por Alejandro Chitrangulo
La expresión del idioma ingles Burnout (contracción de Burn Out). Significa literalmente, “Quemado”. Tanto en ingles como en español puede asociarse con populares expresiones como “fundido”, “agotado”, “no doy más”, “tirar la toalla” y hasta el infantil ”no juego más”. Cuando esta situación se convierte en crónica da lugar a una patología denominada síndrome de Burnout.El burnout es un síndrome que aparece como una respuesta al estrés laboral prolongado, puntualmente cuando las demandas laborales exceden la capacidad de respuesta de una persona. Quienes lo padecen se sienten agotados, cansados, desgastados emocionalmente y de allí la expresión de estar quemado. Este síndrome puede acabar con la vida de una persona. Básicamente, es un trastorno emocional provocado por el trabajo y conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas cuando el fenómeno se somatiza. El Burnout es el principal originador de numerosas bajas laborales que impiden el normal funcionamiento y desarrollo de cualquier empresa.
explica la Dra. Verónica Martínez, médica especialista en Psiquiatría y Medicina Legal, y agrega: “Convivimos con el estrés cotidianamente, pero el problema surge cuando no cesa, como sucede en determinados ámbitos de trabajo”.
Síntomas
El síndrome del Burnout, a veces confundido con estrés laboral, ha sido definido por los especialistas como el nuevo mal del siglo. Dentro de la gama de síntomas que lo caracterizan, se puede experimentar astenia (Falta o decaimiento de fuerzas caracterizado por apatía, fatiga física o ausencia de iniciativa) y agitación al mismo tiempo (tics nerviosos, temblor de manos); palpitaciones; taquicardia y pinchazos en el pecho; aumento de la tensión arterial;
dolores musculares, sobre todo en la zona lumbar; cefaleas; problemas digestivos; trastornos del sueño e inapetencia sexual. El paciente suele sentir tensión permanente, comportamiento de riesgo, conducta violenta y distanciamiento emocional. También pueden tener cambios emocionales: actitud cínica, impaciencia, aburrimiento, irritabilidad, dificultad de concentración, depresión, baja motivación, comunicación deficiente y hostilidad. Estos síntomas terminan invadiendo la vida social y familiar del afectado, que opta por aislarse y quedarse solo.
El doctor Daniel López Rosetti, psiquiatra y presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés, define: cuando se llega al agotamiento emocional el paciente se siente sobrecargado por las personas a su alrededor y genera recursos emocionales disminuidos, dificultad para seguir trabajando o prestando un servicio. Cuando se presentan episodios frecuentes de cansancio emocional intenso en relación con su trabajo. Puede haber ocasiones en que alguien tenga síntomas de despersonalización: sentir que no se es dueño de su cuerpo y de su mente, sentirse en blanco, no poder recordar lo que se estaba haciendo, para dónde se estaba yendo, junto a una desorientación con angustia
La despersonalización: asume conductas deshumanizadas, automáticas, estereotipadas y disociadas, alejándose del otro como en un intento por terminar con el agotamiento. Clasificando a las personas en categorías y no como personas individuales, como mecanismo de defensa. Sensación de bajo logro personal: tiene un sentimiento negativo de sí mismo, baja autoestima, es indiferente y disminuye su contacto con la gente o busca cambiar de trabajo”.
Dejar el trabajo
Las profesiones más expuestas son aquellas que implican una interacción social constante y que requieren una actitud de cuidado hacia el prójimo. También aquellas que conllevan un acercamiento con riesgos inminentes, o peligro de muerte: enfermeros, médicos, anestesiólogos, maestros, administrativos de servicios, responsables de atención al cliente, policias y pilotos son los mas afectados. Una de las principales características del síndrome es que se produce en profesiones que uno ha elegido libremente, es decir, son más vocacionales que obligatorias. El problema surge cuando los horarios no les permiten solucionar todo lo que quieren o que habían idealizado la profesión y la realidad no se parece en nada a lo que había imaginado que era. La frustración se produce cuando ven que su trabajo no es productivo y sienten que su trabajo es baldío. Según datos recientes entre el 20% y el 30% de los médicos y profesores padecen sus síntomas. Los bajos sueldos, los escasos incentivos profesionales o la pérdida de prestigio social son también factores que propician la aparición del Burnout.
Lo más habitual es que el paciente reciba licencia laboral hasta su recuperación, luego habrá que evaluar caso por caso la conveniencia o no de retornar a su lugar de trabajo. No es lo mismo un médico que trabaja exclusivamente haciendo guardias que un empleado judicial que atiende al público en una mesa de entradas y podría ser reubicado en una oficina.