domingo, 13 de marzo de 2022

“Se la comieron doblada”. Macrismo. FMI. ¿FIT renovado?


por Omar Dalponte*

omardalponte@gmail.com

Al final el acuerdo alcanzado entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional  fue aprobado en la Cámara de Diputados de la Nación por amplia mayoría. Ninguna sorpresa. La Cámara Baja dio media sanción al proyecto de ley del oficialismo para refinanciar la deuda externa contraída por el gobierno de Mauricio Macri y su gavilla.

Las mayorías de los bloques de diputados del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio juntaron los votos necesarios para que dicho proyecto pase a la Cámara de Senadores sin inconvenientes. El resultado final fue 204 votos a favor, 37 negativos y 11 abstenciones. Votaron en contra cerca de treinta diputados en línea con Máximo Kirchner, también los representantes de la  izquierda y unos pocos personajes que por incalificables no vale la pena mencionar.

Lo ocurrido en esta sesión de Diputados no fue otra cosa que el final de una crónica anunciada. La fracción mayoritaria del Frente de Todos hizo lo que debe hacer el bloque oficialista: Apoyar la iniciativa de su gobierno. La oposición, capitaneada por el macrismo y acompañada por la servidumbre radical, no tuvo más remedio que votar positivamente. Después de la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque del FdT la oposición

quedó en una encerrona. Si votaba a favor ayudaría al gobierno. Si votaba en contra se pararía en la vereda ocupada por Máximo. Optó por lo primero rebuscando argumentos, vociferando y bailando al son del clásico guitarreo parlamentario. Como dirían los muchachos: “Se la comieron doblada”. Se sabe que los peronistas no son lerdos para las picardías. En 2019 con la fórmula Fernández–Fernández se quedaron con el santo y la limosna. Ahora recurrieron a la que hicieron unas cuantas veces: Abrir dos frentes aparentemente enfrentados para accionar a dos puntas: uno a favor y otro en contra del proyecto de acuerdo con el FMI. Uno para conseguir lo que el gobierno necesita. Otro con Máximo Kirchner como nave insignia de la reserva principista y de la coherencia que, a la vez, le permite asentar en la escena política nacional un núcleo base para impulsar la estrategia electoral con miras al 2023. Ganancia para Alberto Fernández que, si el proyecto pasa bien por el Senado, zafará de los apurones y presiones que vendrían del lado del FMI. Ganancia para Máximo que quedará instalado como defensor de la soberanía y líder corajudo capaz de levantar la voz frente a las desviaciones y debilidades del gobierno propio. No somos pocos quienes adherimos a la idea de apoyar las nuevas corrientes del Movimiento nacional, verdaderamente renovadoras,  enriquecidas por la fuerza de dirigentes jóvenes que partiendo de la doctrina Justicialista estén dispuestos a impulsar políticas fundamentadas en pensamientos y acciones emancipadoras.

   Párrafo aparte para destacar, más allá de nuestras diferencias, los excelentes discursos de Romina Del Pla y Myriam Bregman, ambas  del Frente de Izquierda y de los Trabajadores. Evidentemente esta expresión de la izquierda está avanzando en la conceptualización de la política. Además, el hecho de haberse desprendido de viejas momias que hasta despreciaban, como lo hace el anciano Jorge Altamira (en verdad José Saúl Wermus)  su propio apellido y origen, le permitió al FIT producir un cambio generacional y exhibir una nueva imagen que hoy resulta grata a algunos sectores de la sociedad. Alguna vez, en la lucha contra el capitalismo salvaje habrá que unir fuerzas para construir un país y un mundo más justos. No olvidemos que hoy,  en esta dolorida Argentina, tenemos frente a nosotros al macrismo,  expresión política dispuesta a destruir a nuestro país y acabar definitivamente con la dignidad de nuestro pueblo empleando su mayor ferocidad. El macrismo es nazismo, organización  que en su accionar político, principalmente desde el poder que pudo lograr entre 2015 y 2019, aplicó y aplica a rajatablas las once reglas de Joseph Goebbels. Reglas que, para finalizar esta nota nos permitimos transcribir en forma resumida.     

1.   Principio de la simplificación. Este principio se basa en la reducción de toda la complejidad de los distintos enemigos a una realidad muchísimo más discreta, desprovista de diversidad y muy fácilmente identificable.2. Principio del método de contagio. Este principio estaría asociado al anterior. Sus objetivos son sencillos: además de simplificar los hechos, se pretendería dispersar una serie de atributos a todos los sujetos que se acojan a ideas opuestas a las propias.  3. Principio de la transposición. En el momento en que se fuera objeto de una acusación ineludible, sería necesario señalar al otro por exactamente el mismo "error" que ha hallado en nuestra manera de proceder.4. Principio de la exageración y de la desfiguración. Este principio prevé que todo error del otro ha de ser aprovechado de forma inmediata. Para ello se procedería a desdibujar su relevancia y su alcance, de modo que pareciera un suceso mucho más grave o negativo (para los propios intereses) de lo que realmente es.5. Principio de la vulgarización. Este principio propone que las propiedades de los mensajes a comunicar han de adaptarse al nivel de los individuos que van a recibirlo, y en concreto al menos inteligente de todos ellos. 6. Principio de la orquestación. Las ideas que se quieren transmitir a la masa han de repetirse de forma continuada, usando distintos prismas y ángulos pero insistiendo en el mismo concepto.7. Principio de renovación. Este principio alude no al contenido, sino a las formas, y más en particular al ritmo con el que se transmite la información. El propósito sería generar tantas acusaciones que la víctima no dispusiera de margen temporal suficiente para excusarse o demostrar su falsedad. 8. Principio de la verosimilitud. Toda información debería estar sustentada por el mayor número de fuentes posible, algo que resultaba muy viable en la Alemania que este Ministro nazi de Propaganda proyectó (puesto que había prohibido cualquier medio que no comulgara con las ideas de su partido). En el mismo principio se contemplaba también la posibilidad de "camuflar" mentiras dentro de una noticia objetivamente cierta. 9. Principio de la silenciación. Este principio tiene el objetivo de acallar todas las noticias positivas sobre los rivales, usando los medios de comunicación afines a la causa. También se buscaría omitir noticias adversas sobre uno mismo o que desalentaran el ánimo de la población que se pretende manipular.10. Principio de la transfusión. A través de este principio se pretendería hacer uso de la historia de una nación, e incluso de sus mitos populares, para conectarlos de una manera directa con el contrincante a derrocar a través de analogías y equiparaciones. El fin es aprovechar un odio preexistente, cuya raíz se hunde en el acervo cultural y social común.11. Principio de la unanimidad. La pretensión de este principio es hacer creer que las ideas que se desea difundir gozan del consenso de toda la población, de forma que quienes las acojan como propias sintonizarán con la "opinión" que quieren hacer pasar como general.

Ya vemos. Coincidencia plena entre el accionar macrista y el catecismo nazi. Este es el enemigo a vencer. Por lo tanto dediquemos nuestros mejores y mayores esfuerzos en la búsqueda de unidad de las fuerzas populares y no perdamos tiempo en discusiones estériles.

   (*) De Iniciativa Socialista