lunes, 31 de diciembre de 2012

De norte a sur en gobierno se caga en los DDHH


por Lisandro Martínez*

Gustavo Vega desnudó mediante un artículo “La memoria hundida en una Venecia trucha”  -Página 12 26/12/2012- que los DDHH para el gobierno y los intendentes del GBA están subordinados a negocios donde puedan “morder” un “retorno” y no es sólo el caso de los terrenos que ocupara la textil Campomar ubicados  en Valentín Alsina en Lanús Oeste, sino también en el ex Astillero Astarsa de Zona Norte en Tigre, dos casos surgidos por la denuncia de Comisiones de DDHH vecinales.

El 21/8/2008 la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Zona Norte “presentó un proyecto al intendente Sergio Massa con el propósito de que en el predio de Astarsa –donde la dictadura se sospecha torturó a 11 obreros del astillero– se resguardara la memoria levantando un complejo cultural, un museo, una escuela de artes y oficios vinculados a la industria naval”. El texto dirigido al funcionario decía: “Asistimos con frecuencia a la transformación de ex fábricas, en barrios cerrados para grupos sociales de privilegio, de uso minoritario: barrios que se asientan sobre los ‘cementerios industriales’. Una tendencia que margina a la mayoría de los vecinos ante la posibilidad de urbanización y que además agudiza la reducción de espacios públicos e impide cualquier tipo de dinámica social”. (G. Vega)

En Tigre se gestó vía Sergio Masa “Venezia” que ocupa las 32 has del ex Astillero Astarsa para construir 250.000 m2 vendibles a U$S340 millones- con puerto deportivo, marinas y canales internos. “El m2 costara $12.500” (Clarín 19/10/2012)

 En Lanús con la bendición presidencial se instaló “Nuevo Valentín Alsina” y el intendente –un mero gestor a la hora del reparto del botín- estableció un negocio de U$S250 millones con tierras publicas para edificar 2500 viviendas de lujo mediante “Créditos del Bicentenario”
cuyos recursos financieros se garantizan con deuda externa. 

La Comisión de vecinos de Lanús con su acción reveló los límites insalvables para defender los DDHH por parte de los falsos “campeones” de los DDHH hoy en el poder. Les ha importado poco a la justicia y al poder político las declaraciones de testigos que vieron helicópteros, patrullas militares, ropa ensangrentada, cráneos y restos humanos en Campomar, incluso ningunearon las dos declaraciones de un sobreviviente. La cautelar para preservar el lugar y que fuera investigado el predio se malversó desde un principio. La Cámara de Apelaciones “vino a ver” el lugar sin adoptar ninguna medida de investigación científica. 

En Tigre y en Lanús la compra de las tierras fiscales en “remates” es trucha y la flojedad de papeles avergonzaría a los famosos Hnos Todres que en la década de los ‘60 vaciaron Campomar.  Si en Tigre son TGL y Metro 21 las especuladoras inmobiliaria; en Lanús es Electroingenieria empresa “para estatal” en cuya dirección “brillan” para que no falten condimentos al drama elementos fundidos del ERP.

El oficialismo ha tirado la chancleta abandonando la hipocresía y muestra  obscenamente los intereses patronales que defiende.

La lucha continua, reclamemos se investiguen Campomar y  Astarsa como Centros clandestinos de detención y torturas durante la dictadura. Se honre a los mártires y se construyan viviendas populares bajo control obrero en Lanús y el complejo cultural que se reclama en Tigre. 
(*) Miembro del Partido Obrero