lunes, 23 de marzo de 2020

¿Estado de sitio sólo para curar un virus?

por Lisandro Martínez*

    Antes de la llegada del Covid-19 ya había en Argentina un 40% de la población bajo la línea de pobreza con ingresos muy bajos: por trabajo en negro, changas, ventas ambulantes, planes sociales, tarjetas alimentarias, etc. Es en este cuadro depresivo donde el mercado interno está liquidado, que los gobernantes son rehenes por sus propias ataduras a reestructurar una deuda sin viabilidad, que razonablemente debe postergarse a infinitum o desconocerse. La crisis tiene como protagonistas a EEUU, China y Rusia y cada una de esas naciones ostentan deudas impagables por varios trillones de dólares.
    El grado de volatilidad de la crisis internacional es enorme, el capital tiene en carpeta según la OIT 25 millones de despidos.
     “Suspenden por fuerza mayor y no pagan salarios” (www.infogremiales.com.ar 19/3/2020
Los anuncios del DNU N°297/2020 de Fernández dejaron “en pelotas” a los obreros y a expensas de las patronales. La entrega de los obreros por el PJ y el virtual estado de sitio van al fracaso más estruendoso. Está cuestionada la viabilidad del capital, porque, ¿quién dirige la batuta? Se dirime en la calle y la clase obrera se ha echado a andar.
    El virus puso en crisis las relaciones laborales argentinas y con los espacios vacíos dejados por Fernández se abrió la posibilidad de que a miles de trabajadores precarios se los licencie hasta el 31 sin pago. Las suspensiones rigen para todo el personal no comprendido en las situaciones previstas por el gobierno para las licencias (grupos de riesgo y adultos con menores a cargo) y aseguran que esos días hasta el 31 se descontarán.
    Las patronales dirán: "Por fuerza mayor y la presencia del virus". Y: "Por la disminución de trabajo no imputable a la empresa, le comunicamos la suspensión de sus tareas hasta el 31 de marzo, inclusive". Este brutal comportamiento es una decisión política de los Fernández/Larreta.
   En dos días, 19 y 20/3, hubo infinidad de ataques patronales que fueron respondidos por
los trabajadores, quienes denunciaron hacinamiento, insalubridad en el trabajo y miseria salarial.

Ferrocarriles
    En la estación Once el 19/3 por la tarde miles de personas volvían de sus laburos precarios, amuchándose y pujando por llegar a sus casas. Eran parte de los estafados por las desacertadas medidas tomadas por Larreta/Meoni/Fernández quienes decidieron que la clase obrera labure pero no le garantizaron transporte con frecuencia, salubridad ni comodidades.
   En la estación Retiro por la mañana del 20/3 trabajadores tercerizados de seguridad de la empresa Murata decidieron parar las actividades, señalando el peligro de trabajar sin protección en medio de miles de usuarios y exigiendo a su patronal y a Trenes Argentinos el kit de guantes, alcohol y barbijos para todos. La respuesta fue el despido de 7 de ellos (elprimeronoticia.com 21/3/2020). En el San Martin guardatrenes decidieron adoptar una medida de seguridad para su salud y viajan sin relacionarse con los usuarios en un vagón aparte para auto preservar su salud.

Docentes
     Los docentes denunciaron que las escuelas públicas porteñas atraviesan la cuarentena de Larreta/Fernández a la deriva. La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) denunció viandas escolares insuficientes, poco nutritivas, docentes en riesgo sin régimen de licencias y falta de elementos de higiene.

Inseguridad fabril y descuentos salariales
   Los obreros de Catorini el 20/3 denunciaron condiciones terribles de insalubridad y la patronal se negó a proveerlos del kit de salud e higiene (alcohol, guantes, barbijos, etc). Cattorini carece de normas de seguridad, mantiene un alto ritmo de trabajo y recibe camiones de países limítrofes con alta probabilidad de contagio.
    El día 20 la metalúrgica SIAT dejó de pagar un premio que había acordado ante el MTSS.

La destrucción de la salud, la ciencia y los científicos
     El 17/3 trabajadores del hospital Centro de Salud en Tucumán reclamaron frente al recorte de salarios, que paguen los aguinaldos, pasen a planta permanente a los precarizados y se aumente el presupuesto. Denunciaron falta de personal, el no otorgamiento de licencias al personal en riesgo y falta de elementos de higiene y seguridad.
    El caso del Instituto Malbrán en medio de la pandemia retrata la catadura moral del gobierno y la oposición. Las zancadillas del régimen siempre estuvieron presentes para impedir avances investigativos y el progreso de la ciencia nativa. Así como Cavallo en los ‘90 los mandó “a lavar los platos”, hoy Fernández -un pollo de Cavallo- no puede darse ese lujo. Pero todos ponen palos en la rueda al trabajo de investigación para no competir con los laboratorios internacionales. La actuación en la pandemia del equipo del Instituto Malbrán es notable y titánica.
   El “equipo de investigación de virus respiratorios” tiene 11 profesionales y técnicos, 7 de los 11 son trabajadores precarios. Esos profesionales se autoimpusieron jornadas de 12 horas diarias para poder confirmar casos de Covid-19 y tener un muestreo de 180 análisis diarios. Ellos viven haciendo malabares económicos. Los 11 tienen salarios de $24.000 a $37.000 por debajo del resto del personal científico/técnico nacional, según estudios del Ministerio de Ciencia y Tecnología. La batalla de los trabajadores del Malbrán contra el corona virus es un ejemplo social por un lado y una batalla sorda contra el poder político boicoteador.

Política medieval y bayoneta al hombro
En la antigüedad a los enfermos de peste negra, viruela, etc. se los aislaba en monasterios obligándolos a rezar para salvar su alma. Que en el siglo XXI todas las fichas de Fernández/Larreta/ Berni estén puestas en el estado de sitio que garantice el aislamiento social, evoca al medioevo. En Lanús hay 100 móviles que patrullan las calles para garantizar una cuarentena que no puede de ninguna manera, por sí sola, resolver un problema grave de salud si no está acompañada de un plan destinado a reconvertir la salud pública, inyectándole millones de pesos para reequiparla con ventiladores, camas y cubrir todas las vacantes del personal que los gobiernos capitalistas destruyeron.

La medida tendiente a paralizar al soberano es contraria a darle al pueblo una salida protagónica en la crisis. El estado de sitio de “los nacionales y derechistas” augura un ataque a fondo contra las condiciones de vida del pueblo.

  (*) Del Partido Obrero-Tendencia