martes, 17 de septiembre de 2019

Cuando Perón y Balbín apoyaron a Pinochet

por Lisandro Martinez*

La Unidad Popular en Chile, llegó al gobierno en un ascenso de masas sin precedentes que se gestó contra la penetración imperialista desde 1967 durante el gobierno clerical de Frei. 
     El 4/9/1970 Salvador Allende con la UP ganó las elecciones presidenciales, con el 36%.
En las elecciones de marzo del ‘73 se produjo una gran polarización. La Democracia Cristiana perdió muchos votos que fueron al Partido Nacional (derecha) y a la UP (Frente Popular) que obtuvo el 42%. Así los militares se consolidaron como árbitros de la situación. El periodismo se cansó de ilustrar los acuerdos entre el PC, Allende y la DC. El 10/3/73 The Economist afirmó que el PC tejía una alianza para gobernar incluyendo al PS, uno o dos militares en el gabinete y un par de tecnócratas. 45 días antes se le pidió a la UP devolver 45 empresas que habían pasado al área Social y lo aceptó.
    “Allende consideraba que el retiro de los militares era una catástrofe. Estos impusieron condiciones para seguir en el gobierno: 1) Poner orden en la economía. 2) Poner límites o reprimir al movimiento de masas” (Política Obrera N°146 19/3/1973).
    Desde el 29/6/1973 la patronal chilena se había unificado tras las fuerzas armadas. El 4/9/1973 en el tercer aniversario del triunfo de la UP se movilizaron sólo en Santiago 500.000 personas exigiendo mano dura contra los militares golpistas desbordando al aparato de la UP.
   La UP dispuso una red de maniobras obstaculizando la predisposición de las masas obreras a defender al gobierno “socialista”. Los “cordones industriales” tenían armas suficientes para derrotar a los militares derechistas. Allende era impotente para regimentar a las masas mediante el parlamentarismo y el orden del capital. “Estados Unidos, Brasil y el Vaticano ayudaron al golpe de Estado en Chile, la CIA aportó U$S 9.785.166 dólares desde
1963 hasta 1973, los militares brasileños asesoraron a los chilenos sobre represión” (www.elmundo.es 09/09/2013).
     Perón y Balbín principales líderes patronales respondían al orden capitalista mundial eran parte de los acuerdos de exterminio contra el levantamiento popular que se registraba en el cono sur y que la derrota histórica del ejército de EEUU en Vietnam a manos del pueblo que se producía en ese momento lo subrayaba.
    El 16/5/1974 Perón invitó a Pinochet a la base militar de Morón.  Allí reforzaron el Plan Condor con la Triple A, la DINA, los gobiernos brasileño, paraguayo, boliviano y la CIA. Ese día Pinochet fue repudiado con gigantescas movilizaciones que obligaron al parlamento argentino a rechazar por mayoria la visita del chacal. Un sector del PJ junto a toda la bancada de la UCR se abstuvieron. Esa fue la señal que el poder político civil ya afilaba el cuchillo para la carnicería argentina de 1976.
   Los jóvenes revolucionarios que militaban en Argentina en PO días después del golpe en Chile hicieron un acto donde oradores que volvían de la experiencia trágica de Chile y otros sacaron conclusiones de esa derrota.
Esas “Enseñanzas de Chile” fueron un curso de formación que recibieron militantes y simpatizantes de Política Obrera en setiembre de 1973 (cuadernos GER N°3).
El curso analizaba -como lo hizo Marx con la derrota y masacre del primer gobierno obrero “La Comuna de Paris” en 1871- la necesidad de destruir el aparato del estado patronal para construir un gobierno obrero. En El 18 Brumario de Luis Bonaparte, subrayó que “todas las revoluciones anteriores perfeccionaron la máquina del estado y lo que se precisaba para transformar la sociedad era hacer que el estado desaparezca. El próximo intento de la Revolución Francesa ya no será, como antes, transferir la máquina burocrática-militar del estado de una mano a otra, sino hacerla pedazos, y esta es la condición para una revolución popular”.
Con la tesitura de que toda situación revolucionaria lleva los gérmenes de la revolución, se ahondaba en la tendencia de las masas a constituir organizaciones de defensa de sus conquistas y que ese era un rasgo inequívoco de la voluntad de transformar una situación revolucionaria en revolución triunfante. Se comparaban los Soviets en Rusia 1905 y 1917 a los “Cordones industriales” de Chile 72/73 pero no se requerian sólo medidas organizativas sino un programa político y una dirección obrera que lo lleve adelante. Si en lugar de una dirección revolucionaria se enquista una dirección conciliadora, estos organismos de poder pasan a ser solo de presión sobre el gobierno patronal. A los "Cordones Industriales" el estalinismo y el castrismo intentaron todo el tiempo liquidarlos.
A los responsables de la derrota obrera hay que señalarlos. 1º. Al PC y el castrismo con su Coexistencia Pacífica, actuaron para derrotar a los trabajadores. El PC llamó a confiar en los militares. Se opuso a toda acción obrera independiente (cordones, organismos de defensa, juntas de abastecimiento). Toleró allanamientos de fábricas y detención de militantes obreros. No investigó denuncias sobre torturas previas al golpe a suboficiales y soldados. Propició la devolución de empresas ocupadas y como democratizante trató de desviar a las masas con el: “hay elecciones en 1976”. Fidel en persona pontificaba que al socialismo se llegaba tambien por vía electoral. La izquierda de la UP por su nexo castrista creó una sumisión contrarrevolucionaria esto incluyó al MIR.
“Castro fue cómplice de la debacle de la UP apoyando el desarme de los Cordones y la desmovilización propuesta por Allende”(Política Obrera N°187 6/3/1974). Castro dejo correr a Allende el 30/8/1973 cuando pasó a retiro al Gral Prats un militar de su confianza y accedió a la presión golpistas que le impuso a Pinochet de Jefe del ejército esto precipitó el golpe de Estado.
Allende se esforzó siempre por mantener un equilibrio con el imperialismo. Se mantuvo en el Club de París para pagar la deuda y aceptó la intromisión imperialista sobre la economía nacional. En nombre de respetar la propiedad privada y la libertad de trabajo permitió a la gran patronal sabotear la economía, así el imperialismo creó el caos económico. Bajo la consigna de la alianza con “el ejército democrático” Allende y la UP protegieron a los genocidas que asestarían los más violentos golpes a los trabajadores a partir del 11 de setiembre.
El frente popular (castrismo/PC/PS) en Chile 1970/73 como en España 1936/1939 actuó como el taparrabos del fascismo que terminó en tragedia para la clase obrera.

   (*) Del Partido Obrero