La devolución de los más de cien vehículos que estaban en poder de funcionarios políticos, incluida la Bestia Negra de Grindetti, adquiridos con el dinero de los contribuyentes, es todo un ejemplo de lo que fue la gestión municipal anterior. ¡Y los tipos se habían hecho a la idea de que eran sus propietarios! ¡Los devolvieron de tan mala gana que estacionaron los vehículos en el playón de la comuna y entregaron las llaves -más de cien- de cada uno mezcladas en una bolsa! Vaya como ejemplo de la discrecionalidad con que entregaban los vehículos, el caso de la concejala de Juntos Claudia Serapio: ella, su marido y su hijo, disponían cada uno de una unidad municipal: Una Blazer, un Corsa y una Suram.