domingo, 1 de noviembre de 2015

Balotaje: ni Scioli ni Macri ¡Abajo el ajuste!

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar
  
Los tres ajustadores acapararon la atención y se llevaron más de 20 millones de votos. El 92% cayó como un chorlito y, como en 1999, resolvió darle su apoyo al que considera el “mal menor”, utilizándolo para sacarse de encima a la sanata Nac&Pop, a su maestro de ceremonias delictivas “la morsa Fernández” y a la amenaza de más cadenas nacionales, ahora con el titubeo de frases hechas armadas para Scioli. 
  Esta pesadilla motivó a los ciudadanos a apoyar a Macri y sus gerentes, todos enemigos de los trabajadores. A Scioli el 25 no lo salvó ni el Papa Francisco, confidente del ex gobernador, quien le anticipó el peligro de llevar a “La Morsa”. Bergoglio candidateó a Julián Domínguez, ex intendente de Chacabuco, el municipio con más prostíbulos instalados desde su mandato. Scioli vive para el cachetazo pero CFK y los multimedios que le brindaron todo su apoyo fueron los verdaderos derrotados juntos al estólido Scioli. C5N a las 18:00 del domingo anunció siguiendo la línea fraudulenta de las
PASO: "Ganó Scioli por amplia ventaja". Y: "En provincia gana Aníbal"; Crónica: "Ganó Scioli"; CN23: "Aníbal esel nuevo gobernador", y América 24: "Scioli el más votado", "Habría balotaje" y "Gana Aníbal". Las corporaciones no entendieron que el “fin de ciclo” había llegado. Clarín en la veda anunciaba el triunfo de Scioli en primera vuelta y la ciudadanía para apurar el magnicidio le dio el revólver al Pro.
  La votación que nadie va a querer recordar -un verdadero teléfono roto-, donde cada cual puso un voto como quien tira cinco monedas a la fuente, nos traslada guardando las distancias a 1939 cuando el ejército alemán se internaba en Rusia y los campesinos hartos de las hambrunas y masacres del dictador José Stalin recibían alborozados a los derechistas vestidos de gris que venían a liberar al campesinado de la URSS. La alegría duró menos que un suspiro y cuando los campesinos mismos entendieron que la soldadesca devolvía la propiedad privada a los señores feudales y a ellos -muertos de hambre- les tocaba retornar al servilismo se pudrió todo el festejo. La rápida reflexión luego de la mala decisión campesina de creer por un momento en sus enemigos jurados fue mortal para los invasores, porque en la medida que se internaban en territorio obrero, por detrás se armaban las masas cerrándoles toda retirada y ese esfuerzo monumental de las masas obreras fue el fin de la segunda guerra mundial y de la aventura nazi financiada por las grandes automotrices yanquis. 
  Pero para no ir 80 años atrás y dar testimonio de otra mala determinación del votante argentino desesperado, recordamos cuando hace 16 años ante otro candidato llamado Eduardo Duhalde inventor de “las manzaneras” que defendían la llegada de la leche a los comedores como hoy los pequebu de La Cámpora defienden que la Asignación Universal por Hijo, un plan asistencial del Banco Mundial, sea un estigma a perpetuidad para que no exista más el trabajo en blanco. Duhalde estaba entonces tan cuestionadocomo La Morsa por haber planificado la masacre del Puente Pueyrredón o ahora Milagro Salas por sus patotas criminales en Jujuy. En 1999 el 49% decidió darle el voto al conservador De La Rúa que encabezaba una corriente del “progresismo patronal”, una contradicción ya que el capitalismo desde hace rato es retrógrado. La Alianza no tenía a Bein, Blejer, González Fraga o Guillermo Nielsen sino a Cavallo (el gurú de Prat Gay y de todos ellos) como ministro de economía. La Alianza que duró 24 meses fue concebida por el voto “progresista” que apuntaló una salida reaccionaria y ajustadora de la mano del FMI. El ascenso del macrismo tiene el mismo origen que saldrá a la luz con la devaluación y los tarifazos como le sucediera a “chupete” cuando explotó el Argentinazo.   La desesperación –atendible- del soberano le ha vuelto a jugar una mala pasada. No logró entender la similitud de los planteos antinacionales de los tres representantes del Banco Mundial. Así el macrismo es “cambio y renovación”, esto encubre la endeblez de candidatos sin trayectoria e incapaces de pilotear tormentas sociales como pronostican Brasil y 11 países en defol. 
  Con la brutalidad que caracteriza a los capitalistas y que no deja dudas sobre qué intereses representan los que van al balotaje, Reuters el 26/10 señaló: “Los inversores apostaban por los activos argentinos tras un sólido desempeño opositor en la primera vuelta de las presidenciales, que forzó un balotajey alentó expectativas del fin de 12 años de políticas intervencionistas en la tercera mayor economía de América Latina. El candidato conservador Macri le pisó los talones al peronista Scioli, pese a sondeos que apuntaban a una ventaja oficialista amplia. El Merval subía más de 4,5%, liderado por los bancos. Los papelesargentinos en Nueva York anotaban fuertes alzas. Los ADR del Grupo Financiero Galicia subían un 17% y los de YPF un 8,6%. Los papeles estadounidenses de Banco Macro escalaban 21,45% y las acciones de TelecomArgentina el 14,17%. Dos de los bonos argentinos se disparaban en los mercados internacionales”.La llegada de Vidal a la gobernación es otro golpe para los trabajadores estatales. La política ruinosa del Frente para la Victoria (FpV) y del PJ cimentó el ascenso de la derecha.
   El Pro viene llevando en CABA como Scioli en la PBA una brutal política de ajuste. En salud, reprimieron en el Borda y ajustaron el Garrahan y en viviendas no han urbanizado ni una sola villa.El derrumbe de los barones expresa la implosión del PJ, su experiencia Nac&Pop se consumió, el protagonismo para el nacionalismo patronal, para indigenistas y latinoamericanistas que gobiernan lo desenvuelve la clase social burguesa. El fracaso de la elección del sujeto histórico está a la vista. El FIT se consolidó: sacó un millón de votos, un 58% más tomando las presidenciales del 2011. Entró Pitrola sumando ahora 4 diputados en el congreso nacional: 3 PO y 1 PTS. Vamos a la campaña por el voto en blanco.El resultado electoral ha dejado abierta una crisis de fondo, que obligará a nuevos e improvisados desplazamientos políticos. Hay una salida por construir: poner al país bajo control obrero.
    (*) Del Partido Obrero