martes, 29 de julio de 2014

El intercambio con China es entrega y corrupción

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

  La infantil idea de volver a inflar globos con cifras desmesuradas que la República China prestaría a Argentina es tan vieja y enclenque como “el valijero” Franco Macri, y conducen al conocido enriquecimiento personal de los integrantes del “círculo rojo”.
  El gobierno ha lanzado la especie que “frente a la encerrona de los buitres y el imperialismo hagámosle un corte de manga y blindémonos con los préstamos de los estalinistas chinos”. Esta formulación es menor a un cuento chino, es un mamarracho pensado por quien en 2007 decía que “la crisis económica internacional no llegará a  Argentina”. China es peón del imperialismo y si hay alguien desinteresado en desestabilizar el dólar son los “comunistas” chinos.
  El carácter ramplón de la especie dice más que cualquier tratado sobre la formación de la conciencia nacional elaborada por el pensador Ricardo Foster, cuando los fondos buitres administran el Plan Procrear.
  Las dos organizaciones patronales que preparan el festival del sobreprecio están conformadas por los buitres acriollados que operan en el país y se disputan como despostar la Nación. En la “Cámara de la Producción, la Industria y Comercio Argentino China” (Cpicac) están los privatizadores Julio Werthein, dueño de La Caja y Telecom Argentina. También Nidera y Cargill con sus aduanas paralelas y dueños de puertos piratas; Carlos Spadone empresario inescrupuloso que vendió leche podrida al estado; HSBC Bank acusado de defraudación al fisco por Capitanich; Banco Galicia; Techint y los defensores de los capitalistas contaminadores ambientales; los estudios
Marval; O´Farrel & Mairal, y Allende & Brea.
Luego está la “Cámara de Comercio e Industria Argentino China” (Cciac) que acaba de asociarse con la empresa Sanhe Hopeful Grain & Oil, en busca de -¡otra vez!- la concesión del ferrocarril Belgrano Cargas. Cciac es Franco Macri, hombre de la P2 quien contrabandeó Exocet para la dictadura militar, socio a tiempo completo de Néstor, Cristina, Pedraza, Moyano y empresas chinas vaciando desde hace dos décadas el Belgrano Cargas.
  Con estos representantes comerciales de “la patria liberada”, el lector ya puede sacar conclusiones de qué se trata este nuevo tramo de los acuerdos con China.
Pero hay una larga experiencia…  En 2005, a través de un proceso de licitación, se le adjudicó a la empresa Austral Construcciones -propiedad del “Chacho Peñaloza” de la Patagonia, Lázaro Báez- la compra de 140 motoniveladoras. Austral se las había comprado a una firma china y para el estado santafecino era una adquisición de $ 50 millones. La licitación fue irregular, Austral no podía realizar este tipo de operaciones, no estaba inscripta como proveedora del estado ni estaba autorizada por los empresarios chinos para vender las máquinas. (www.reconquista.com.ar)
   En 2008 Ricardo Jaime compró sin licitación a Franco Macri (representante de la empresa China Citic) 279 vagones para el subte por un total de u$s 850 millones (u$s 3.160.000 cada vagón). Pero la empresa China Citic había ofrecido en 2004 los mismos vagones para la línea H en u$s1.100.000 cada unidad siendo rechazada su oferta y participación en la licitación por la mala calidad final del material. 
  Hubo en 2010 un acuerdo financiero con los chinos que firmó el presidente del BCRA, Martín Redrado, donde los voceros oficiales K dijeron que el aporte de yuanes fortificaría las reservas del BCRA que estaban exhaustas y nos blindaríamos en la crisis. El dislate propagandístico fue notable porque en el BCRA lo único importante eran y son los dólares, no papelitos con pictogramas chinos.
  Los convenios entre los presidentes Cristina Fernández y Xi Jinping en 2014 incluyen préstamos por u$s 7.500 millones para la construcción -por empresas chinas- de 2 represas hidroeléctricas y la renovación de una línea ferroviaria clave para el transporte de granos.
  Pero el 24/7/2014 www.elentrerios.com denunció sobreprecios en obras chinas en Entre Ríos: el acueducto “del Norte Entrerriano (La Paz-Estacas)” y el del “Riego en Zona Citrícola y Arrocera Mandisoví Chico”, que el gobierno de Entre Ríos anunció se construirían, tienen un sobreprecio de 326% superior al proyectado”. Para el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap) de Entre Ríos el costo de la obra La Paz-Estacas es de u$s 47 millones y para “Mandisoví Chico” u$s 45 millones. El Gobierno de Entre Rios dijo se invertirán u$s 300 millones, por lo que sobran u$s 208 millones que ya buscarán refugio en algún paraíso fiscal. 
  Ahora hay unos chinos que se comprometen a construir el paso trasandino de Aguas Negras, en San Juan, mientras una compañía del sur de China estudia hacer la limpieza del Riachuelo; esto obligaría a la producción de nuevas calculadoras que agreguen más ceros en los miles de millones para “la transa”.
  Los chinos son proveedores centrales de la “Revolución ferroviaria” que lleva adelante el ministro Randazzo. La obra está basada en una monumental  sobrefacturación; ya se conoció que –entre otros curros- por 25 formaciones de 8 vagones para la línea Sarmiento y 30 formaciones de 6 vagones y 4 locomotoras para la línea Mitre se pagaron en febrero de 2013 casi u$s 550 millones, cuando el gobierno turco compró 390 vagones por u$s 394 millones a la misma empresa china CSR.
  El gobierno turco –también capitalista- frente a los K aparece como “patriota” obligando a los chinos a invertir u$s 100 millones para instalar la fábrica de repuestos con 6.500 obreros. Randazzo miente haber gatillado u$s 550 millones por “los fierros” traídos a Buenos Aires. Los contribuyentes argentinos ofrendamos u$s 200 millones más que los turcos. Randazzo sigue al pie de la letra la voz de mando de Néstor Kirchner, Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi y Julio de Vido “enriquecerse con los sobreprecios”.
  Randazzo va a reprivatizar los Talleres Enfer/Tatsa entregándolos a los chinos y desarmando cualquier salida industrial propia.
  El fin de ciclo K es también el fin del régimen político que agotó la experiencia y no da espacio para nuevos “hombres provindenciales”. 40 años de fracasos no los resuelven gestionadores como Massa, Bossio o Boudou ni los castrados políticos como Scioli, Insaurralde o Randazzo y menos una oposición política afín a los fondos buitres y al pago de la deuda externa. 
  Hay que construir una salida colectiva fundada en la independencia política de los trabajadores, una alternativa obrera y socialista.
  (*) Miembro del Partido Obrero