jueves, 2 de abril de 2020

La política en los pies de Messi o en la cabeza del Chelo Díaz

por Lisandro Martínez*

       La pelota ejerció influencia decisiva en nuestro desarrollo personal. Fue el primer metejón de los pibes que duraba muchas décadas y que tejió lazos sólidos en la interacción entre el instrumento y su ejecutante. “Ella” distinguía entre quienes acariciaban y quienes golpeaban. Una minoría que jugó con ella extrajo los mejores resultados e hizo vibrar al “ser” de cuero, goma o trapo que tomó vida como apéndice corporal del niño, el joven y hasta el adulto.
   El amor hacia la pelota siendo niño fue descifrado por el relato de un joven en una fiesta juvenil donde las pibas le reclamaban su falta de “compromiso”, ya que era un picaflor fluctuante. Su monólogo público, muy trabajado en conceptos, fortaleció desde la razón la pasión que yo ya vivía con la pelota y de esa “revelación” donde un pibe confesaba su delirio por la redonda, nos llevamos con otros secretos de amor que nos cubrieron buena parte de la infancia, adolescencia y hasta la adultez. Eso nos permitió extraerle a la especial relación con la pelota, pasajes a veces de profunda comunión, entrega física y destreza a las que “ella” sumaba su confianza y docilidad. Ese amor tiene un límite en el almanaque y también en las experiencias sociales que abren panoramas amplios de intervención y conducen a evolucionar y pensar en soluciones colectivas.
   Entre los amantes de la pelota hay profesionales como Sócrates, talentoso jugador brasilero que enfrentó la dictadura en los ’60 organizando políticamente al equipo de Corinthias y a su hinchada, que coreó por años en los torneos consignas de salida reclamando un gobierno obrero. Enfrentados tenemos a miles de niños tardíos, por ejemplo “el pollo” Vignolo, locutor de fútbol profesional cuya edad mental quedó fijada en los 10 pirulines y que con capacidad menguada pretende resolver problemas y desaconseja a
televidentes.
   Estos extremos entre la preocupación social y el síndrome de Peter Pan –eterna niñez- estuvo siempre presente en el fútbol amateur y también en el profesional.  Jugadores excelentes que se volcaron a la actividad intelectual y política con distintas iniciativas fueron muchos. Por ejemplo en México 1986 brilló Jorge Valdano a quien sus compañeros (jugadores grosos, como Maradona, Ruggeri, etc.), le pedían explicaciones de distintos fenómenos señalándole que él, que era un intelectual, lector de muchos libros, tenía casi la obligación de esclarecerlos.
   Días atrás le hicieron un reportaje al chileno Marcelo Díaz (foto) del Racing Club, donde el hombre que “juega en pantuflas” según la apreciación enaltecedora del reconocido DT José Mourinho, aseguró que “todo lo relacionado al aislamiento voluntario durante la cuarentena por coronavirus no es más que un ejercicio de control sobre la clase trabajadora” (www.infobae.com 27/3/2020). Chelo Díaz muy criticado por sus dichos cuestiona una medida que la burguesía nacional (AF/Larreta) endiosa. El aislamiento social es una medida que no está probado funcione si no se la acompaña con servicio hospitalario sólido. Suecia no tiene cuarentena, Japón y Alemania tampoco. ¿Se justifica encerrar a personas sanas sin ser factores de riesgo? El ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio) ha causado estragos en Italia y en España y lo está causando en EEUU.
  “Unos 1.000 millones de personas en todo el mundo están bajo algún tipo de confinamiento como resultado del coronavirus. La economía mundial no ha visto nunca nada parecido” (AFP.com 21/3/2020).
   Que jugadores de futbol profesional se interroguen sobre el mundo en que viven no es habitual en un entorno futbolístico cuyo amasado social tiene ejemplos desalentadores, reductores del lenguaje, de la comunicación, la solidaridad y que hasta desenvuelven por la impunidad del estrellato prácticas repugnantes de violencia de género y racismo.

El ejemplo a no tomar
El síndrome del Barcelona FC y la rebaja de salarios del 70% entre los jugadores profesionales, es una plataforma propagandística del capital, que se va a expresar en la consigna: “Ante la crisis hagamos como los jugadores del Barsa”. Lo que revela esta basura es un conjunto de síntomas del cáncer patronal cuyo epicentro es la pandemia que el capital llama crisis económica y financiera, de la cual los trabajadores no debemos hacernos cargo y que las patronales van a intentar imponer de arrebato en el mundo.
    Lionel Messi, como capitán del FC Barcelona, el 30/3 anunció que los jugadores del primer equipo aceptan la rebaja del 70%, sin poder sacar ninguna conclusión.
En Argentina siguiendo el síndrome de Barcelona darán “un ejemplo patriótico” los diputados –99% empleados de la gran patronal- que accederán a rebajarse el 40 %. Pero… medias tintas no van, cuando la patronal anuncia que el costo económico del ASPO será aquí más severo que en otros países (www.ambito.com.ar 30/3/2020). De 19 millones de laburantes, 12 millones están al borde de perder sus empleos. De esos doce, 5 millones son informales, monotributistas y autónomos. A. Fernández sólo puede atenuar la caída, no revertirla. Está lejos de otros planes de salvación nacional. En este cuadro el ASPO nació cuestionado por su falta de coherencia. La contradicción “salud vs. economía” de AF no tiene gollete. Sí, si se toma posición entre “salud y vida del trabajador vs. la economía del capital”.

1. Cierre de toda actividad económica no esencial, sin despidos y garantizando el pago de salarios al 100%.
2. Ante la emergencia sanitaria: Capacitación bajo responsabilidad del estado de terapistas, enfermeros, entrenamiento para intubadores, etc.
3. Defensa de la salud significa incautación del estado de cuentas bancarias y no bancarias de las empresas capitalistas y poner todo al servicio de la salud.
4. El BCRA a cargo del sistema financiero organizará un servicio único de crédito para pagar salarios y gastos sanitarios, el monto se descontará de las cuentas de empresas y el saldo lo pagarán ellas al final de la pandemia.
5. Control de los trabajadores en toda la cadena de producción y cambios. Cese definitivo del pago de la deuda pública, exceptuando acreencias de pequeños inversores.

El A.S.P.O causa estragos en Italia, España y ahora en EEUU. El presidente español para curarse en salud, declaró “no esenciales” a todas las industrias, exceptuando las alimenticias y de salud (www.lavanguardia.com 30/3/2020).

   (*) Del Partido Obrero-Tendencia