viernes, 11 de junio de 2021

Perú y América india a punto de estallar


por Lisandro Martínez*

Desde hace 30 años el plan de Alberto Fujimori de apertura a los capitales es el facilitador para la fuga millonaria de riquezas al exterior. 

  En Perú el 70% trabaja en negro o por cuenta propia, la inestabilidad laboral es la más altas de América Latina, seguida por Argentina con el 45%. Una mayoría de trabajadores elige entre salir a ganarse el mango o no sobrevivir. Así se hace inevitable la cadena de contagios pandémicos. 

Santiago Levy, vicepresidente del Banco Interamericano de Finanzas, confesó que el saqueo al Perú “es un éxito en el crecimiento económico, pero fracasa al no incluir al pueblo’’ (www.elcomercio.pe 06/06/2021).

La pandemia y el poder corrupto polarizaron las elecciones 

El Covid-19 en Perú provocó 185.000 muertos, cuya responsabilidad absoluta está en manos de quienes se enriquecieron durante varias décadas con la política de entrega de los recursos naturales, mientras se desplomaban el sistema de  salud y la escuela pública -este

es uno de los rasgos distintivo de este periodo, instalado en toda América Latina-. 

   En Perú hay 10 millones de pobres que viven con menos de u$s 3 diarios, decenas de miles de negocios quebraron. El sistema sanitario de Perú –otro síntoma común a los gobiernos de las burguesías criollas impotentes- durante años se privatizó, luego no tuvo inversiones y eso derivó en episodios dramáticos donde escaseó el oxígeno para pacientes


de covid. Todo el país tiene 1.600 camas de unidades de cuidados intensivos, un número escaso para semejante emergencia. El país tiene 500 muertos por cada 100.000 habitantes, record mundial de mortalidad. 

   Desde 2018-2019 Perú es "el país más preocupado por la corrupción" según el 36% de los consultados en una encuesta, considerando a este el problema más importante. Mientras, el 95% cree que “el 50% o más de los políticos es corrupto” (Barómetro de las Américas del Latin American Public Opinion Project, de la Universidad de Vanderbilt).

   La podredumbre política produjo la fragmentación del electorado y colapsaron los partidos.  En febrero explotó el "Vacunagate" al descubrirse que antes de ser destituido, el presidente Martín Vizcarra y su esposa se vacunaron en secreto, mucho antes de ser vacunada la población. El matrimonio presidencial -parte de la decadente burguesía latinoamericana- tuvo vacunas proporcionadas por laboratorios que así aseguraron millonarios contratos. 

   En medio del escándalo de Vizcarra y su primera dama, fue dado a conocer un listado de 487 privilegiados que accedieron al "vacunatorio vip" cuando los peruanos eran y son uno los más castigados por la pandemia.

También “el Lava Jato” de Odebrecht golpeó fuerte cuando se procesó judicialmente a políticos, de izquierda y de derecha, entre ellos a Keiko Fujimori, quien entre 2018 y 2019, estuvo en prisión preventiva por lavado de activos en conexión con Odebrecht y en marzo de 2021 la Fiscalía pidió, por ser parte de la banda de estafadores que asoló al tesoro de Perú, 30 años de cárcel. También Vladimir Cerrón, ideólogo de Perú Libre, fue sentenciado en 2019 a 4 años de prisión, por favorecer con u$s 230.000 a la empresa Altiplano por una obra inconclusa.

   Con los principales candidatos en cana, la mayoría de los partidos se quedaron sin líderes y la gente dejó de confiar en estas agrupaciones políticas y sus propuestas.

  En este cuadro de grave desarticulación social provocada por los saqueadores internacionales se convocó a elecciones presidenciales en junio de este año, que en la primera vuelta mostraron la dispersión general: Pedro Castillo Terrones de “Perú Libre” logró el 19,10% de los votos, seguido por Keiko Fujimori de “Fuerza Popular”, con el 13,37% de los sufragios. 

  Castillo y Fujimori se oponen al aborto y al matrimonio igualitario, uno por su campesinismo rústico y la otra por reaccionaria.

Keiko es la representación de la política de entrega de las reservas naturales y firme continuadora del régimen de guerra civil con dictadura del empresariado y liquidación de derechos obreros que llevó adelante su padre. 

   Castillo, maestro de la primaria desde hace más de 25 años, ex miembro de las rondas campesinas, organizaciones comunales de autodefensa, se propone aumentar el presupuesto para la educación del 3,5% al 10% del PBI. El ministro del Interior lo acusó de tener un acuerdo con Sendero Luminoso vinculando a Castillo con el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), que se pronunciaba a favor de la libertad a los líderes de Sendero Luminoso. Castillo negó toda relación con ese movimiento y presentó un programa conciliador prometiendo la reactivación a través de la "economía popular con mercados" ¿El programa papal regresivo de Grabois, el Chino Navarro y Pérsico, ahora en el Perú?

 Castillo no quiere un estado "supervisor" sino un estado "interventor, planificador, innovador, empresario y protector", plantea renegociar el reparto de utilidades con las empresas monopólicas extractivas. ¿Ingenuidad? ¿Mera predisposición y buena onda para hacerles entender a los poderosos que entreguen algo para que mejore la situación de las masas? 

  A pesar de todos estos coqueteos con los poderosos, Fujimori y Castillo representan fuerzas sociales enfrentadas. 

  En 2017 Castillo dirigió una huelga nacional de profesores durante 75 días, con un listado de reivindicaciones, entre ellas aumento de sueldos para la docencia.

   La agencia Reuters señaló: “Castillo reunió el descontento de los peruanos pobres del interior del país, históricamente olvidados por la capital”.

Con los datos de boca de urna del domingo, militantes de Perú Libre salieron a las calles para protestar ruidosamente contra el fraude. Castillo había convocado “a asistir en paz a las calles en defensa de la democracia". Más tarde, Castillo salió a pedir calma hasta  conocer los resultados oficiales. El 7/6 los mercados se derrumbaron, los bonos cayeron el 50% y el Sol batió record de pérdida en 10 años. Castillo prometió que pagaría la deuda del país y mantendría la independencia del Banco Central. Con estas garantías el 8/6, el sol tuvo el mejor desempeño de los mercados emergentes mientras que el principal indicador bursátil del país subió, informó Bloomberg.

El centro izquierdismo endulzando su programa, intenta pararse sobre la punta de un alfiler, hacer equilibrio y ser el interlocutor válido de los monopolios. 

La lucha de clases en Perú adquirirá grandes proporciones. 

     (*) Del Partido Obrero Tendencia