viernes, 27 de agosto de 2021

El calvario de las que se animan a denunciar a abusadores

WC es una de tantas mujeres que se atreven a contar el abuso que sufren en su lugar de trabajo por parte de sus superiores. Pero el drama de WC, no terminó cuando le puso fin al abuso con energía: Primero tuvo que cargarse de valor para contarles a los suyos lo sucedido; luego enfrentó la actitud pasiva con que la gerenta -sí, gerenta con a- de su empleo recibió la noticia, tan pasiva que ni miró las cámaras que mostraban el hecho; y ahora vienen los pasos burocráticos que la denunciante deberá atravesar para lograr justicia. Su relato: “El día viernes 20/8/2021 a eso de las 10:00 fui víctima de acoso laboral -fue muy agresivamente manoseada, apunta- por parte de mi jefe en el lugar donde trabajo. El lunes 23 me presenté a trabajar como un día normal, pero padeciendo ataques de pánico. Antes de mi horario de salida me retiré y llegué a mi casa y decidí contar lo que me había sucedido. Ahí empezó mi otro calvario. Ir a ver a un abogado empezar la parte judicial. Después del abogado tuve que ir a hacer una denuncia penal a la comisaría de la mujer, donde estuve esperando más de 7 horas para ser atendida. Luego de realizar la denuncia, ahí tampoco terminaba el vía crucis: Tuve que acercarme a Cuerpo Médico que funciona en la Jefatura de Policía de Lanús (foto) donde en un verdadero sucucho estuve esperando ser atendida junto a personas detenidas, y gente con todo todo tipo de dramas. Además de vivir un calvario que para mí no termina tengo que seguir presentándome en lugares para seguir contando lo sucedido”, señala WC.