sábado, 6 de junio de 2020

¿Y si los pueblos aprovechamos la volada?

por Omar Dalponte

omardalponte@gmail.com

Vivimos un momento dramático, no sólo en Argentina. Gran parte del mundo está en llamas. Hoy mismo, a estas horas, entre pandemia y protestas populares Estados Unidos y Francia, por ejemplo, están en medio de un infierno. Brasil cuenta sus muertos por miles. Nosotros, aunque por fortuna tenemos un gobierno sensible, preocupado y ocupado, somos como una aldea de ranchos de paja seca que, en las cercanías, sufre el peligro de un incendio fenomenal. Si sopla un viento un poco fuerte para estos lados...imaginemos lo que puede ocurrir. Convengamos, inmersos en esta dura realidad, que sería bueno ayudarnos a pensar pues, sin dudas, hay mas preguntas que respuestas y cualquier reflexión o análisis político que ahora estamos obligados a realizar desde la incertidumbre, podamos construirlo a partir de certezas halladas colectivamente.
¿Qué pasa aquí y en el resto del  mundo? ¿Si la pandemia alguna vez pasa, habrá cambios en las estructuras del sistema hoy imperante en la mayor parte del mundo? ¿O todo seguirá igual? Y...en caso de que haya transformaciones profundas porque gran parte de la humanidad no puede más ¿Serán asumidos y sostenidos esos cambios por los pueblos? Para pensar; porque divisiones, grietas, abismos y odios de unos contra otros hay aquí y en todas partes del universo. Las diferencias de clases son una realidad concreta y la lucha entre clases sociales enfrentadas es innegable a esta altura de la vida.
En medio de esta fatalidad mundial algo está claro. La terrible peste que padecemos demuestra que los poderosos saben de que manera pueden dominar totalmente al mundo. Saben perfectamente que para ello precisan poder manipular un virus devastador. Nada más ni nada menos. Y...¿si desde los laboratorios del mal se logra crear un virus matador y
paralelamente una vacuna que sólo quede en manos y a disposición de los creadores de semejante portador de muerte? Parece ciencia ficción. Pero...¿Alguien se anima a negar tal posibilidad? Hasta hace muy poco tiempo, la preocupación principal de una considerable porción de nuestro pueblo era resolver las opciones Cristina o Macri. O Ríver y Boca. Mirémonos ahora. Aquellos debates, evidentemente, han quedado muy chicos...y lejanos. ¿O no?
Atrevámonos a una pregunta:¿Somos conscientes los argentinos de la gravedad de este momento y las secuelas que quedarán cuando pase la tragedia, si es que alguna vez pasa? ¿Alguien puede asegurar qué ocurrirá a partir del día después de esta catástrofe? ¿Como se encarará la búsqueda de soluciones a las graves secuelas que quedarán instaladas tal vez por mucho tiempo?
Detengamos la mirada un instante en dirección a lo que denominamos "la clase política". Como es conveniente que cada quien “mire la viga en el ojo propio y no la paja en el ojo ajeno”, fijemos esa mirada, por ejemplo en los actores de la política local, en nuestra política lanusense. Observemos a TODOS los actores. A los propios y a los adversarios. A los que actúan en el nivel ejecutivo y a quienes fungen en la función legislativa. También a aquellos y aquellas que pretenden reverdecer viejas glorias y a las y los que tienen esperanzas de acomodar su economía personal a través de lo que puedan rapiñar en política. Si alguien detecta alguna propuesta inteligente para aplicar y materializar en lo inmediato o un poco más adelante, sería bueno que socialice la información para conocimiento y alegría de los vecinos. 
Y en el territorio de "lo demás"? … ¿Dónde hay cerebros adecuados para elaborar ideas y ejecutarlas en beneficio de la gente? Dónde habitan los espíritus decididos a producir actos de grandeza? Siempre confiamos en nuestro pueblo. Pero el pueblo, todo el pueblo ¿hoy tiene claras las cosas? Aterra recordar que en la última elección, en nuestro país, el 40 por ciento de los votantes lo hizo por Macri. ¡¡Espantoso!!. ¿Cómo explicar que Bolsonaro, en su tierra, tiene todavía un considerable apoyo de parte de una cantidad más que importante de brasileños? ¿Cómo no preocuparse por el hecho de que Donald Trump preside los Estados Unidos y aún, a pesar de todos los disparates que dice y hace, no está descartada la posibilidad de que repita mandato?
¿Se afianzará el sistema capitalista con todos sus vicios, injusticias y miserabilidades? ¿O los pueblos del mundo seremos capaces de producir cambios que nos permitan elevarnos a un nivel de vida superior?
Aquí, en nuestra amada Argentina, ¿seremos capaces de alcanzar plenamente el Justicialismo y a partir de él construir el Socialismo Nacional tal como lo concibió Perón? Aunque sea transitoriamente ardió EE.UU. Es decir: ardió el imperio. Francia volvió a una de sus revueltas que nos permiten soñar con la repetición de aquel Mayo heroico. Recientemente el pueblo chileno hizo lo suyo. ¿Y Brasil, para cuándo? ¿Y nosotros? Electoralmente le dimos un buen cachetazo al macrismo, o sea que sacudimos fuerte al neoliberalismo entreguista. ¿Nos animaremos a retomar el rumbo de la Revolución Justicialista durante los tres años y medio de gobierno que tenemos por delante? A pesar de las grandes dificultades y de las penurias, o tal vez gracias a ellas, todo puede ser. ¿O no? Coraje quieren las cosas.

   (*) De Iniciativa Socialista