martes, 24 de mayo de 2022

Más peronismo. Cristina conducción estratégica, Máximo 2023

 

por Omar Dalponte*

omardalponte@gmail.com 

   En verdad estamos cansados de oir y ver tanta pavada. Estamos hartos de que no se hable con claridad y de soportar que reinen los eufemismos. Las mentiras saturan nuestra capacidad de tolerancia. Desde nuestras filas, salvo las excepciones archiconocidas, a veces hay un ‘’guitarreo’’ infernal tratando de explicar lo inexplicable y una serie de justificaciones de tremendos disparates que ofende la inteligencia de nuestro pueblo. Desde la oposición, capitaneada por el macrismo, con Macri Mauricio como nave insignia, el caradurismo, la maldad y la brutalidad no tienen parangón. También, desde pequeñas pústulas derechosas, el delirio, los enormes desatinos y estupideces cargados de veneno fluyen como materia fecal de una napa freática contaminada. De manera que una catarata de barbaridades nos ahoga diariamente mientras vivir es cada vez más penoso.

  País difícil el nuestro. Teniéndolo todo, la inmensa mayoría de nosotros vivimos en medio de millones de dificultades. Tenemos todo. Incluyendo un pueblo extraordinariamente bueno que uno no se explica por qué razón, pasando las que nos hacen pasar no convertimos en llamas todo lo que tengamos al alcance de nuestras manos. Estamos mal. Y por más que algunos nos traten de explicar en difícil cosas del mejoramiento de la macro economía y otras yerbas, la realidad nos sacude cuando hay que pagar un kilo de pan trescientos pesos y mil un kilo

de carne. La realidad nos cachetea cuando, aún teniendo un trabajo estable miles y miles de laburantes están debajo de la línea de pobreza. La realidad es implacable. Mientras una minoría vive en la abundancia la mayoría de los argentinos vivimos en la escasez y comúnmente en la miseria.

  Así  es que  por más que algunos procuren tapar el cielo con las manos, cosa imposible, y que además pretendan que uno crea todo lo que nos dicen, no hay ninguna mentira que resista frente al hambre. En 2019 votamos esperanzados un gobierno al que sin dudas, y a pesar de la malaria que padecemos, seguiremos apoyando. Reconocemos su esfuerzo. No se nos escapa su acción altamente positiva desarrollada para que la pandemia que nos azotó y aun nos amenaza no hiciera más desastres de los que hizo. No queremos ni pensar que hubiese sido de nosotros si en lugar de gobernar Alberto Fernández desde el peronismo, lo hubiera hecho el animal de Mauricio Macri y su banda de delincuentes. Seguramente el último censo hubiese registrado la mitad de los casi cuarenta y ocho millones que hoy somos. El cincuenta por ciento de esta cantidad habría muerto por la peste.

   Reconocemos también al actual gobierno una serie de medidas que favorecen a nuestro país, a todos nosotros y que nos han prestigiado internacionalmente. Todo lo  positivo que se ha hecho es plausible, lo valoramos y defendemos. Pero más allá de la charlatanería de políticos y economistas que se desgañitan en los estudios de canales de televisión  es necesario reclamar que se termine con el aumento desmedido del costo de vida, que se ponga en vereda a quienes lucran con las necesidades extremas de nuestro pueblo, que se encuentre solución al problema de la desocupación, que se arbitren las medidas para que cada quien pueda vivir dignamente de su trabajo sin depender de las limosnas del Estado, que sin vueltas de hoja se pongan los salarios en el lugar que corresponde y que, en definitiva, se gobierne con más esencia peronista.

  La responsabilidad principal de encarrilar las cosas la tiene el gobierno. Pero desde las capas intermedias y desde la base militante del Justicialismo también tenemos la obligación, además de acompañar a quienes conducen, de sumar aportes concretos, abonando propuestas, exigiendo lo que debemos exigir y poniendo el pecho contra las difamaciones y acciones disolventes de la oposición macrista y sus secuaces. No es aceptable de ninguna manera que en la escena nacional, bancados por medios de comunicación dominantes y quien sabe que otros poderes, tremendos idiotas como el esperpento de Javier Milei o el cadavérico personaje José Spert tengan semejante protagonismo. Es difícil escribir en medio de tantas estupideces y chatura moral sin utilizar adjetivos calificativos fuertes. Alguien tiene que llamar a las cosas por su nombre. Y ante la presencia de estos personajes de opereta portadores de un mensaje brutal y provocador no vamos a responder con piropos ni otras linduras. ¿Qué nos pasa a los argentinos? Vamos a permitir que graciosamente pulvericen a nuestro país? ¿Qué nos roben todas las conquistas que con años de sacrificio y de luchas hemos sabido conseguir? Ganemos la calle. Recuperemos iniciativa en defensa de nuestros derechos y de nuestras libertades. De las libertades verdaderas, no la que proclaman los fascistas del subdesarrollo como Milei, Spert o la extraviada Patricia Bullrich. Por fortuna, de a poco, en nuestro Lanús vamos dando pasos positivos. El Partido Justicialista, en unidad, con sus nuevas autoridades elegidas democráticamente, hace escuchar su voz en fechas emblemáticas como en el día 7 de mayo conmemorando multitudinariamente el nacimiento de la gran Eva Perón. Por suerte lo vemos también en el trabajo de los concejales del Frente de Todos en el deliberativo local a favor de nuestros vecinos. Y asimismo lo disfrutamos recientemente en el magnífico acto realizado en el Club Podestá con la presencia del presidente del PJ bonaerense Máximo Kirchner y la asistencia de miles de compañeras y compañeros.

  Esto es lo que necesitamos entre otras muchas cosas. Un Partido Justicialista unido en operaciones. Como necesitamos que Alberto Fenández gobierne en plenitud, con decisión y coraje. Como necesitamos la conducción estratégica de Cristina Fernández de Kirchner, la institucionalización del Frente de Todos y proyectar a Máximo Kirchner como figura relevante del peronismo hacia 2023. Asi la vemos. Asi la contamos.

   (*) De Iniciativa Socialista