jueves, 10 de septiembre de 2020

El impuesto a las grandes fortunas y el Libro Gordo de Petete

por Lisandro Martínez*

Financial Times, el orientador universal de las patronales, el 3/4/2020 impulsó que los gobiernos intervengan en la economía y advirtió que la redistribución hay que ponerla en agenda junto a los impuestos a la riqueza.
      El 6 de abril el FMI publicó un informe del Departamento de Asuntos Fiscales donde sugiere políticas fiscales ante el covid 19 y aumentar las tasas del impuesto a las ganancias y a los bienes personales o de riqueza, con un “recargo solidario” (www.elcohetealaluna.com 26/4/2020).
    Que estas dos instituciones ultra reaccionarias se pronuncien en favor de estas medidas impositivas debería hacer reflexionar a quienes consideran que el proyecto para gravar las grandes fortunas del FITu es estratégico para la evolución obrera. Ya señalamos que al avance de las masas no lo puede reemplazar un impuesto ni el gravamen puede corregir a la incorregible democracia burguesa. Limar las asperezas de la explotación y presentarse como inteligentes, utilitarios y de confianza, capaces de usar a fondo los resortes democráticos, convierte a la izquierda en “democratizante”. 
    Cuando en 1789 en Francia, la Asamblea Nacional resolvió constituir un organismo conocido como “el Catastro”, fue el primer paso para que los burgueses triunfantes tuvieran una herramienta para descuartizar al régimen feudal expropiándolo en beneficio del pueblo en general y tal vez en ese momento se formateó la consigna “Impuesto a las grandes fortunas”. Eso pudo verse y cuantificarse en el Catastro de la revolución.
   El Proyecto de Impuesto a las grandes fortunas, diseñado por el estalinismo del Credicoop junto a Máximo y presentado por el gobierno de los Fernández, está dedicado a rescatar a las patronales.  El 20% de lo recaudado va a la “compra y elaboración de equipamientos e insumos” que aunque tuvieran una instrumentación sanitaria para combatir el covid 19, su
producción y venta será pagada a precio de oro por el estado y los consumidores. Otro 20% estará destinado al rubro “Empleo y Remuneraciones”, título que destaca sus propios fines. El 25% de recaudado se destinará a un subsidio a los pulpos petroleros para que exploren y desarrollen el gas natural a través de IESA e YPF. Otro 20% será para “becas estudiantiles” que las patronales utilizarán como mano de obra barata al fin de cursos. Y el último 15% se aplicará a la asignatura “barrios en proceso de integración urbana”, un subsidio para patronales de la construcción contratistas del Estado que aborden el plan de obras.
     Este mismo plan de socorro al santo patrono, tiene 11 propuestas en Europa y América del Sur: Italia, España, Reino Unido, Suiza, Rusia, Brasil, Perú, Bolivia, Chile, Ecuador y Argentina. Es muy educativo para entender en que está la izquierda en cada uno de estos países. Hay que destacar el caso de Suiza donde dos partidos de “la izquierda”, PST y POP, basaron su proyecto legislativo de “Impuesto a las grandes fortunas” en un estudio realizado por el Credit Suisse (www.swissinfo.ch/spa/covid-19_piden-aplicar-impuesto-solidario-a-millonarios-suizos).
      En este cuadro de quiebra social y económica creciente con regímenes políticos en un impasse que raja las paredes y donde los pueblos son manipulados por bancos y patronales, está claro que ningún “impuesto a las riquezas” va a defender “el bullón y el laburo” del pueblo trabajador. Si hay una carga impositiva que debe ser denunciada como la gran responsable de la pérdida de poder adquisitivo de los laburantes son los impuestos al trabajo que se devoran el 58,7% de los ingresos de los trabajadores según el diario de los explotadores, La Nación 29/6/2020, que no señaló que el 50% de trabajo informal y en negro aplana aún más el valor de la mano de obra y profundiza el cuadro de miseria social. 
     El Instituto Argentino de Análisis Fiscal ejemplifica: “Una familia tipo con un ingreso de $60.091 en bruto ($49.876) entrega al estado el 49,50% de lo que gana. ¿Acaso no le corresponde a la izquierda incorporarse a la acción en defensa del salario y no intervenir demagógicamente sólo para inmortalizarse en “el libro gordo de Petete” donde será encuadrada la izquierda como “progresista” por su acción parlamentaria para rescatar a la burguesía? 
    El impuesto a las grandes fortunas está diseñado para ir al rescate de los empresarios, quienes son subsidiados una vez más en detrimento de las condiciones de vida de las masas, con recortes salariales que incluirán las nuevas condiciones que vía covid se dispone a implementar el régimen del capital. 
    Si lo que se quiere es señalar una salida obrera y que la crisis no la paguen los que trabajan, no es serio pensar en una medida impositiva que incluso no la va a aplicar  un gobierno obrero sino los Macri y los Fernández.
Hay un PBI de dinero de los trabajadores argentinos depositado en los paraísos fiscales por los explotadores nativos. Son u$s400.000 millones.  Pocos países tan empobrecidos como el nuestro tienen un PBI guardado más allá de sus fronteras. Mientras, hay más de 8 millones de niños que tienen vulnerados sus derechos, 5 millones de ellos pasan hambre o no acceden a los nutrientes necesarios para desarrollarse, el 48% de esos niños, niñas y adolescentes son pobres en términos de ingresos y el 10% se encuentra en situación de indigencia (www.aldeasinfantiles.org.ar 2/8/2020). 
Es este cuadro de derrumbe nacional e internacional del capitalismo con su miseria generalizada, el pueblo está largamente habilitado a organizarse para acabar con el régimen o el régimen acabará con el pueblo. 
El PBI fugado al exterior debe ponerse en manos de un gobierno de trabajadores que, mediante un congreso obrero, aborde un plan de industrialización que la burguesía nacional ha abandonado por sus ataduras y dependencia y poner en marcha una salida sobre nuevas bases sociales. 
Frente a la parálisis que exhibe el régimen político bulle la inquietud y una deliberación dentro del mundo del trabajo que recorre a la clase obrera, que observa por la TV y también en vivo y en directo la desorientación general del alto mando capitalista y sus seguidores. 
Vamos por una campaña por las reivindicaciones urgentes, protocolos sanitarios en las empresas para detener contagios, paros exigiendo desinfecten los establecimientos, apertura de paritarias, salarios indexados, pase a planta de todos los contratados. Frenemos otra vez la reforma previsional. 
Gobierno de trabajadores.

   (*) Del Partido Obrero Tendencia