Cuando hace unos días un malón de cuarenta sujetos, mantuvo aterrorizada a la vecindad de Villa Obrera, este medio reprodujo declaraciones en off, que aseguraban que el jefe departamental Fabián Perroni (foto) había dado la orden de “no tocar” a nigún revoltoso del barrio La Antena, azote del lugar.
El jefe Perroni no salió a desmentirlo, ni a aclarar nada, y saben por qué? ¡Primero porque es verdad, y segundo porque le importa un bledo! El tipo vive en La Plata con su familia. Allí hace las compras su señora y allí van sus hijos a la escuela. Tal vez ni sepan sus familiares que existe La Defensa, y por eso nadie le hace reproches a Perroni. Nadie le hace pasar vergüenza.
Entonces el tipo lo único que hace es dejar pasar el tiempo que le queda en su cargo, para irse a otro destino.
Entretanto y que se sepa -porque Perroni no informa nada- ni siquiera nombraron un jefe distrital. Esa jefatura sigue acéfala.
Y mientras se aguarda que el inefable secretario de Seguridad, Mariano Amore, les explique a los buenos de los concejales, cómo será el nuevo sistema de patrulla comunitaria, cuando hoy dos comisarías, la 2ª y la 8ª, declararon que no tienen patrulleros ni siquiera para socorrer a los vecinos (ver aparte).