Pallares repasó en su discurso los argumentos que se habían esgrimido contra el voto juvenil y explicó que “siempre que se produce una ampliación de derechos aparecen voces catastrofistas para oponerse. Nosotros confiamos en los jóvenes, en su criterio, su deseo de participar y el aporte que la juventud puede hacer al proceso político.” El senador lanusense explicó que el temor a la participación política es una herencia del Terrorismo de Estado, pero que “los hombres y mujeres de la democracia tenemos la obligación de promover la participación política en todas su formas. Queremos que los jóvenes sean escuchados, que puedan hacer oir sus demandas, que comiencen desde temprana edad a informarse e interesarse por los asuntos públicos y el destino del país”. Pallares sostuvo que “no es la política la que hace mal a los jóvenes, sino los represores que ven en cada joven un delincuente en potencia, los comunicadores que los criminalizan, los que lucran con los jóvenes promoviendo la droga y el consumismo desenfrenado, los tratantes de personas que prostituyen menores. La política, en
cambio, les hace bien a los jóvenes, los ayuda a pensar y a integrarse positivamente a la sociedad.” Recordó que “la dictadura no les preguntaba a los jóvenes que desaparecían si tenían dieciséis o dieciocho años, los secuestraba igual.” Y señaló que “luego de la ley Saenz Peña de 1912, un gobierno peronista en 1948 ampliaba derechos otorgándole el voto a la mujer, y hoy, 64 años después, otro gobierno peronista amplía nuevamente los derechos dándoles a los jóvenes la posibilidad de de votar” Pallares concluyó su discurso con una frase de Perón: “Los pueblos que olvidan a su juventud renuncian a su porvenir”.
