domingo, 26 de mayo de 2013

La semana en pocas palabras

Informe económico semanal del Banco Ciudad 

El flojo desempeño de la actividad económica sigue dando sus coletazos en el mercado laboral. Según informó esta semana el propio INDEC, la tasa de desempleo trepó al 7,9% en el primer trimestre del 2013, mostrando un aumento de 0,8 puntos porcentuales con respecto a un año atrás y de 1 punto con relación a fines de 2012.
En las zonas urbanas relevadas por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la cantidad de personas desempleadas ascendió a 925 mil, cifra que extrapolada a todo el territorio nacional, se eleva a 1,4 millones de personas, observándose un incremento de 118.000 desempleados con respecto al primer trimestre de 2012.
El deterioro del escenario económico impulsó caída de la tasa de empleo (-0,1 p.p.), mientras que la pérdida de poder adquisitivo elevó la cantidad de gente que busca trabajo (+0,3 p.p.), presionando sobre la tasa de desempleo. En paralelo, la tasa de subocupación ascendió al 8%, ubicándose por encima del registro de un año atrás (7,4%). En este sentido, el deterioro del poder adquisitivo asociado a las altas tasas de inflación, empuja a más personas a buscar activamente un empleo, tanto aquellos que no poseen una ocupación actual (desocupados), como quienes trabajan menos de 35 horas semanales y estarían dispuestos a trabajar más (subocupados).
El sector público fue la principal fuente de generación de empleo en el último año. Según datos de fines de 2012 (última información desagregada disponible), el empleo público creció un 4,6%, mientras que el empleo en el sector privado lo hizo en un 0,9%, con una caída de 1,6% en el segmento privado registrado, ampliándose la participación del Estado en el mercado de trabajo.
En esta línea, según datos del INDEC, el sector estatal concentra al 23,3% de los asalariados mayores de 14 años a nivel país, alcanzando una participación preponderante en ciertas provincias como Catamarca (45%), La Rioja (47%) o Santa Cruz, la cual se encuentra al tope del ranking nacional, con el 48% de los asalariados enrolados en el sector público. En las
mencionadas provincias, si se suma al empleo público el número de personas que viven de alguna subvención o ayuda estatal, se obtiene que 2/3 de la población de esas provincias posee ingresos que provienen directamente del Estado.
El sector público también gana preponderancia en la creación de empleo joven, aunque no alcanza a compensar la dinámica del sector privado. Finalizado el año 2012, el sector privado disminuyó la cantidad de empleados de entre 18 y 25 años en un 1,4%, siendo el crecimiento del empleo público de este segmento (9,1%) insuficiente para compensar la caída del sector privado. La contracara de este fenómeno es la sostenida tasa de desempleo entre los jóvenes, que se mantuvo en torno al 16%, duplicando la media del mercado laboral.
La mayoría de los jóvenes universitarios que se sumaron al mercado de trabajo durante 2012 lo hicieron en el sector público. En los aglomerados cubiertos por la EPH, la cantidad de empleados jóvenes con estudios universitarios completos que trabajan en el sector público prácticamente se duplicó en el último año, mientras que los que trabajan en el sector privado disminuyó en un 20%. Así, del total jóvenes universitarios ocupados, casi 1/3 lo hace en el sector público, duplicando su participación del año 2007, cuando ese porcentaje ascendía al 16%.
Pero el dato más preocupante es, sin lugar a dudas, que el porcentaje de jóvenes que no estudian, ni trabajan y ni buscan empleo (NINI) asciende al 16%, encontrándose bajo una situación de inactividad extrema. De este modo, si a los jóvenes “NINI” se suman aquellos que se encuentran desocupados y subempleados, se obtiene que 1 de cada 3 jóvenes de entre 18 y 25 años se encuentra con problemas actuales o potenciales de inserción en el mundo del trabajo, lo que representa una de las principales asignaturas pendientes tras una década crecimiento.