lunes, 5 de octubre de 2020

La opción siempre es la misma: Patria o colonia

por Omar Dalponte*

omardalponte@gmail.com  

A lo largo de nuestra historia los argentinos hemos vivido momentos muy difíciles. Como ocurre en todos los países del mundo. Unos más, otros menos, cada cual goza y sufre lo suyo. Pero, con seguridad, podemos afirmar que de los últimos ciento cincuenta años tal vez sea éste uno ce los peores. O sea que somos protagonistas de un tiempo funesto. Pandemia mediante todo está embrollado. Las situaciones que vivimos cotidianamente están llenas de complicaciones. La vida, nuestras vidas están alteradas de tal manera que, sin ninguna duda, todo lo pernicioso de este momento tendrá una influencia negativa en el futuro. Los niños y adolescentes de hoy que despiertan por las mañanas y durante todo el día ven imágenes y escuchan palabras cargadas de color y sonido a muerte van incorporando a su personalidad dosis de dolor y depresión que, a la larga, tendrán sus efectos en el comportamiento de esta generación frente a las necesidades nacionales. Para colmo, estas jóvenes almas no encuentran en las dirigencias actuales suficiente honestidad, capacidad y voluntad que signifiquen ejemplos dignos de ser imitados. Así es que la construcción de nuestro futuro está más que comprometida, pues la sociedad del presente no puede hacer pie en esta actualidad convertida en un lodazal. A  los problemas tradicionales se agregó la peste

y...cartón lleno.
Pero hay que seguir viviendo y no es llorando sobre la leche derramada como saldremos

adelante. Los problemas de un país se resuelven, si es que se resuelven, siempre por medio de la política. No hay otra manera. Y  en lo que respecta a la política nuestra de cada día, los diferentes acontecimientos nos han conducido hacia un lugar en que, electoralmente, hay dos bloques enfrentados: El que está compuesto por la derecha macrista, dueña de un paquete accionario nada despreciable, que funciona como socia y dispositivo político de los monopolios, o sea de los sectores concentrados de la economía y de las finanzas. Esta derecha, en el camino que emprendió para apropiarse de la Argentina y convertirla en una colonia sin honor, supo reclutar de los pantanos de la indignidad a un cipayaje variopinto – cuya expresión con mayor territorio es el radicalismo - y plantarse como una fuerza electoral que logró apropiarse de un caudal electoral no menor. Enfrente estamos nosotros, compartiendo a los codazos un agrupamiento numeroso, heterogéneo, con un componente nacional importante dentro del cual – hay que reconocerlo y decirlo - no escasean los espíritus mediocres, los apresurados, retardatarios y oportunistas pero que -por fortuna – por ahora conserva como eje al Peronismo y se puede apoyar en pilares valiosos como la Confederación General del Trabajo, variantes de la Central de Trabajadores Argentinos y organizaciones sociales que, sin claudicar  frente a los poderosos, aportan lo suyo positivamente. Aquí, en lo que denominamos “el campo popular”, hay número. Pero falta organización. El año próximo habrá – si no se cumplen los presagios duhaldistas – elecciones de medio término. Muy importantes para consolidar nuestro gobierno. O para que, una vez más, se nos mueva el piso y nos desbarranquen. El 2021 es de fundamental importancia. Si el bloque en el cual lo nacional tiene una base interesante gana las elecciones seguiremos teniendo Nación y se ampliarán las posibilidades para continuar luchando por la patria justa, libre y soberana. Si por desgracia, debido a un desvarío del electorado se perdieran las elecciones frente a la derecha recalcitrante que representa el macrismo neoliberal, un manto de calamidades y miserias cubrirá a la Argentina tal vez por largo tiempo.
Organizarnos, crecer y constituir un frente sólido para triunfar en 2021 es una tarea obligatoria e ineludible para todos los argentinos bien paridos. Si nos dejamos estar y permitimos que el conservadurismo neoliberal se quede con el santo y la limosna, no habrá futuro para el pueblo. Habrá futuro para las clases dominantes. Preparémonos, organicémonos desde abajo, no tiremos a la Argentina a la basura. No somos alarmistas. Simplemente somos militantes realistas que tenemos muy en claro que en esta lucha del pueblo contra el antipueblo la opción sigue siendo la misma: Patria o colonia.

   (*) De Iniciativa Socialista