domingo, 7 de mayo de 2023

Deuda externa: Estafa internacional que quiere morfarse al país y a los argentinos

por Lisandro Martinez*

 El 1/5/2023 Día de los trabajadores en Parque Lezama, Política Obrera analizó y pronosticó:

            En 2021/22 Argentina tuvo un superávit comercial de u$s 45 mil millones y el PBI esos 2 años fue del 10%. Con estos números, sólo políticos y funcionarios argentinos que responden al FMI y al capital aun propalan que nuestro país está en una crisis económica casi terminal.

Deuda externa

La deuda no fue adquirida por el país sino por capitalistas inescrupulosos que primero llevaron la guita a la timba de la bolsa, después a los paraísos fiscales y luego pasaron las deudas al estado. El índice de pobreza llega cerca del 40% mientras las jubilaciones y los salarios, con el nivel de la devaluación y del encarecimiento del costo de vida, sufrieron una caída brutal del poder de compra de los laburantes. A eso hay que adosarle la tercerización y el trabajo en negro que es el método del que se valen las patronales para evitar aportes jubilatorios y no pagar despidos. Esta es la losa que aplasta el poder adquisitivo general y abarata la mano de obra. Ahora los explotadores del trabajo ajeno están perfilando un golpe financiero

         La deuda externa es de u$s 550 mil millones y las patronales tensan la soga sin cortar totalmente la respiración para que el pueblo, condenado por los siglos de los siglos, siga garpando con su miseria una deuda que nunca contrajo y así mantener las mismas condiciones sin detener el saqueo a los laburantes y explotados. 

         La perspectiva de los explotadores es dar un golpe de estado financiero. El ex ministro

de economía de 2001, Remes Lenicov, plantea por su experiencia en este tipo de desfalcos
al estado: “Si aguantan (los estafadores), el quilombo de protestas y reclamos puede durar como máximo 115 días y luego se seguirá ‘escurriendo’ al pueblo como si nada”  (“115 días para desarmar la bomba” Remes Lenicov, ed. Ariel 23/2/2023). La planificación del saqueo que tan orondamente pronostica cierra con una devaluación espectacular del $, con por lo menos el 15 o 30% de indexación mensual durante 3 meses. Esto profundizará la pobreza entre los trabajadores.

            Una periodista del riñón K, Elizabeth Vernaci, en su programa radial, sacó todas las conclusiones y llamó al levantamiento popular señalando: “Están llevando el país a un desastre nunca visto”. 

Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas

   Hubo estímulos a la actividad económica con subsidios para los capitalistas en la pandemia de 12 billones entregados por el BCRA y los bancos (Leliq). Macri, Bullrich y Milei señalan que el estado está quebrado por la sobrecarga de personal. No les da el balero para candidatearse al Nobel pero tampoco pueden aspirar a administrar un quiosco en Plaza Lanús.

        Las excepciones impositivas a la gran patronal como préstamos y socorros del estado que nunca se pagan, según Massa fueron el 7% del PBI (u$s 30 mil millones). Luego estuvieron las maniobras de importación al cambio oficial y venta de productos manufacturados en el mercado interno al tipo de cambio paralelo. Todas las triquiñuelas delictivas de las cuentas del tesoro hay que registrarlas en el prontuario de los empresarios, que hunden el país vaciando los recursos en su favor. La masa de beneficios a las grandes patronales provocó que la inflación haya subido reduciendo los ingresos a la mano de obra.

     A pesar de dos corridas bancarias con el consabido desplome, pérdidas y agotamiento del mandato del Alberto, las relaciones de intercambio comercial siguen siendo favorables para Argentina, aunque la sequía del campo no permitió aprovechar esa ventaja. Pero el superávit comercial que sigue positivo desmiente los argumentos utilizados para llevarnos de la nariz al “golpe a las finanzas del estado”.

            Los datos que se manejan son que el tipo de cambio oficial está equilibrado con el comercio extranjero y no precisa modificación. Pero los estafadores internacionales y “argentos” preparan la mega devaluación del peso. Así se dispondrá un pedido de u$s 10 mil millones al FMI acompañado de una devaluación del 50% y un dólar a $350 con una inflación mensual del 15 al 30%.

        De producirse esa monumental estafa caería el gobierno sin sustento, el PJ se pulverizaría y habría que rearmar candidaturas que hicieran pasar el caballo de Troya. Los “grupines” del remate nacional que aúllan a favor de la devaluación obedecen a los estafadores. Varios economistas macanean que devaluando el peso se “licuaría el gasto fiscal”. Lo que buscan es afanarse el gasto social y forzar la desvalorización de la deuda del BCRA (Leliq) a los ahorristas y depositantes de los bancos. Esta desvalorización del pasivo del BCRA se acompañaría con la revalorización del activo de títulos de la deuda en dólares. Así lo propone Milei: Una gigantesca transferencia de patrimonios e ingresos de la nación al capital financiero.

        La devaluación rescata a los acreedores (70% nacionales y 30% extranjeros). El monto de la deuda de nación, provincias, municipios, empresas estatales y BCRA es de u$s 600 mil millones. El superávit comercial se despilfarró pagando intereses usurarios. 

La desintegración del peso argentino es la quiebra del estado nacional. Argentina no atraviesa una crisis económica sino que enfrenta una gigantesca estafa del capital financiero nacional e internacional. Esta estafa apunta a una nueva confiscación sin precedentes de la fuerza de trabajo, a pesar de ser un país que acumula muchos actos de pillaje por el estilo. 

Es un negoción para los bancos que en “el argentinazo” quebraron pero la justicia los declaró solventes para recibir préstamos y redescuentos por miles de millones. Así se formó la deuda trucha y hoy vienen por otra. 

En 2001 la CGT nunca paró. Moyano rodeaba su domicilio con matones a metros del Puente Pueyrredón en CABA para que “la turba” que bajaba no le pidiera rendir cuentas.

Que cada conflicto sea una acción conjunta de huelga, la rebelión se impondrá en los laburos marcando la ruta para todos los trabajadores.

Contra el golpe financiero brutal debemos plantearnos una lucha a fondo por el aumento general de salarios igual al costo de la canasta familiar, en defensa de la familia trabajadora.

La deuda externa no hay que pagarla.

   (*) De Política Obrera