Ayer cuando Roberto “Chirola” Díaz, realizó una reunión de vecinos por la inseguridad que azota a Villa Obrera, en su unidad básica de Centenario 1180, los lanusenses se enteraron que desde ahora, los comisarios tienen prohibido asistir a reuniones en locales políticos. Pero también surgió un dato más inquietante: Hace poco, el párrocco de San Cayetano, suspendió las reuniones que por distintos reclamos -entre estos la inseguridad- venían haciendose en esa iglesia en Ituzaingó y Centenario. Y otro más: un clubista les manifestó anoche a los reunidos en el local de Chirola, que en su entidad no se hacen este tipo de reuniones, “porque son mal vistas por el municipio, que después no nos da ninguna ayuda”.
Díaz había confirmado en el programa radial de Marta Santos, una hora antes de la fijada para la reunión que recibió el llamado de los comisarios, quienes le refirieron que no irían porque "habían recibido órdenes de arriba". La excusa fue que no podían ir a ninguna reunión en local partidario. "En lugar de cancelar su asistencia, podrían haber solicitado que se hiciera en la vereda.", dijo el ex diputado, y agregó que "ofrecí este lugar porque los dueños de los salones disponibles en el barrio tenían temor de sufrir consecuencias o ataques posteriores si se hacía allí la reunión".
Lo cierto es que la reunión se hizo y concurrieron cuatro concejales no oficialistas: Noelia Quindimil, Alberto Torres, Emiliano Bursese y Oscar Lopez. La queja de los vecinos radica en la ola de robos y vandalismo que reinan en la zona, donde no hay patrulleros, porque la 8ª cuenta con un solo móvíl para cubrir tres cuadriculas los concejales se comprometieron a elevar una nota al jefe de la departamental solicitando 3 móvíles más con su respectivo personal. Y Quindimil dejó un interrogante mayúsculo cuando se preguntó que se hacen con los 33 millones de pesos que para el rubro sguridad, Lanús recibe del gobierno federal.