lunes, 19 de enero de 2015

Si nos necesitan cuenten, sino mucha suerte

por Salvador Baratta*

La verdad hoy leyendo La Defensa Digital -pues yo la leo no como otros, que desayunan y se acuestan leyéndola pero dicen no leerla- fui mencionado en dos notas por una reunión celebrada en Pinamar, a la que en verdad no fui invitado, pero también fue dos días después de mi vuelta. Debo dejar claro pues luego de dos años de silencio que fui el primero en apoyar a Sergio Massa en Lanús y creo también en la provincia, mientras otros especulaban y contaban los porotos leyendo encuestas, lo mío fue espontáneo porque lo conozco y creo que es una alternativa válida. También debo decir que no entro ni entraré nunca en demostrar si se me tiene en cuenta o no, mostrando mensajes o fotos por redes que puedo recibir. Hablo con mucha gente del Frente Renovador y  otros políticos importantes y también con vecinos anónimos pero no menos importante, desde el lugar que me privilegió la ciudadanía con su voto junto a Hernán Colombo Russell y Alicia García, colaboradores de fierro tratamos de atender a todas las personas que se acercan al concejo, con  problemas chicos y grandes, algunas esperando horas que se las atienda y por sugerencia del personal llegaban a nuestra oficina, agradezco a esos empleados la confianza,  ellos sabrán por qué les recomendaban ser atendidos por nosotros. Luchamos causas en silencio -como drogas oncológicas y chicos con problemas de salud, personas agredidas por violencia de género- siempre sin prensa, por eso me da risa y lástima ver cómo se publican con autobombo subsidios de ayudas, como si los dieran de sus ahorros. Durante dos años con minoría por mi personalidad de lucha fui atacado y muchas veces tratado de desprestigiar, y ahora con la mayoría creo ser uno de los
más respetuosos, porque mi viejo me enseñó y  trato de enseñarles a mis hijas que cuando uno tiene ventaja es de mala persona el abuso. Lo mío mal que le guste a algunos, es la seguridad. Me preparé toda mi vida en eso, tuve el honor de conducir a valientes hombre y mujeres de la policía de la provincia de Buenos Aires de trabajar en el desbaratamiento de las bandas  más grandes del país. Con mi personal de la comisaría de Escalada fuimos los únicos policías en la historia, en estar infiltrados en una red de droga, llegando a meter presos a los narcos y policías corruptos. No obstante recibí en los años de la política toda clase de agresiones tratando de mezclarme con gente que  ni conozco, a veces pienso que los delincuentes de esas bandas tenían más honor que algunos. Es decir soy sin ser soberbio unos de los hombres que más saben de seguridad en esta provincia, más viendo que cualquiera hoy habla y escribe libros y notas de seguridad. Es como que yo salga a dar cátedras de salud. Por eso vale aclarar que lo mío es simple: llegué a lo más alto de mi querida fuerza. Puedo andar por mi barrio y mi ciudad luego de combatir el delito por años sin esconderme, pues siempre respeté con honor a mis enemigos  ocasionales  los delincuentes y traté de atender a los vecinos, formé una familia de la cual me enorgullezco, me retiré con nota por voluntad propia y me dedico a disfrutar el deporte del que soy un apasionado, como fútbol, tenis, artes marciales. Cuento con un grupo de amigos de la vida cuyas reuniones no las perdería por más cargo que tenga. Es decir soy un tipo feliz y agradecido a Dios por tanto. No busco trabajo ni me desvela el poder, para mí el poder es ser feliz. Por todo esto no me interesan las fotos. Si me necesitan  cuenten conmigo y si eligen a otros Dios quiera les vaya de lo mejor, porque  si  triunfan seguramente  no tendré que preocuparme por la seguridad  y tendré motivos para ser un poco más feliz. 
  (*) Concejal del Frente Renovador