domingo, 23 de febrero de 2020

Alberto y el régimen político al rescate del FMI hambrean a jubilados y trabajadores

por Lisandro Martinez*

El mito urbano que subraya las diferencias entre “el salvajismo neoliberal macrista y la política de justicia social del PJ, K, Frente por todos, de Alberto Fernández y CFK”, se ha evaporado en el aire con sólo dos meses de gobierno del dúo FF y el maquillaje resbala como manteca derretida, dejando al descubierto las más arteras medidas del gobierno contra el pueblo.

Volver al futuro 2001
Hay que destacar que la deuda externa actual es responsabilidad de Macri y también del pejotismo-massismo que lo acompañaron desde 2015 a 2019 como aliados dentro del Parlamento, para que salieran los peores ataques contra el pueblo bajo el formato de leyes. Este recordatorio involucra a la mayoría de los pasajeros del colectivo “Frente por todos” que ha sostenido, en cada uno de los momentos más cruciales la política del gobierno de Mauricio de despidos y recortes jubilatorios.
Se están dando pasos decisivos que imitan a otro gobierno peronista: el de Rodriguez Saa, que acicateado por el FMI en 2001 declaró el default.

Argentina colonial
El gobierno acordó firmando principios, procedimientos, obligaciones y derechos con operaciones con títulos públicos emitidos bajo ley extranjera. Economía justificó esta medida al señalar, que por la ley 27.544, se declaró prioritaria para el interés de la Argentina, la restauración de la sostenibilidad de la deuda pública emitida bajo ley extranjera. Esto es una imposición colonial, de las que Alberto conoce bien, desde el momento que trabajaba a las órdenes de Menem/Cavallo, estructurando la jubilación privada. Entonces todo el pueblo trabajador rechazó de plano la estafa en cada una de las fábricas y empresas donde las
AFJP íban a vender espejitos de colores apalancados por leyes votadas “democráticamente” por el Congreso Nacional.

Peligro de quiebra
Para el FMI -que tiró manteca al techo desde el 2015 por orden de Trump prestándole a un país gobernado por una clase social parasitaria y evasora- peligra su continuidad, y el espectro de la quiebra del organismo financiero internacional está a la vuelta de cualquier esquina porteña.
   El capitalismo argentino tiene como deriva autodestruir las mejores oportunidades, por su incapacidad devenida en postración ante los consorcios internacionales. El caso paradigmático es Vicentín, la principal agroexportadora de capitales nacionales, un monopolio cerealero, con ganancias siderales. Esto es clave a la hora de entender a una clase depredadora –sin salida- que transformó a la nave insignia del negocio nacional más próspero, la venta de granos, en una plataforma de maniobras de créditos truchos, aportes millonarios al macrismo (Lilita Carrió), lavado y fuga de capitales en combinación con el entonces presidente del Banco Nación, González Fraga. Ahora al momento de las imputaciones entre el FT y Cambiemos, se corporiza una vez más el caso de que el muerto se asuste del que va camino al patíbulo.

Alberto va a destruir el régimen jubilatorio
Desde hace décadas distintos gobiernos vienen vaciando ANSES, utilizando la recaudación millonaria, para enjugar las quiebras de sus negocios. Que la recaudación pase a manos patronales es una iniciativa que intentó consolidar la dictadura militar y tiene como objetivo acabar con el método de reparto para miles de aportantes y que el salario del jubilado sea un subsidio de pobreza.
   La lucha enérgica por preservar los derechos previsionales y jubilatorios del pueblo argentino no es nueva y ya Pappo en 1992 en pleno menemismo cantó “Mi vieja va a la plaza con pancartas/ Con las pancartas que yo mismo le armé/ Ella protesta porque ya está harta /De que le afanen una y otra vez/ De que le afanen una y otra vez”.
   La última versión de los saqueadores previsionales fue aprobada vía Congreso Nacional en diciembre de 2017 y frenada ese mismo día en las calles.
Se calcula que, desde la “reforma previsional” a fines de 2017, un jubilado de la mínima perdió $43.000 entre diciembre de 2017 y diciembre de 2019 (www.ambito.com 17/2/2020)
   El peronismo en el poder, vuelve una y otra vez a intentar destruir las conquistas obreras. La movilización popular deberá tomar los recaudos, para derrotarlo definitivamente.

La reforma previsional mais grande do mundo
El achicamiento de la pirámide de las jubilaciones viene de lejos. Una oficial costurera en 1979 se jubiló con una suma de dinero, casi igual al salario mensual que recibía.  La diferencia en contra era que solo no percibiría, una suma igual al costo mensual del pasaje para trasladarse a su trabajo. Al año ya su jubilación se había reducido, a la mitad y en 5 años ya se ubicaba en el pelotón de los condenados a la mínima.
   En diciembre de 2019 se suspendió la movilidad jubilatoria y el 14/2/2020 Alberto decidió dar un aumento de $1.500. Pero para acceder a una canasta para no ser pobre o indigente, necesitás ingresar $1.333 diarios para parar la olla, con lo que los $1500 y el incremento de 2,3% votados por los fernandistas, sumados a las Tarjetas Alimentar aprobadas por el Papa y sus chupacirios, más el 15 % de aumento en las AUH no alcanzan para cubrir la canasta de indigencia de los empobrecidos. Por lo que la campaña contra el hambre votada en el Parlamento por los diputados del FIT, se revela como una verdadera inutilidad cuya única función, es distraer al pueblo hambreado para que pase el ataque del FMI.

La deuda externa es altamente inflacionaria
El FMI a quien responden Alberto y todo el régimen político pretende destruir el régimen jubilatorio y ya han operado una poda de las jubilaciones del orden de los $100 mil millones y tienen tambien en la mira al poder judicial, por lo que jueces y fiscales están amenazando jubilarse antes de la posible reforma jubilatoria. A esta carnicería social están asociadas la mayoría de las burocracias sindicales quienes o se hacen los giles o como el caso de Yasky del Suteba que se pavonea señalando “el sistema jubilatorio es inflacionario”. El esquema del PJ es aplicar la movilidad jubilatoria con seis meses de atrasos, sin importarles que estamos en una economía de corte inflacionario porque debe soportar el pago de una deuda usuraria.
   Refuerzan todos estos datos nuestros pronósticos: “default acordado” rebelión en las calles y levantamiento popular en Argentina, que ya señalamos en la edición de La Defensa de Lanús del 9/2/2020 que titulamos “El pueblo argentino marcha a la rebelión”.

  (*) Del PO Tendencia