Fue el bocazas mayor del dariismo, el concejal Jorge Montero, quien no tuvo empacho primero en amenazar con "mandar diez giles a la marcha para que pudran todo". Eso lo dijo delante de varios de sus pares. Y luego, el mismo bocazas dejó entrever por la radio oficialista de Lanús que tanto delito en este distrito podría ser parte de un complot.
Ahora, la misma fuente municipal que le contó a La Defensa sobre los guachiturros que el secretario de Seguridad, prepara como un ejército paralelo, advierte que además Mariano Amore, tiene como mano derecha a un parapolicial experto en armado de causas, quien estaría por involucrar a concejales opositores en denuncias falsas, efectuadas por gente de malvivir a su servicio.
Es que al oficialismo se le fueron de las manos los concejales de la oposición, que van entendiendo que no sólo su presencia en las marchas no es contraproducente, sino que son recibidos con entusiasmo. Al grupo social que concurre a las marchas -por lo menos hasta que no los infiltren con guachiturros- no le molesta ni la presencia policial, ni la presencia de los políticos, sean opositores o del mismo oficialismo, muy por el contrario.