sábado, 23 de enero de 2021

Palpitando la final, el recuerdo de una conquista inolvidable

por Marcelo Calvente

marcelocalvente@gmail.com

Lanús Campeón de la Copa Sudamericana 2013
Consolidados en su cargo los mellizos Barros Schelloto, Lanús logró la incorporación de Ismael Blanco, delantero surgido en Colón que llegaba a Lanús con 29 años después de jugar varios años en Europa. Otro que arribó fue el Pochi Chávez proveniente de Boca. Por su parte emigraron Valeri, Fritzler y Mauricio Pereyra, que en un pase muy conversado, se terminó yendo con el torneo empezado. Desde su llegada, los famosos entrenadores, que desconocían absolutamente el mundo Lanús, se recostaron en la experiencia y los conocimientos de Ramón Cabrero, quien ya vuelto y recuperado de la dolencia que lo había aquejado en Colombia asumía nuevamente su cargo de coordinador general del Fútbol Amateur del club. De todos los técnicos que tuvo Lanús en tiempos en los que Ramón ocupó ese lugar, sin duda alguna fueron


los Barros Schelotto quienes más y mejor dialogaron con él.
    Gran arranque Granate en el Apertura 2013: ganó los tres primeros, empató con Racing en Avellaneda el cuarto y se mantuvo invicto hasta la 15ª fecha, cuando cayó en San Juan ante San Martín por 3 a 1. Llevaba hasta ahí 7 victorias e igual número de empates, sin haber bajado del segundo puesto. Lo venía peleando desde el comienzo con River, más adelante se sumaron Newell’s y San Lorenzo. En las cuatro últimas fechas, el equipo de los mellizos ganó un solo partido: a River en La Fortaleza y por 5 a 1, pero no pudo superar ni a Belgrano ni a San Lorenzo y perdió en La Plata ante Estudiantes, partido jugado en la tarde del lunes 10 de junio. Minutos antes de comenzar el encuentro, un socio de Lanús, Javier Gerez, de 38 años, miembro de la Subcomisión del Hincha, falleció en el acceso al estadio ejecutado a corta distancia por un policía bonaerense, como consecuencia de los incidentes que se desataron durante un operativo policial que actuó con innecesaria violencia, provocando la reacción de la parcialidad granate. La noticia del fallecimiento de Gerez se conoció en el entretiempo y de inmediato se suspendió el partido. Estos incidentes y el trágico desenlace fueron un golpe muy duro para Lanús, que iba a La Plata con chances de ser campeón, pero tras los disturbios el equipo perdió concentración y se fue al descanso perdiendo 2 a 0. El encuentro prosiguió el 19 de junio y el resultado final no se modificó. Newell’s fue el campeón, River el 2º y Lanús se quedó con el 3º puesto. Silvio Romero, de gran torneo, fue el goleador del equipo con 9 conquistas, dos menos que Gigliotti y Scocco, los líderes de la tabla. Una vez más, Lanús clasificaba para la Libertadores 2014, pero antes debería disputar la Copa Sudamericana 2013.
   Desde el bochorno de 1997 en Arias y Guidi ante el Atlético Mineiro, Lanús había vuelto al plano internacional recién nueve años después, cuando clasificó a la Copa Sudamericana 2006. A partir de entonces había tenido asistencia perfecta, ya que en cada año había ingresado a uno de los dos torneos continentales. En el segundo semestre de 2013, junto a Vélez, River, Racing, San Lorenzo y Belgrano, Lanús jugó la Copa Sudamericana, a la que ingresó directamente en segunda fase, donde eliminó a Racing, al que superó con claridad, tanto en Avellaneda (2-1) como en la revancha en Lanús (2-0). El equipo se había reforzado con la llegada de Melano, el Pelado Santiago Silva y el ídolo más querido del club, Lautaro Acosta, que volvía luego de sus pasos por Sevilla y Boca. También Leandro Somoza, que dejó Boca para venir a Lanús. Todos esos refuerzos se adaptaron rápidamente al equipo y le dieron un significativo salto de calidad. En octavos de final enfrentó a la Universidad de Chile, a la que aplastó de local por 4 a 0, con goles de Silva, dos de Melano y el cuarto de Lautaro Acosta. El partido de vuelta terminó 1 a 0 en favor del equipo chileno, pero la clasificación nunca estuvo en riesgo. El adversario de cuartos de final era nada menos que River, que en la ida en Lanús festejó el empate en cero.
     El Grana encontró el gol de visitante a los 7’ con un tacazo del Pulpito González, después de una apilada del Pelado Silva, que habilitó a Somoza, el ex Vélez y Boca le pegó de afuera defectuosamente y el Pulpito corrigió con un lujo. A partir de ese gol, River tenía que marcar dos. Lanús manejó el trámite con tranquilidad, haciendo correr la pelota y sin descuidarse en el fondo, hasta los 32’ de la etapa inicial, cuando una explosiva jugada colectiva, con desborde de Melano, Acosta que amaga tomarla pero la deja pasar para el Pelado Silva que aparece sólo en el área chica para empujarla. Y el tercero fue a los 71’, cuando ya todo River estaba entregado, tras una gran apilada de Lautaro por izquierda, quien habilitó a Ayala para que sin oposición marque en el área chica ante la incredulidad de todo el público local y de su técnico, Ramón Díaz. El descuento para el local llegó a los 82’ por parte del ex granate Teófilo Gutiérrez. Superado River, el panorama de Lanús se aclaraba enormemente.
   La ida por la semifinal ante Libertad de Paraguay se jugó en el pequeño estadio Nicolás Leóz, con capacidad para 10.000 espectadores, el 21 de noviembre de 2013. A los 8’ de juego, con una fórmula que estaba mejor aceitada que nunca, Lautaro Acosta otra vez desbordando en velocidad por izquierda, la banda en la que se siente más cómodo, centro por bajo hacia el punto penal para que el Pelado Silva ejecute con un fuerte y alto remate, venciendo el intento del golero paraguayo. Muy pronto, a los 18’ de la misma etapa, gran pelotazo de Somoza para el Laucha, que en otro gran desborde por izquierda junta a su marcador con el central, Gustavo Gómez, y los supera a los dos con un toque paralelo a la línea de fondo, Gómez va con todo y lo saca de la cancha en el cruce: penal y gol de Paolo Goltz. A diez del final, descontó de cabeza para los locales quien luego sería jugador Granate, el mencionado defensor central Gustavo Gómez. El Grana volvió de Paraguay sintiéndose finalista. Luego lo concretaría en La Fortaleza con gol del Pulpito González a los 12’, empate transitorio de Jorge González de tiro libre a los 9’ del complemento y 5 minutos después otra vez Paolo de penal puso cifras definitivas. Lanús finalista. Un día antes, en Brasil, el Ponte Preta había eliminado al cuco de la Copa, el San Pablo, que contaba en sus filas con el legendario golero Rogerio Ceni, Denilson, Maicon, Douglas y Ganso, todos ex futbolistas de la selección brasileña. Ahora el cuco era el Ponte Preta, que parecía un rival sencillo: antes había eliminado a Vélez en cuartos de final, venciéndolo en Liniers después de empatar en la ida en Campiñas. Sin embargo, la aventura copera le había costado demasiado: cuando enfrentó a Lanús, el Ponte Preta ya estaba descendido en el fútbol de su país.
   El 4 de diciembre, en el viejo estadio Pacaembú de San Pablo, ante más de 30.000 espectadores, Lanús empató con el Ponte Preta 1 a 1. En el primer tiempo, después de una gran jugada por izquierda de Pereyra Díaz, Santiago Silva se pierde el gol sólo frente al arco y sin arquero. La conversión del tanto Granate, una vez más, fue de Paolo Goltz a los 12’ del complemento, en un tiro libre frontal que ejecutó por encima de la barrera al palo del arquero. A 12’ del final del partido, ante una falta inexistente de Izquierdoz a Chiquinho que el juez de línea Espinosa le marcó al árbitro Roberto Silvera, ambos uruguayos, Fellipe Bastos, también de tiro libre, marcó la igualdad para los brasileños. La revancha fue el 11 de diciembre de 2013, ante una Fortaleza que poco antes había sido inaugurada y que lucía repleta, luego de una impresionante recepción a los equipos con fuegos de artificio y papelitos brillantes granates y blancos, el Club Atlético Lanús salió a jugar con Marchesín; Araujo, Goltz, Izquierdoz y Velázquez; Diego González, Somoza y Víctor Ayala; Junior Benítez, Silva e Ismael Blanco; con el Marciano Jorge Ortiz y Nicolás Pasquini ingresando en el segundo tiempo, el Grana fue claramente superior al Ponte Preta y le ganó sin sobresaltos por 2 a 0. El primer gol fue a los 24’, en una contra de pases largos que arranca con un quite de Ayala en el semicírculo, una rabona de Junior Benítez en devolución, Ayala la estira hacia derecha para Ismael, y éste devuelve entre dos rivales a la puerta del área chica para el paraguayo, que marca con toque seguro. Golazo de Lanús. En la última jugada del primer tiempo, córner para el local, centro con gran comba de Ayala, cabezazo abajo del Pelado Silva, e Ismael Blanco, la gran figura de la final, aprovecha el rebote en un defensor y convierte un gol histórico para Lanús. Esa noche, en la camiseta más hermosa del fútbol argentino se bordó la tercera estrella, ganada ampliamente y sin discusión.