miércoles, 4 de noviembre de 2015

¡Ahora aterrorizan a los enfermos oncológicos!

    “Los 12 nuevos centros de radioterapia para tratamiento del cáncer continuarán adelante si Scioli es presidente. Pensá bien tu voto” (sic), escribió ayer Daniel Gollán en su cuenta oficial de Twitter (@DrDanielGollán).
El mensaje del ministro de Salud de la Nación convulsionó a los pacientes oncológicos y a sus familias, muchos de los cuales vienen luchando en dos frentes: la atención de su enfermedad y la regularización en la entrega de sus medicamentos por parte del ministerio de Salud provincial, cuyo responsable es Alejandro Collia.
Luego de varias horas, en que el mensaje corrió como reguero de pólvora por las redes sociales, el ministro lo borró, alegando que le habían hackeado la cuenta, que él no había escrito eso. Pero a la vista de la campaña -que ya no es sólo sucia, sino hedionda- pocos le
creyeron.
Lo cierto es que muchos pacientes se sintieron conmocionados por las primeras declaraciones y no llegaron a enterarse de la desmentida. Marisa Ávila, quien es la cara visible de los reclamos por la entrega de drogas oncológicas, expresó que “sabemos que en los años electorales puede haber campañas sucias, pero esta vez se pasaron. Causaron mucha angustia en pacientes que, precisamente, tienen que disminuir su estrés para mantener sus defensas. Campaña o no, esto no se hace”.
Por su parte, desde Cambiemos, la senadora electa Lorena Petrovich expresó que “esto es parte de la campaña sucia. Mauricio (Macri) dijo que desde el primer momento que se le diagnostique una enfermedad crónica, el paciente tendrá la atención y medicación que necesita. Enfermos y adultos mayores son prioridad para nosotros. Y desde la provincia yo me comprometo a trabajar personalmente en este tema, del cual conozco muy bien la problemática, junto a María Eugenia (Vidal) que también es muy sensible al respecto”.
Las preguntas que caben son: ¿Consideran necesario los sciolistas incorporar estos métodos a su campaña? ¿No piensan en el daño que causan? ¿Están tan “nerviosos”…?
       Marta Santos