En un comunicado la familia de Pablo Grillo, informa que la salud del fotógrafo herido durante una movilización en Congreso protesta de por un proyectil de gas lacrimógeno arrojado por un gendarme, el 12 de marzo pasado "no está teniendo la evolución que se espera" a nivel neurológico, por lo que deberá ser operado nuevamente para cerrar una válvula que le habían colocado. Grillo se encuentra hoy en terapia intensiva, "clínicamente estable".