La repentina renuncia de Fabián Doman como presidente de Independiente, lo pone a Néstor Grindetti en la obligación estatutaria de asumir el cargo, debido a que es el vicepresidente primero del Rojo. Esto a su vez lo coloca en una encrucijada: ¿Se puede administrar un distrito tan importante y complejo como Lanús y a la vez presidir un club que literalmente es un infierno? ¿Y cómo quedaría la imagen de Grindetti si renuncia como vice del club de Avellaneda?
Claro que existe una alternativa: Que renuncie o tome licencia Grindetti como jefe comunal y que asuma en su lugar Diego Kravetz. Y de la campaña para ser gobernador, mejor ni hablemos...