lunes, 5 de enero de 2015

Scioli el candidato más representativo

por Lisandro Martinez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

La mitología griega se sostuvo en una civilización campesina que no podía extender su visión más allá de una montaña donde la naturaleza y su falta de instrumentos científicos limitaban su horizonte. El campesinado todas las mañanas  elevaba su mirada hacia la colina cercana. Allí, en la altura, “sabía” por transmisión oral que vivía un dios todopoderoso, Zeus, capaz de convocar las nubes y distribuir las lluvias. La mitología griega no fue una religión pero sí un conjunto de relatos basados en esa bucólica experiencia; no obstante, esa transmisión oral fue escrita por verdaderos poetas cuyas narraciones al leerlas en el siglo XXI conmueven por la imaginación y la trama donde los héroes salidos de la pluma de Homero, Hesíodo, etc. Eran varones o mujeres destacados por sus virtudes y sus hazañas. 
 Con ese concierto de relatos y poemas, reyes y oligarcas helenos pudieron, entre otras cosas, sostener la división de clases y gobernar a sus siervos que tomaban como natural la fábula del Olimpo, donde los dioses eran impredecibles, unas veces estrictos y justos y otras crueles y vengativos; su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.
  Desde hace muchas décadas la burguesía internacional apeló incluso a por lo menos fotografiarse con los “héroes” del espectáculo para,
contagiada por la pócima de estas celebridades, ganar votos y adeptos a la hora de presentarse a elecciones como verdugos de los reclamos de los trabajadores o al momento de mandar a la guerra a la juventud (Elvis Presley en la guerra de Corea).  
  El imperialismo fue pionero en incorporar como candidatos a “héroes” pueblerinos relacionados con la mafia (clan Sinatra, gobierno de JFK), aportadores además a la campaña. La burguesía sudaca y de los países atrasados del mercado internacional, siempre dispuestos a bajar al Infierno del Dante a cambio de un guiño de sus amos, hizo parodias que terminaron vergonzosamente (Palito, Del Sel, Reuteman, Ricky Maravilla, etcétera) personajes reaccionarios, desclasados y con el nivel político de doña Rosa tan festejado por Neustad, que traen una única pretensión: asegurar su futuro y el de su familia. En Argentina elementos de retaguardia y hasta acusados de cuatrerismo (Samid) enhebran frente a “la tele” frases incoherentes sin remordimientos en una tarea de jibarización cuya víctima es el soberano. 
  Lejos están estas “celebridades” de la altura moral, la audacia y el ansias de libertad de aquellos personajes mitológicos destacado por su arrojo como Aquiles de La Ilíada de Homero o Sísifo que le puso grilletes a la muerte y durante años no murió nadie y por esa audacia fue condenado a arrastrar una piedra gigante por toda la eternidad (La Odisea de Homero) o Dédalo constructor del laberinto de Creta y de embarcaciones que navegaban bajo el agua, que junto a su hijo Ícaro decidieron escapar volando como los pájaros de una dictadura y para ello fabricaron alas con cera que fue consumida por el sol, muriendo uno de ellos (La Metamorfosis de Ovidio).
  Dentro de los “héroes populares” de la actualidad llamados a gobernar también se preparan ex futbolistas, hombres jóvenes que a los 30 y pico han quedado como outsiders manteniendo en un 99% una edad cerebral “fresca” rayana en los 9 años. La organización de la cosa pública aparece adecuándose a individuos carentes de todo roce con los distintos estamentos y educados en el individualismo más ramplón. Es muy difícil imaginar una clase política sin una cultura igualitaria que gobierne para el conjunto. Mientras que se educa a “los futbolistas” en un apartheid con similitud de incubadora, donde reciben cuidados físicos especiales y se los prepara para un estado mental de permanente ignorancia cuyo estadio lógico es una adolescencia eterna y enfermiza, separados de una  educación y de una salud pública únicas, se les ofrecen oportunidades de ascenso social especiales, alternando solamente con gente de su misma condición. Desde los 10 años estos individuos son entrenados en un régimen carcelario donde se troncha todo contacto con jóvenes con otras aspiraciones que no sean deambular detrás del balón. Este reservorio de “héroes populares” es presentado como modelo de vida para la juventud, no sólo en lo deportivo donde tal vez tengan ciertas habilidades distintas, sino que además los “niños eternos” son impulsados a reflexionar sobre el comportamiento humano, la neuro ciencia, etc. 
 Los representantes de la “farándula”, que el diccionario denomina “farsantes”, están a kilómetros del arte de la política militante y el que más lejos estuvo siempre es Scioli, traído a la política por ser campeón mundial náutico en una categoría donde nunca hubo más participantes que el propio “farsante”, un muchachote que nunca laburó, que “quemó” la cadena de locales de venta de electrodomésticos de su padre en aras de esa pasión ficcional “de competir” con la nada, hasta que en el “nadismo” perdió un brazo y fue convocado por Carlos Menem. 
  Este Pigmalión se preparó durante 20 años para decir frases hechas sin significado alguno, con asistentas que le leen los diarios y se los regurgitan para que pueda entenderlos. 
  Desde 2007 Scioli ha vaciado 77 hospitales de PBA, miles de escuelas, el Bapro -de la mano de los créditos impagos de su esposa Karina Rabollini-  el IPS, Caja de jubilaciones provincial. Por ser cautivo de la bonaerense y de la oficialidad relacionada con “los grupos de tareas” impuso “su mano dura” que parió una delincuencia más feroz aún que la que asesinó al reportero gráfico José Luis Cabezas y tiene como desaparecido a Julio López, víctima de los elementos genocidas que anidan en la PBA. 
  Scioli tiene un acuerdo con Granados, “patrón” de la “aduana” liberada que es el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, un agujero negro donde entran y salen sustancias de distinto tipo y procedencia todo el tiempo. Scioli además maneja las empresas de PBA (Ferrobaires, ABSA, Astilleros, Bapro, IPS, etc.) como cajas negras sin control y ha establecido una especulación inmobiliaria frenética; con Scioli los recursos de PBA van a la bicicleta financiera de los que fugan y lavan capitales, mientras se cae la provincia bajo el peso del ajuste kirchnerista. 
Scioli es “un campeón mundial” que representa a un régimen en franca descomposición; es necesario un gobierno de trabajadores.
  (*) Del Partido Onrero