Anteayer, en el banco Supervielle, en 9 de Julio a media cuadra de Córdoba, muchos adultos mayores patentaron su paciencia a prueba de balas. Sucede que a las 13:00 se terminó la plata y pidieron a la compañía de transporte de caudales que les llevara más efectivo en forma urgente. Dijeron que llegarían a las 15:30 (el banco cierra a las 14:00) y los jubilados se quedaron esperando. Pero el dinero llegó a las 17:00. Muchos se habían retirado. Otros se quedaron y obtuvieron su “premio” luego de una larga espera. Los empleados no sabían qué hacer para entretener a la gente: organizaron sorteos y cantaron felices cumpleaños, repartieron dulces y gaseosas. Faltaban los globos y los payasos...A pesar de su voluntad y su buen humor, algunos ancianos estaban enojados: "¿No sabían que eran días de cobro? ¿Cómo sucede esto? ¡Otra falta de respeto! Saben que necesitamos la plata para poner la mesa navideña", eran los comentarios más suaves.
Conclusión: un funcionario del banco dijo que "lo que pasó es que no les daban el dinero a los transportistas porque no había disponibilidad. Fíjense que los billletes son nuevitos, nuevitos..."
Parece que tuvieron que poner la maquinita de hacer dinero a trabajar intensamente...
