
“Los pedidos de informe al ministro de Salud de la provincia, Alejandro Collia, son completamente ignorados. Esta política criminal se explica por un presupuesto exíguo para salud pública, desviación de gastos para objetivos políticos ajenos a la población, costos inexplicables. Los resultados son los mismos: deterioro de la salud de los pacientes, riesgo de complicaciones y de vida para los mismos, angustia y desesperación de los familiares, impotencia del personal asistencial. O sea otra vez la población bonaerense es rehén de Scioli y compañía, que utiliza el presupuesto para intereses que colocan a toda la población oncológica hospitalaria en alarma roja”, dice Wull. Y aclara que “esta situación no afecta este hospital solamente”, sino a todos los nosocomios bonaerenses.