martes, 15 de junio de 2021

Carta para un amigo


por Julio Edgardo Sanz

De alguien que deseó ser politico con mayúsculas y quizás hubo de sucumbir en el intento. En un lugar indefinido, de un día de junio de un año intertemporal.

Querido amigo:

Estoy con tantas emociones en mi vida ahora. Comienzo a ver tantos corazones mentes y ojos puestos en mí, querido amigo. Siento tantas pasiones sentimientos y energías que me rodean.

¡Qué responsabilidad, no es cierto?

¿Si yo pudiese trasmitir a cada uno lo que siento, amo y pienso?

¿Si yo pudiese dar todo lo que tengo adentro mío para cada uno de ellos, amigo mío?

¿Si yo pudiese mínimamente dar a cada uno algunos minutos de felicidad, para que el recuerdo de esos minutos sirviese para mitigar sus tristezas e inseguridades?

¿Si yo pudiese desnudar mi espíritu para que ellos pudiesen ver con claridad que mi esencia

nada oculta o esconde?

¿Si yo pudiese convencer a cada uno de aquellos que intentan confiar en mí, que no voy a robar, que no voy a contrariar la voluntad mayoritaria, que voy a intentar dar lo mejor de mi intelecto, esfuerzo de trabajo y físico para que la mayoría sea feliz?

¿Si yo pudiese conocer los deseos mas profundos de cada uno, y hasta sus propias miserias?

¿Qué sabio sería, no es cierto?

Mas ahora querido amigo.  Sólo sé que tengo la capacidad de concentrar una cierta cantidad de energía que no es solamente mía, es de cada uno de aquellos que comienzan a creer en mí, más sobre todo de cada uno de aquellos que no sólo espera un cargo, o alguna dádiva de mi probable gestión, sino de cada uno de aquellos que solamente esperan de mí que cumpla con mi deber y vocación de servicio...

Gracias querido amigo por escucharme.

En algún lugar de un planetita llamado Tierra perteneciente a un sistema cuyo centro es una pequeña estrella llamada Sol que tarde o temprano se hará nova, de un año... importa cuál?

   (*) Abogado lanusense