martes, 16 de junio de 2020

Responder golpe por golpe

por Omar Dalponte*

omardalponte@gmail.com  

Lo sabíamos y lo advertimos. Se veía a la legua, y se ve,  que los enemigos eran y son, entre otras cosas, lobos cubiertos con cueros de ovejas. Mientras algunos se acercan porque no tienen más remedio otros traman conspiraciones para entorpecer la gestión del gobierno. Y lo hacen con total maldad sabiendo que este es un momento dificilísimo por la situación catastrófica que ha quedado por obra del macrismo y por la pandemia que nos afecta a nosotros y a gran parte del mundo. No nos sorprende. Sabíamos, cuando asumió la presidencia de la Nación el compañero Dr. Alberto Fernández, que se aproximaban tiempos duros. Sabemos que lo que viene en lo inmediato será aún más complicado. Y que desde las oficinas enemigas procurarán hacerlo más difícil todavía.
Algunos de los dardos envenenados que lanzarán masivamente ya los están difundiendo a través de sus cloacas informativas y mediante la intervención de lenguaraces de su elenco estable. El ramillete de infamias preferidas serán: “No gobierna él, gobierna ella”, “Esto es comunismo”, “Ya somos Venezuela”, “Alberto Fernández es un títere”, “son todos chorros” y alguna que otra falsedad que harán propalar en los medios cómplices por boca de periodistas venales. Ningún secreto. Más de lo mismo. Pero posiblemente con mayor descaro y ferocidad que lo conocido.
Ante la posibilidad de estos ataques, que serán sistemáticos y en escalada, es que propusimos ir dando pasos para la conformación de una Red Peronista en Lanús que permita agruparnos políticamente, intercambiar opiniones, reflexionar juntos,  reunirnos cuando podamos a fin de revitalizar el peronismo local, bastante maltrecho por cierto, y dar batalla  cultural en todos los medios a los cuales podamos llegar. Es necesario rebatir una por una las falsedades y agravios. Es obligación militante devolver golpe por golpe y no
hacer el papel de elefante buenazo que mansamente se deja atormentar por los mosquitos. Hay que  utilizar lo que denominamos redes sociales para dar debate a quienes difaman al peronismo y procuran ensuciar a nuestros dirigentes, militantes y estructuras políticas. Precisamos reunir a grupos de profesionales del Derecho para hacer caer todo el peso de la ley a quienes difaman amparados en el anonimato y a los que, con nombres verdaderos o falsos, calumnian e injurian afectando, sin prueba alguna, el buen nombre y honor de las personas. Las afectaciones a la dignidad y los delitos contra el honor están debidamente contemplados en el Código Civil y Comercial de la Nación y también en nuestro Código Penal. En esta tarea por salvaguardar el honor del Justicialismo, ayudar a parapetar a nuestro gobierno y protegerlo de las vilezas de los enemigos, estamos empeñados las compañeras y compañeros que mostramos con orgullo nuestra condición de peronistas pudiendo exhibir conductas intachables y, como bien muy preciado, haber dedicado gran parte de nuestras vidas a defender la causa de la democracia real, al progreso de nuestro Lanús y a la lucha por las banderas históricas del Peronismo.
No deben quedar impunes quienes saquearon a nuestro país y son responsables de haber privado de la libertad a  personas que ningún delito se les ha probado. Ni tampoco  los que, aun sabiendo que detrás de cada individuo hay una familia que sufre las consecuencias de las difamaciones y del  escarnio, los han llevado a cabo con la perversidad que caracteriza al neoliberalismo y sus sicarios.
Pero también tenemos que terminar con nuestras miserias. Lamentablemente, en el caso de Lanús el peronismo  parece un reñidero y es bueno tomar conciencia de que, más que siempre, es imprescindible producir gestos de grandeza. Hay que acabar con la costumbre de pretender un peronismo “a la carta”. Sean o no de nuestro agrado ciertas figuras o algunos dirigentes o representantes del peronismo, hay que quitarse de la mente el querer eliminarlos políticamente mientras se fortalece el enemigo. Dejemos de perder el tiempo volcando palabras y esfuerzos en una pelea intestina que sólo favorecerá a los que nos derrotaron. Esforcémonos por hacer del peronismo una fuerza única, homogénea y transformadora. Veamos algunos avances positivos que está realizando Alberto Fernández: La intervención al Servicio Penitenciario Nacional no es moco de pavo. La intervención a Vicentin y el proyecto de expropiación de esta mega empresa constituye una de las medidas más importantes tomadas por un gobierno en lo que va del siglo XXI.
A ver si de una vez por todas salimos del “abc” de la política, del infantilismo estúpido, de los egoísmos desmedidos y logramos dejar a un costado a los que especulan con la politiquería para obtener beneficios personales. A ver si nos damos cuenta de que todo lo que no se haga a favor de nuestra organización política ineludiblemente beneficiará al macrismo. Aquí en Lanús nadie debe creerse que es más peronista que otro. Está muy claro que hay posiciones encontradas, que no todos y todas han actuado con inteligencia y con rectitud política. Pero también es verdad que nadie debe sentirse gendarme dentro de un movimiento multifacético como es el peronismo y que puertas adentro es bueno hallar formas de organización y debate que al final permitan la unidad y solidez del conjunto.
No olvidemos que el próximo año tendremos oportunidad de disputar poder en nuestro municipio y que es necesario ganar para reforzar la gestión de nuestro gobernador. Sabemos como operan nuestros adversarios locales. Ponen el infundio en acción, procuran desprestigiar a nuestros compañeros, chimanguean lo que pueden de nuestro activo dándole a algunos la posibilidad de un “buen vivir” y a otros conformándolos con un puestito municipal. Sabemos también, que nunca faltan los que están dispuestos a venderle el alma al Diablo, que existen otros que no vacilan en arrojar la dignidad a los perros, los que disfrutan lamer las alfombras de la sede municipal y aquellos que hacen arreglos espurios. Muchas de estas cosas están tan deschavadas que hasta son moneda corriente en cualquier publicación local o regional. Son lo que Yrigoyen llamaba “las patéticas miserabilidades”. Perón, también dijo lo suyo con la precisión que caracterizaba sus razonamientos: “Hay distintas clases de lealtades: la que nace del corazón que es la que más vale, y la de la que son leales cuando no les conviene ser desleales”. Lo imprescindible es que la militancia peronista asuma su rol histórico más allá de la putrefacción  existente en las playas de la política. Bien puede hacerlo. Porque es mayoría y porque es desde las bases donde se puede partir hacia el saneamiento de estructuras que, en tiempos de derrota suelen descomponerse con mayor facilidad. Miremos 2021. Trabajemos por el triunfo del peronismo en Lanús.

   (*) De Iniciativa Socialista