miércoles, 1 de mayo de 2013

La poda estacional


por Alejandro Chitrangulo

Llego el mes de mayo, con él llegan las primeras heladas matinales que ponen fin a la caída de hojas de los arboles. Si bien los expertos consideran que muchas especies pueden recibir una poda formativa pequeña en cualquier época del año, con la finalidad de disminuir riesgos o descubrir las luminarias tapadas; la cultura popular sabe desde siempre que los mejores meses para podar son los que no tienen la letra “R” en su nombre, que coinciden casi totalmente con la estación invernal. Esta idea está basada en una premisa simple, con la perdida de las hojas los arboles retraen la savia a las raíces entrando en un estado de hibernación. Esto hace que los cortes “sangren menos” y cicatricen más rápido, minimizando el riesgo de entrada de agentes patógenos.
La mala poda
La razón más dada para realizar una poda es la de reducir el tamaño del árbol. A menudo los vecinos pensamos que los árboles se han hecho demasiado grandes para el espacio que hay en la propiedad o la vereda. También nos afecta la inseguridad y el hecho de que  los arboles producen sombras y oscuridad es considerado como situación propicia para que los delincuentes se oculten a la espera de desprevenidos transeúntes. De esta manera terminamos acusando a los arboles de línea como participes necesarios en un problema que es mas policial que ecológico y terminamos destruyendo valiosos arboles que constituyen la primera barrera de defensa contra la contaminación ambiental.
Es común muy común suponer que los árboles grandes son un riesgo. Pero la poda o desmoche indiscriminados dejando garrones o ramas laterales que no son lo suficientemente grandes para asumir el papel terminal, es quizás la práctica más dañina que se le puede hacer al árbol, y lo peor de todo es que este método es muy viable para reducir la altura pero no reduce el riesgo. De hecho, el desmoche hará a un árbol más peligroso a largo plazo.
El desmoche o poda realizado por particulares inexpertos, empresas no especializadas o con personal poco capacitado suele eliminar del 50 al 100% de la copa de un árbol. Esto le causa un terrible estrés al árbol.  Al ser las hojas las “fábricas de alimento”, éste puede “pasar hambre” temporalmente. 
La gravedad de la poda estimula un tipo de mecanismo de supervivencia. El árbol activa las
yemas latentes, provocando un rápido crecimiento de múltiples brotes debajo de cada corte ya que necesita producir una nueva generación de hojas tan pronto como sea posible. Si un árbol no tiene las reservas energéticas para eso, se debilitará gravemente y puede incluso morir.
Un árbol estresado es más vulnerable a plagas y enfermedades. Las grandes heridas abiertas exponen la albura y el duramen a un ataque ya que al carecer de la energía suficiente para “defender” químicamente las heridas contra una invasión dejan la puerta abierta a algunos insectos que son atraídos a los árboles bajo estrés mediante señales químicas.
La poda indiscriminada crea riesgos y gastos
El mecanismo de supervivencia que lleva a producir brotes múltiples debajo de cada corte le causa un gran gasto energético al árbol. Dichos brotes se desarrollan a partir de yemas cercanas a la superficie de las ramas viejas. Al contrario de las ramas normales que se desarrollan en un “alveolo” de tejidos de madera que se superponen, estos nuevos brotes sólo están anclados a las capas más superficiales de las ramas madres.                                                   Los nuevos brotes crecen muy rápido, en determinadas especies hasta 6 metros por año. Por desgracia, los brotes tienen una gran tendencia a romperse, en especial durante fuertes vientos. La ironía es que mientras el objetivo de desmochar era reducir la altura para hacerlo más seguro, el árbol en poco tiempo se ha convertido en un riesgo mayor de lo que era en un principio.                                                                                                                                  Por esta razón la poda resulta cara. El costo de un desmoche no se limita a lo que cobra la persona que lo realiza. Si el árbol sobrevive, necesitará otra poda en pocos años. Deberá ser reducido de nuevo o limpiarse el daño provocado por las tormentas. Si el árbol muere, deberá ser derribado. El desmoche es una práctica que exige un gran mantenimiento.
Otro costo de los árboles desmochados es la responsabilidad potencial. Esos árboles son propensos a romperse y pueden ser un riesgo. Debido a que el desmoche se considera una práctica de poda inaceptable, cualquier daño provocado por la falla de una rama de un árbol desmochado puede llevar a un veredicto de negligencia en los tribunales de justicia.
Algunas alternativas
El desmoche afea los árboles. La estructura natural de la ramificación de un árbol es una maravilla biológica que a todos los que amamos la naturaleza nos gusta apreciar tal como Dios la creo.                      
El desmoche elimina los extremos de las ramas, dejando garrones feos que destruyen la forma natural del árbol, se ve desfigurado y mutilado, luego con las hojas se convierte en una densa bola de follaje a baja altura que incluso genera mucha mas sensación de inseguridad por qué no permite que ingrese libremente la luz de las farolas del alumbrado público. 
El árbol que ha Sufrido un desmochado nunca recobrará por completo su forma natural. Hay momentos en los que un árbol debe ser reducido en altura o extensión Existen técnicas recomendadas para hacer esto. Si es posible, las ramas deben eliminarse hasta su punto de origen. Si se tiene que acortar una rama, debe ser hasta una lateral que sea lo suficientemente grande como para asumir el papel de rama principal. La regla general es cortar hasta una rama lateral que sea como mínimo 1/3 del diámetro de la rama que se desea eliminar. El método de reducción de ramas ayuda a mantener la forma natural. Sin embargo, si los cortes son grandes, el árbol no podrá cerrar y compartimentar las heridas. Algunas veces, la mejor solución es cortar Algunas veces, la mejor solución es cortar el árbol por completo y reemplazarlo con un ejemplar de una especie más adecuada para el lugar.
La falta de información de los vecinos, a la hora de tomar determinaciones con respecto al arbolado urbano puede ocasionar daños incorregibles en el patrimonio arbóreo. Por eso la poda esta prohibida en todo el partido. No pode el árbol de su vereda sin antes consultar en el municipio.