupos hicieron retroceder a la policía, fueron la barrera entre manifestantes y la montada a la que incluso dejaron a pata. Algunos de ellos fueron golpeados y detenidos y Gastón Riva, de 31 años fue fusilado junto a otros por la policía que tiraba a matar.
A esos pibes que cumplieron un rol de vanguardia durante las jornadas del Argentinazo les cayó un baldazo de agua fría a la hora de obtener su personería gremial administrada por “su gobierno” (Néstor y Cristina), que en 2011 le negó la representación gremial a SIMECA y se la dio a la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASIMM), un grupo del PJ irrepresentativo pero leales a las patronales de mensajerías. Los motoqueros combativos eran “sospechados” de cohabitar con troskos, un calco de lo ocurrido al Sitraic que debió pasar a ser parte de la patota hasta acceder a su personería. Hacerse gárgaras con agua bendita renunciando a un pasado o presente levemente combativo es el “volver al camino de dios” que tienen que desandar los nuevos reagrupamientos nacidos de la división de aguas con los burócratas sindicales.
El negocio de las mensajerías se inició en los ’90
El Sindicato Independiente de Mensajeros y Cadetes (SIMECA) se fundó en 1999. Entonces
había identificado a 46.000 explotados por mensajerías y se formó defendiendo a esos
La Nacion del 29/4/2023 defiende la precarización de patronales que utilizan la mensajería y el delivery, considerando que la CGT pone obstáculos a la hora de nuevos empleos formales. La burocracia (según el diario) impone tantas minucias legales que imposibilita incorporar trabajadores. Un absurdo, la dirección sindical está a favor de la explotación más aberrante. Lo que la burocracia busca en un gremio como SIMECA es domesticarlo o destruirlo, como está haciendo con los gremios que “sacan los pies del plato”.
La CGT alerta al gobierno por la “inestabilidad y “descomposición social”
Los pibes motoqueros son la expresión más cruel del trabajo en negro cuyas patronales se enriquecen con largas jornadas, inseguridad (6 muertos diarios), pagos miserables y desorganización de 25.000 jóvenes.
La burocracia sindical argentina agente del FMI dentro del movimiento obrero ha advertido -ella también- que la explosión social está golpeando a su puerta, entonces está sofocando todo aquello que levante polvareda. Actúa a cuenta de sus mandantes del FMI y el “lleva y trae” Massa.
Omar Plaini del sindicato de vendedores de diarios, CGT y senador del FdT, propuso en el Senado un registro de “repartidores” que trabajan por redes digitales. (www.lanacion.29/4/2023).
La desregularización laboral promueve la precarización y el trabajo en negro
La ley impulsada por Plaini es inconsulta ya que cambia la relación entre el explotado y la patronal y debería ser analizada por quienes trabajan en ese sector a través de asambleas en los lugares de trabajo, quienes voten por mayoría un criterio. Pero lo más grave es que esta intervención inconsulta contra un sindicato independiente, clasista y combativo, abre la puerta al manejo despótico contra una masa de trabajadores. Esto fue repudiado por la base motoquera.
El Sindicato Independiente de Mensajeros y Cadetes (SIMECA) nunca fue consultado por Plaini a quien en abril de 2023 se le ocurrió cambiar las normas laborales. El SIMECA es un sindicato independiente que debe ser respetado.
En la primavera de 2004 el SIMECA convocó a marchar al Ministerio de Trabajo con volantes que se habían distribuido en los lugares de trabajo titulados: “De rodilla explotados o de pie organizados”. La movilización exigía el blanqueo de sus empleos, mejores condiciones de trabajo y aumento de salarios. En la puerta del Ministerio habló el secretario general de SIMECA Franco Armando: “Hace 8 meses el ministro Tomada nos recibió y nos trató de “compañeros”. Tomada dijo que éramos efectivamente representativos del gremio pero no pasó nada. Y hoy no vamos a aceptar que la CGT nos arme un Sindicato paralelo, el SIMECA es un sindicato clasista y horizontal.”
En esos días, la CGT Nac & Pop había puesto en marcha un plan para expropiarles el gremio mediante la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASIMM). La maniobra era sacar del medio al activismo combativo, la burocracia lo había transado con la Cámara de Empresas de Mensajerías (Cemara), con Armando Cavallieri de Empleados de Comercio, Gerónimo Venegas de UATRE y Hugo Moyano de Camioneros, todo un elenco de cristinistas. Un año después la personería del SIMECA no caminaba ni para atrás ni para adelante en el Ministerio de Trabajo. Una vez más SIMECA fue bastardeado por el funcionariado Nac&Pop.
No son los sindicatos de bases los responsables de las maniobras patronales, es el empresariado poderoso quien ordena a la CGT para que las relaciones laborales sean lo más parecido a un calvario. El planteo de “La Nación” es cómplice de la explotación a pesar de que el redactor se haga el ingenuo.
Con los gremios a la cabeza o con la cabeza de los gremios
El rol progresivo que cumplieron nuestros pibes sobre dos ruedas durante el Argentinazo, cuando fueran derrotadas la caballería y la infantería, ha quedado en la memoria de la clase obrera y del pueblo luchador y también en la retina de nuestros enemigos de clase.
La burocracia pejotista y Nac&Pop, si quiere sobrevivir al próximo levantamiento popular deberá enfrentar a los trabajadores y derrotarlos.
(*) De Política Obrera
