domingo, 13 de diciembre de 2020

John Lennon, el que convocó a todos a ser héroes de la clase obrera

por Lisandro Martínez*

                Hace 40 años el 8/12/1980 un enfermo siquiátrico manipulado por los servicios de
inteligencia de Nixon asesinó a John Lennon justo cuando el poeta y músico transitaba la más plena etapa de madurez creativa y política de su vida.
Los “4 fantásticos” venían de barrios obreros de Liverpool una ciudad portuaria de Inglaterra donde la miseria y las necesidades imperaban y donde ellos de niños y jóvenes vivieron. Lennon, era hijo de un marino, y creció huérfano. Su madre se negó a criarlo. Su padre lo abandonó. Las duras vivencias, hicieron de él un rebelde. Su pasado fue su antídoto contra la fama y el dinero que lo obligó a responder con su responsabilidad social como artista comprometido con la humanidad.
    John  tuvo un progresivo desenvolvimiento humano y artístico y lo inició apenas tuvo uso de razonamiento político cuando revisó su segundo nombre: Winston, que le asignaron por Churchill el primer ministro inglés, que pedía al pueblo obrero “sangre, sudor y lágrimas” en medio de los bombardeos nazis que devastaban las barriadas populares. El “Winston” con el cual lo habían crucificado se lo quitó entendiendo que él no tenía nada que ver con el colonialismo ni la agresión a los pueblos más pobres que personificaba Churchill.
   A fines de los ‘60 Lennon se transformó en un activista contra la guerra de Vietnam cosa que estuvo vedada durante el periodo Beatles mientras vivió su representante. Lennon aseguró: “Epstein siempre trató de que no nos pronunciáramos sobre Vietnam. Hasta que con George acordamos: diremos que no nos gusta esta guerra. Fue la primera vez que saqué a relucir mi

bandera”. El segundo acto político fue decir: “Los Beatles son más grandes que Jesucristo”.
   En marzo de 1969 John y Yoko se casaron y decidieron usar la publicidad para promover la paz mundial. Pasaron su luna de miel en una suite presidencial en el Hilton de Ámsterdam

durante una semana, invitando a la prensa mundial a su habitación del hotel. La prensa amarillista entendió que la pareja tendrían relaciones sexuales frente al periodismo, pero la pareja en pijama estuvo sentada en la cama todo el tiempo. A los 7 días viajaron a Viena, a una conferencia de prensa. La segunda cama  fue planeada en Nueva York, pero John tenía prohibido entrar a EEUU por consumo de marihuana por lo que debieron volver a la cama esta vez en Canadá.
   En 1970 John se separa de los Beatles entendiendo que se abrían otros escenarios no tan glamoros pero sí de lucha política y social. Su comprensión dio un paso decisivo y agitó a las masas con su tema “Working class hero” para que toda la generación juvenil tome cartas en el asunto para colocar a la cabeza del combate por el cambio social a la clase obrera.
  “Te drogan con religión, sexo y tele / y tú te crees tan listo, independiente y libre / pero a mí me parece que sigues siendo un pueblerino atrasado / un héroe de la clase obrera es lo que tienes que ser”.
   Para 1971 John y Yoko  deciden instalarse en EEUU. En 1972, el presidente Richard Nixon por las declaraciones y la actividad política de loa pareja contra la guerra  inició el proceso de deportación de la pareja. La batalla legal duró cerca de 4 años.
           Lennon era según los servicios yanquis el enemigo público número 1 del gobierno de Nixon. John aún corriendo riesgos hizo campaña pública en la TV de EEUU, a favor del IRA irlandés y de los Panteras Negras, muchos de cuyos miembros ya estaban presos o asesinados por el estado. Su apoyo a estas causas no fue sólo de palabra sino que además contribuyó económicamente. Por su propia evolución se fue transformando en un cuadro de la lucha contra la barbarie de las guerras imperialistas. Mientras el espectáculo de las muertes masivas y  bombardeos sobre aldeas indefensas en Vietnam, ingresaba por la tele a los hogares yanquis, Lennon crea “Give Peace a Chance” que pasó a ser el himno oficial de las protestas contra la guerra en Wasinthong donde marcharon 250.000 personas coreando el emblemático tema contra la intervención yanqui a Vietnam.
  En 1971 John Lennon participó en EEUU en un concierto por la liberación del activista John Sinclair. El concierto enfrentaba  dos desatinos:
1. El aparato judicial estadounidense había condenado a 10 años de prisión a Sinclair por fumar marihuana mientras el gobierno norteamericano descargaba toneladas de bombas sobre Vietnam cuyo poder destructivo era superior a lo sucedido en Hiroshima.
2, Richard Nixon, un sediento de sangre, que autorizó la intervención de la CIA en Chile para derrocar al gobierno de Allende, había llegado a la Casa Blanca mediante una promesa que no cumplió: Poner fin a la guerra que al contrario la profundizó y extendió a otros países bajo su mandato.
 
            Lennon es reporteado en EEUU y señala: “Las revoluciones han ocurrido cuando alguien como Fidel, Marx, Lenin o algún intelectual, ha podido conectar a los obreros con las ideas revolucionarias. Pero aquí en  EEUU los obreros aún no han despertado, siguen pensando en los automóviles y las teles como la respuesta. Todos los estudiantes de izquierda deberían hablar con los obreros.”  (Entrevista con Tariq Ali y Robin Blackburn en 1971)
Lennon fue más allá de su canción “Todo lo que necesitas es amor”. En EEUU trabó amistad con los 8 activistas  que fueron imputados en “el juicio de los 8 en Chicago” y frente a ellos reconoció el fracaso de “flower power” y criticó lo que esos pacifistas y él mismo encarnaron y concluyó que ahora se necesitaba más que buena onda para acabar con la injusticia social en el mundo.
   Luego creó otro  himno internacional “Imagine” (1971) donde reclamó por un mundo, sin religión, sin fronteras y sin propiedad privada ya que a esos factores había que erradicarlos de la convivencia social. Imagine, señala que para vivir en armonía es preciso acabar con las diferencias sociales. Lennon colocó en Imagine que no necesitamos vivir pensando en el infierno cuando estamos vivos  ni cuando vamos a morir y así podremos vivir plenamente nuestra existencia: “Imagina que no haya propiedad/ Me pregunto si tú puedes/ No necesitar ganancias, ni padecer hambre / Una hermandad humana”.
        Y llamó a reflexionar: “Puedes decir que soy un soñador / Pero no soy el único / Espero que un día te unas a nosotros / Y el mundo entonces será mejor”.
       Todas nuestras energías por el gobierno más humano: el Gobierno Obrero

    (*) Del Partido Obrero Tendencia