por Lisandro Martínez*
El 8/6/22 una comitiva del Polo Obrero oficial -expulsador de 1.200 militantes- que representa a un sector de la Unidad Piquetera decidió ponerse bajo la tutela de la burocracia sindical (CGT) que todos los trabajadores reconocen como verdugos de la clase obrera y el principal escollo para obtener las reivindicaciones. El representante de esa porción de la Unidad Piquetera, Eduardo Belliboni, avalado por la dirección del PO oficial, ha ido muy lejos en el juego hipócrita de pretender “desenmascarar” a una organización que tiene 77 años de agachadas y traiciones, a cuál de ellas más brutal contra la vida de los explotados argentinos.
El Polo Obrero oficial avala todo este juego de mentiras y estafas porque está trabajando por integrarse al estado capitalista como ya lo han hecho otras corrientes de desocupados que manejan planes y vigilantean a los subsidios en nombre del gobierno de turno.
No llama la atención el insistente reclamo del Polo Obrero O, quien le demanda a la burocracia de la CGT “un paro general”, a sabiendas de que la CGT es un agente del gobierno infiltrado (un alcahuete) dentro de las filas obreras y que va a llamar al paro –como tantas veces lo ha hecho- cuando la CGT tenga que boicotear la verdadera huelga general, por ejemplo como hizo en 1974 pretendiendo parar unas horas cuando los convenios y el salario estaban en llamas y en manos de Coordinadoras de Comisiones Internas y Delegados combativos.
Resucitar la imagen descompuesta de la burocracia de la CGT, es la labor de los enemigos
A la huelga general se la prepara silenciosamente, se la alimenta de reuniones de activistas que debaten su programa y su pliego de reclamos que finalmente es el corazón inquebrantable por el que se va a jugar entera la clase obrera. Se convoca a asambleas y por fin el lanzamiento de la acción es una avalancha que no puede detener ninguna patronal, por lo tanto hasta surge la posibilidad de que ante tamaña lucha la patronal arrugue, tire lastre y entregue reivindicaciones antes de que comience la huelga, para tratar de desactivarla. No es acordando con los matones que va a surgir la huelga general que va a llevar al triunfo los reclamos pendientes.
En su relato de principio del siglo XX, “La Huelga General” Jack London escribe “la clase obrera, harta de ser explotada por los empresarios con la connivencia de políticos, jueces, policía y ejército, demuestra a los millonarios que no son ellos los creadores de riqueza, sino la clase obrera, que sin los laburantes la sociedad actual es inviable. Y lo hace mostrando los estragos que causa una huelga general prolongada en un club de amigos pudientes. Primero la deserción del servicio, después el hambre, por fin el caos y ejército y policía robando y huyendo en desbandada”.
La construcción de la huelga general es un arte y una ciencia que únicamente pueden ejercer los luchadores no los farabutes con pretensión de ortivas de las patronales.
Las tareas históricas deben ser tomadas y resueltas por el conjunto de la clase obrera nunca por los bellibonis (agentes extraños). El desafío del activismo es afrontar las tareas y presentarlas al colectivo obrero, haciendo avanzar así a la humanidad a otro estadio.
La tan meneada reunión con el triunvirato de la CGT sólo estuvo en la mente febril de Chiquito Belliboni quien apostó todo a un golpe de suerte personal que lo proyectara. Ni el propio gestor de la cita -Pablo Moyano- se hizo presente porque entendió que ya no pasaba nada. La fallida reunión llamó la atención de los medios que expresaron asombro frente a Belliboni a quien le preguntaron: ”¿Pero no eran ustedes (PO oficial) quienes calificaban de burócratas a estos dirigentes con los que ahora quieren dialogar y trabajar codo a codo?”
La burocracia sindical y los piqueteros que pretenden ser incorporados al staff estatal –para cortar el jamón del medio- dejaron abierta una crisis política difícil de cerrar. Ahora estuvo la gran, gran, gran marcha de la Unidad Piquetera donde durante 7 horas las calles del centro fueron de miles y miles ¿y luego?. Las conclusiones de la reunión fueron coincidentes: Para Plaini fue histórica. Mientras Belliboni señaló que “la CGT debe dejar de actuar como una burocracia sindical y por lo tanto debe apoyar con un paro general la lucha del Sindicato del Neumático”. ¿Qué oportunidad vio Belliboni en los ojos de los cancerberos de la patronal? Del ridículo ya se sabe no hay vuelta.
La independencia política de los trabajadores está enfrentada con la integración al Estado vía la burocracia sindical sierva de las patronales nacionales y extranjeras.
El coqueteo de la burocracia sindical con sectores de la izquierda se da en el cuadro de derrumbe internacional del capital, del desatino del gobierno de los Fernández sumado al vacío de los Milei y Macri
El Partido Obrero oficial y su lenguaraz Belliboni yacen atrapados en la tela de araña. Se perdieron la oportunidad histórica y marchan al rincón de los trastos viejos.
Se ha formado una pareja
Tanto Chiquito Belliboni que actuó como vocero de la CGT y Plaini acordaron en la similitud de caracterizaciones: “intercambiamos ideas y coincidimos en la mayoría de los análisis que ellos hacen”.
El 23/6/22 Política Obrera, sindicatos y numerosas agrupaciones del movimiento obrero vamos a la deliberación política y sindical del Congreso de los trabajadores ocupados y desocupados en ATE Burzaco: Avenida Espora 4500-4598 vamos a sacar todas las conclusiones establecer un plan de lucha en el camino a la huelga general por todas las reivindicaciones y el gobierno de los obreros.
(*) De Política Obrera
