miércoles, 2 de febrero de 2022

En Argentina se gesta una crisis de proporciones


por Lisandro Martínez*

Horas atrás, voces de peso del peronismo han señalado el desbarranque frente al FMI. Víctor Hugo Morales ha dicho: "Hay una tristeza inevitable, ganaron Macri y el Fondo". Guillermo Moreno no anduvo con chiquitas: “Cristina y Alberto Fernández deben renunciar”. Mientras Máximo K amenazó renunciar a la presidencia del PJ contra el acuerdo con el FMI y sí renunció a presidir el bloque de diputados del FT. 

En semana santa se reunirá el congreso de Política Obrera para debatir la crisis económica y política del país y plantear un programa de acción también para la crisis capitalista internacional. El texto que sigue es un resumen del documento: Lineamientos para el debate de Situación Nacional publicado en Política Obrera el 20/1/2022, junto a Lineamientos  para el debate de la situación mundial y Acerca de la Huelga General; la divulgación de estos documentos sirve para que los trabajadores puedan acceder a la discusión y opinar sobre la salida obrera.

Argentina en defol, crisis de poder y revolucionaria

Hace 4 años que Argentina está en defol, aunque pagó intereses durante 2 años. El defol genera devaluación y provoca pobreza generalizada. El BCRA y la Anses están en quiebra. Los acuerdos nos conducen a la recesión con crisis de poder. La economía y la política Argentina es inviable, su colapso impulsará crisis revolucionarias en América Latina. No habrá equilibrio económico y si aumenta la actividad los desequilibrios serán infinitos. Los K en su práctica endeudadora hipotecaron Anses y BCRA, eso lo aplaudió el macrismo, porque pagaban jubilados y contribuyentes.

El derrumbe de la patronal argentina quebró a Vicentín, Molinos Cañuelas, Garbarino,

cayeron las acciones de YPF, Ledesma, Arcor y Pampa Energía y se desplomó el valor de esas empresas.

Argentina como país sometido no puede reciclar deudas, sí lo pueden hacer empresas de EEUU, aunque están hipotecadas por u$s 20 billones. Un defol de esas deudas eclosionaría la economía mundial.

Las tasas de seguro son el “Riesgo País” que usa la usura resguardando sus intereses. Argentina arrodillada toma créditos a tasas del 700%.

La bancarrota financiera termina con crisis de poder.

Los estados periféricos son incapaces de amortizar deudas. El endeudamiento planetario sumado es de u$s400 billones, 5 veces el PBI mundial.

Los fondos inversores se retiran del país y pujan por una mega devaluación del $ para aumentar la tasa de intereses y llevarse una tajada superior. El capital puede tener una salida pero antes tiene que pasar por la crisis social 

Salud pública

El Covid se devoró en Argentina más de120 mil vidas. Ahora la patronal obliga a los laburantes a perder protocolos sanitarios y burbujas laborales e impone la vuelta a la presencialidad. Los costos de barbijos, vacunas, jeringas, etcétera, son altísimos. En EEUU, sin protocolos, protección ni burbujas laborales, los obreros abandonan en masa los empleos y para resguardar su vida se acogen a planes de desempleo.

Los K quieren un acuerdo con el FMI de 20 años

  Cuando el FT llegó al poder, “The Financial Times” dijo: “Lo hace en un vacío de poder”. Alberto se apoya en Massa quien en 2013/2015 desalojó del poder a los K. El frente Massa/K no anduvo. Hoy Massa sostiene a Alberto. Hace 4 meses la crisis provocó un ensayo general de renuncias de ministros. La designación de Manzur no aportó nada.

 Los K son minoría en diputados y el acuerdo con el FMI debe aprobarse allí. El proyecto sobre “Bienes personales” de los K logró media sanción con votos del FIT, pero perdió la votación por el presupuesto 2022. Los DNU salen como pan caliente pero el FT tiene dos problemas: 1) La corte opositora. 2) Refrendar en Diputados cada uno de los DNU con los quiere gobernar 

  El espionaje Pro a Pata Medina y otros burócratas va a terminar con varios candidatos de JC. Es la paradoja del ganador electoral (JC) en retroceso y un perdedor (los K) que avanza al abismo.

  En la crisis no puede intermediar ni Biden. Alberto intentará “venderse” como hombre de estado en Rusia pero esto ya lo hizo Macri en el G20- en 2018 en Buenos Aires, donde fue ovacionado por los empresarios y no funcionó.

El régimen político criollo reposa en un bonapartismo sin política. Un gobierno de DNU es imposible. En esta crisis el FIT ¡quiere asegurar que haya elecciones en 2023!

Preparar a la clase obrera es darle un impulso a la independencia obrera de acción y organización.

En la crisis sanitaria hubo luchas en cada lugar por protocolos y seguridad. Estas luchas se profundizan con omicron y la política de presencialidad patronal. El FIT defendió “la presencialidad segura”.

Con la pandemia surgió un programa afín a todos los trabajadores: Protocolos y burbujas laborales. No a la privatización de los testeos. Obligatoriedad de asistencia médica a los contactos estrechos. Confinamientos focalizados. Seguimientos de casos. No a la eliminación del covid como enfermedad laboral. Eliminación del sistema de patentes medicinales. Desarrollo de la conectividad digital. Plan de viviendas y urbanización. 

Revalorización del trabajo parlamentario y la conducta del FIT

El FIT votó proyectos patronales: 1. De especulación inmobiliaria en la construcción del shopping en San Lorenzo. 2. Venta de tierras públicas en Chaco. 3. El tratado mordaza de Trump & Netanyahu, intentando capturar electoralmente a la comunidad judía. La izquierda en el Congreso debe intervenir como socialistas. El FIT puede hacerlo pero el PTS eligió coquetear con los K.

La izquierda nunca presentó declaraciones en el Parlamento repudiando: Las guerras, los juicios a  trabajadores cubanos ni los contagios covid por la presencialidad laboral. Llevar los conflictos obreros al Congreso no es lo mismo que denunciar a las patronales. Justo cuando hay una crisis orgánica constitucional, el PO oficial abandonó la lucha por la reforma constitucional y no reclama la Asamblea Constituyente cuando el país está en plena crisis.

Desarrollar un partido revolucionario es explicitar las tareas históricas y su programa. Esto enfrenta al aparato disciplinador instalado en el PO oficial. Luchar por salario, jubilación, trabajo y salud, articula el programa de poder obrero.

  La huelga general es eminentemente política y está vigente por la explosividad y el desarrollo de la crisis de poder. Los partidos burgueses y la izquierda abandonaron la lucha contra la pandemia y apoyan el presencialismo de las patronales.

Es más que necesario el Congreso de trabajadores para intervenir de conjunto.

   (*) Del Partido Obrero Tendencia