domingo, 26 de marzo de 2023

El derrumbe de bancos, criptomonedas y plata dulce


por Lisandro Martinez*

Un tembladeral sistémico

La quiebra de tres bancos especializados en financiación de inversiones tecnológicas -Silicon Valley Bank, Signature Bank y Silvergate Bank- señalan un posible derrumbe en cadena.

El Credit Suisse (un banco offshore) fue afectado por las quiebras y el Banco Nacional Saudí anunció que no ampliaría su participación en ese Banco, por lo tanto el Credit Suisse fue comprado por el UBS.  

El Credit Suisse fue en la 2ª Guerra Mundial guarida del nazismo con un historial de pérdidas por guardar dinero ilegal de todo el mundo y en 2021 perdió miles de millones con los fondos Archegos y Greensil.

El First Republic Bank que atiende a grandes empresas tecnológicas, precipitó una operación de salvataje de 22 bancos que depositaron u$s30 mil millones (The Wall Street Journal 16/3/2023). Esto interroga sobre la sanidad de la economía de EEUU donde el pánico incuba recesión y la inflación no cede.

El capital ficticio en el régimen capitalista

Con el fin de la 2ª Guerra Mundial y el inicio de la guerra fría, el diseño de Silicon Valley fue impulsado por el Departamento de Defensa de EEUU para actuar al margen de la ortodoxia económica y ser bombero de futuras crisis. Las startups (las empresas tecnológicas)

ingresaron a la bolsa de valores como agentes dinámicos y sobrevivieron con inversiones especulativas del “libertario” Peter Thiel e inversores estatales y privados de la Costa Este, de Asia y de Europa.

 Los Bancos Silicon Valley y el Signature no hallaron quién los compre y debieron refugiarse en la ley de quiebras. En tanto el banco de inversión Goldman Sachs, asesor financiero del SVB, no pudo apropiarse de ese banco. En Gran Bretaña, el HSBC -¡mediante una Libra esterlina!- se quedó con la filial londinense del SVB por la falta de interés de otras empresas.

Las entidades bancarias ocultan pérdidas de magnitud sideral en sus balances. La agencia de gobierno FDIC, Corporación Federal de Seguro de Depósitos de EEUU, informó que las instituciones financieras de ese país tienen pérdidas que suman u$s 620 mil millones no contabilizadas (www.The Economist 16/3/2023). 

 El rescate por u$s 54 mil millones que aportó el Banco Central de Suiza levantó las acciones del Credit Suisse pero no su vulnerabilidad sistémica. En el Credit Suisse la oligarquía rusa guarda sus bienes millonarios.  

Vaciamiento de fondos estatales y contabilidad creativa fraudulenta

La quiebra de los 2 bancos especializados en financiación de inversiones tecnológicas, el Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank, asociados a las cripto monedas, ha puesto de manifiesto que los prohombres del régimen agotaron todos sus cartuchos y es hora de contabilizar las pérdidas por miles de millones. El SVB había producido “un milagro” basado en un burdo fraude al fisco donde colocaba dólares sin costo ni interés a dos manos distribuyendo millones entre todas las “startups”. A dos años de producido este fraude a los contribuyentes, la caída de bancos responde a la violación de las reglas económicas.

Las reglas económicas pueden violarse… pero no por siempre

Los Milei de EEUU pilotearon como gamberros el anteúltimo derrumbe de la banca ajustada a maniobras financieras e idas y vueltas de la industria tecnológica en California. Los libertarios del primer mundo propiciaron enjuagues y maniobras ilícitas que al magnate Peter Thiel se le ocurrieron, para facilitarle la vida al empresariado licencioso. Peter -dicen- es el gran responsable y protagonista de la caída del Silicon Valley Bank. Thiel es socio de Donald Tramp y se constituyó en el aprendiz de brujo y salvador de las startups, con malabares y violando leyes. Algunos dicen que Thiel logró en la catástrofe, rescatar el dinero de las principales startups. Esto lo investiga la justicia de EEUU, allí veremos como acomodan los tantos para salvar la ropa de la delincuencia de guante blanco.

Hasta el año pasado, la industria tecnológica era la nueva estrella que venía a liderar el ascenso del capitalismo de la mano de la tecnología de punta, pero rápidamente encontró su techo en la medida que los manipuladores del dinero de los contribuyentes se envalentonaron, entendiendo que tenían carta blanca para pedalear una bicicleta que no lleva a ningún destino, evadiendo leyes e intentando no dejar huellas.

De tirar manteca al techo a los despidos en masa

El colapso de SVB hay que revisarlo a partir de 2022, cuando la industria tecnológica despidió más de 150.000 personas. En las primeras semanas de 2023, Microsoft anunció 10.000 puestos de trabajo menos. Amazon dispuso 8.000 rajes y hubo varias olas de despidos masivos en Meta, Alphabet y otras compañías líderes del sector. Uno de sus principales manipuladores, Mark Zuckerber –el explotador de Facebook- anunció jubilosamente que el 2023 era el "año de la eficiencia" (explotar despiadadamente la mano de obra con la menor cantidad de trabajadores posibles y sin respetar leyes laborales). Las patronales del sector anunciaron una nueva ola de despidos y el fin de “una década gloriosa” después de un 2021 que rompió récords de inversiones mediante una “contabilidad sospechosamente creativa” en Silicon Valley. 

Metaverso (antes Facebook) y Salesforce perdieron más de u$s 700 mil millones en 2022. La grieta se produjo cuando la crisis  del capital impidió que las tecnológicas continuaran gozando de dólares gratis con los manejos espurios del SVB. 

Quieren que la crisis la garpen los laburantes

Los gurúes pidieron al empresariado que reduzca costos e inversiones no estratégicas. 

Con el fin de fiesta, TikTok anunció que cancelará el pago del gimnasio a sus empleados, el rembolso de WiFi y el pago diario de u$s 45 para almorzar. Los Ceos pidieron a las empresas reducción de costos y a Metaverso que reduzca drásticamente su fuerza laboral.

Los trabajadores van a defender sus derechos adquiridos y se agruparán para frenar la caza de brujas que se intenta descargar sobre ellos en el escenario explosivo del despilfarro patronal. 

Del exceso alcohólico a la resaca

La última década fue el sueño dorado de Tío Sam: tasas bajas y financiación sin costo a cargo de los contribuyentes. Con dinero gratis, préstamos crecientes y una clientela ávida de más dólares para proyectos de enriquecimientos personales e ilimitados. 

Ante las quiebras y recesión: Expropiar bajo control obrero las empresas que cierren o produzcan despidos y convocar al gobierno de trabajadores.

    (*) De Política Obrera