martes, 26 de enero de 2021

¿Peronistas? ¿Topos comunistas? ¿Agentes de la KGB? ¿Aliados carapintadas? ¡Ja, ja!

 por Omar Dalponte

omardalponte@gmail.com

 
(Primera nota)
   ¿Que fuimos? ¿Que somos? ¿Que seremos? ¿Es bueno hablar de estas cosas? Y...Siempre que sirva para, de paso, comentar temas históricos desde la verdad con datos ciertos y comprobables, intentar debatir el presente y trabajar por el futuro sí. Si no sirve para esto, seamos sinceros: ¿A quien le puede interesar lo que hicimos, lo que hacemos y lo que haremos si, en definitiva, perdidos entre medio millón de lanusenses y cuarenta y cinco millones de habitantes de la Argentina, algunos que opinamos y actuamos en los mentideros políticos locales somos bastante insignificantes? Convengamos que en la política local los actos desinteresados, las inteligencias, las mentes creativas, las voluntades emprendedoras, las figuras prestigiosas con trayectoria, los realizadores con imaginación y coraje, ahora no abundan. Antes bien: respecto a valores, constructores de progreso y conductas rectas padecemos una dolorosa pobreza franciscana. Por lo que se ve, digo... sin ánimo de ofender a nadie. En algún tiempo pasado tuvimos eso que ahora nos falta. Seguro. Podemos rescatar nombres y sucesos sin demasiado esfuerzo. Para algunos de nosotros están muy presentes, todavía, personalidades como Bernardo Gago, Emérito González, Roberto Herrera, Vicente

Damonte, los hermanos y primos Natielo, Juan José Manauta, Alfonso Alcaide, Francisco Pancho Quindimil, Héctor Montero (padre) Emilio Giannoni, Yolibán Biglieri, Dionisio Losada, José María Vazquez, Bruno Veronese, Rafaél Gamarnik, Ricardo Plaul, Julio Royano, Valentín Corcuera, Mario Cecconi, Rubén Casaretto, José Volante, Antonio Rotili, Oscar Morales, José Levitán, Raúl Pedrera, Naciso López. Antes, Juan Ramón Piñeiro, Arturo Melo y mucho antes don Guillermo Gaebeler. Por nombrar algunos sobre quienes es posible escribir un libro respecto a la vida de cada uno y de su obra realizada en Lanús y para Lanús. Seguro se escapan muchos otros, pues es posible llenar páginas enteras. ¿ Y mujeres?. Aquí, haciendo una lista incompleta, podemos nombrar a las destacadísimas Mabel Pagano, María Luisa Rubertino, Silvia Miguens, Mabel Dolores Margarido, Virginia Teté Gaebeler, Gioconda de Zabatta, Raquel Malaj, Irma Othar, Inés López, Juana Ricci, Ana Gustas de Pallares, Norma Spinelli, Nilda Toledo Guma y tantísimas otras. Las personas nombradas no pertenecieron al mismo partido político, ni coincidieron en sus respectivas ideas. Varias de ellas ni siquiera tuvieron militancia política, pero todas y todos han tenido y conservado el gran mérito de hacer aportes importantes para nuestro partido y han dejado magníficos ejemplos de honestidad, inteligencia y de amor por el terruño al que conocieron, quisieron y cuidaron como se conoce, se quiere y se cuida la propia casa.
Hay que conocer Lanús!. Y no es cuestión de hablar por hablar. La política se ha prostituido tanto, los partidos políticos se han deteriorado tanto moralmente que, al final, fueron presa de la mediocridad, del aventurerismo y de los pícaros que mediante la rosca y las trapisondas de la politiquería los llevaron a lo que hoy son. El compañero Lorenzo Pepe se preguntó alguna vez ¿es tan mala la política? NO. La política no es mala. Son malos quienes utilizan la política en beneficio propio o de grupos que nada tienen que ver con el progreso de nuestro país y con el bienestar de nuestra gente. Y aclaremos: no todos quienes actúan en política son malos. Pero la lucha entre buenos y malos, entre los unos y los otros parece demostrar, por lo menos hasta ahora, que no son mayoría los que tienen inclinación por hacer el bien. ¿Y nosotros? Quienes tenemos el privilegio de poder opinar mediante un par de libros y por distintos medios de comunicación como son las publicaciones en redes, revistas, radios y a veces en televisión? ¿Qué es lo que hicimos en favor de Lanús? Y quienes pretenden, con todos derecho, ser candidatos para tal o cual función en nuestra localidad ¿conocen el territorio? ¿qué hicieron por lo que debe ser la casa de todas y todos que es la propia aldea? ¡Vamos muchachas y muchachos! La política no debe tomarse como una actividad para mejorar la situación económica de algunas decenas o centenas de individuos. Debe ser el medio para hacer un país justo, libre y soberano comenzando por los municipios, y siguiendo por cada una de nuestras provincias. El fin principal, el gran objetivo debe ser el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo. Pero permítanme los lectores pasar de la tercera a la primera persona a fin de ordenar mejor el relato.
Disfruté el primer peronismo. Nací en 1938 y por lo tanto fui uno de los tantos niños privilegiados de aquel tiempo de trabajo y progreso. Antes de concluir mi paso por la escuela primaria comencé a trabajar en el gremio gráfico , en una imprenta de barrio, y a los 18 era oficial tipógrafo. Así era la cosa. Estudiábamos o aprendíamos un oficio. Simple. Al llegar a esa edad corría el año 1956. En septiembre de 1955, después del 16 de junio, fecha trágica de nuestra historia en que se había bombardeado Buenos Aires, un golpe cívico clerical militar derrocó Perón. La resistencia peronista comenzó a manifestarse de la manera en que los compañeros pudieron organizarse. La ferocidad de la dictadura era brutal. La noche del 9 al 10 de junio del 56, en la entonces Unidad Regional de Policía de Lanús se asesinaba a a seis compañeros: Tte Coronel Albino Yrigoyen, capitán Jorge Costales, Dante Lugo, Osvaldo Oscar Albedro y a los hermanos, Norberto Ros y Braulio Clemente Ros. 27 días después también moría bajo tortura, allí mismo, el compañero Emil Jofré.
Días después de aquel trágico 9 de junio, después del trabajo, como era nuestra costumbre, un grupo de compañeros que hasta ese momento no teníamos militancia política nos reunimos en el café “Mariscal” que se hallaba en la esquina de Oncativo y 9 de Julio, Lanús Este. Recuerdo entre ellos al “Cholo” Iglesias y al joven médico José María Vázquez . No recuerdo si, en esos días, Vázquez ya estaba recibido o estaba por concluir su carrera.
Los tres, de ese grupito de amigos del “Mariscal”, muy afectados a nivel emocional por la brutalidad de los dictadores que habían asesinado a aquellos peronistas, algunos de ellos vecinos muy conocidos como los hermanos Ros y el arquitecto Albedro, decidimos iniciar nuestra militancia política. Y ahí comenzó para nosotros una nueva y apasionante forma de vida. El partido peronista estaba prohibido. Como estaba prohibido mencionar el nombre de Perón, de Eva y de todo lo que tuviese que ver con el peronismo. La sola mención significaba la cárcel. A nuestro Partido se le quitó el nombre con el que había logrado su autonomía, 4 de JUNIO, y se lo denominó Partido de Lanús. De todo lo que significó la resistencia peronista en Lanús y en nuestra región hemos escrito bastante, pero siempre es bueno consultar los magníficos trabajos producidos por los notables historiadores Roberto Baschetti y Rubén Polese. Los conservo, estudio y difundo. Están a disposición. Hasta el momento en que el Movimiento Peronista pudo contar con su herramienta electoral que, por disposición de Perón, pasó a llamarse Partido Justicialista, quienes nos habíamos relacionado con nuestros primeros maestros en materia de peronismo local, los compañeros Francisco Pancho Vitipaldi, Rodolfo Lapettina, Alfredo Costa, Haydeé Hermida, Victorio Agrotti, Héctor Montero (padre) decidimos, en Lanús, participar de algunas alternativas políticas para tener posibilidades en el terreno electoral cuando eso fuese posible. Esa decisión, tras largas charlas, la tomamos de común acuerdo con los vecinos amigos con quienes nos reuníamos en las viejas y queridas cocinas peronistas. En muchos de aquellos cálidos encuentros resaltaba la voz de Inés López, cuya casa de Remedios de Escalada fue, sin dudas, un refugio heroico de la Resistencia Peronista. Así coincidimos con distintas expresiones políticas locales que aquí en Lanús tenían muy marcada la impronta de nuestra localidad. Tal el caso del Socialismo Argentino, muy enfrentado, después de una división partidaria, con el sector que respondía al Partido Socialista Democrático, la fracción ultragorila que orientaban entre otros Américo Ghioldi y Antonio Solari en el órden nacional siendo su voz lanusense el muy capacitado Emilio Giannoni. En Lanús el PSA tuvo en sus filas a vecinos muy honorables como fueron Alfredo Genovesi (padre) Antonio Rodriguez Cabrera, Pedro Blázquez, José Pandolfo, Arnaldo De Pablo, Rodolfo Planes, el alsinense Bustinza, Dionisio Losada, sus hijos Roberto y Guillermo Losada, Augusta Smidler y un compañero de gran honestidad y preparación política de apellido Fucek. Así llegó 1958 y nos opusimos fuertemente a acompañar la idea de votar a la fórmula Frondizi - Gomez rechazando el acuerdo que el candidato radical y su socio, Rogelio Frigerio, habían celebrado, dicen, con Perón. Tuvimos razón. Frondizi traicionó a Perón y a quienes lo votaron. En Lanús ganó el radical Santiago Gogorza que en 1960 perdió su cargo por causas de corrupción. Al Concejo Deliberante llegó en aquella época, Irma Othar en representación del Partido Comunista efectuando una muy digna gestión. En 1962, los peronistas Andrés Framini y Francisco Anglada, como candidatos de la Unión Popular -el peronismo seguía proscripto - ganaron la elección para la gobernación de la provincia de Buenos Aires, que, rápidamente, fue dejada sin efecto por la intervención dispuesta por Frondizi. Dicha elección fue anulada luego por José María Guido, sucesor de Frondizi cuando a este los militares lo sacaron de las orejas. Uno de los eslogan fue “con Framini y con Anglada Perón a la rosada” y nuestra acción para que el Partido Socialista Argentino de la provincia apoye la fórmula del peronismo fue realmente importante aunque costó fuertes enfrentamientos internos. El eslogan citado ayudó a darle a la Unión Popular una coloratura más peronista, puesto que ese partido fundado por Juan Atilio Bramuglia, era una de las expresiones del neoperonismo que trataba de hacer un “Peronismo sin Perón”. Se trataba de: Movimiento Popular Neuquino, Movimiento Popular Salteño, Partido Laborista, Partido de los trabajadores (San Juan) Partido Tres Banderas ( Santiago del Estero, Entre Ríos, Jujuy) Partido Autonomista (Corrientes) Partido Blanco ( Rio Negro) Partido Populista ( Catamarca)
En el campo sindical el principal referente del neoperonismo fue el traidor Augusto Timoteo Vandor, quien en las elecciones realizadas en la provincia de Mendoza en 1966 apoyó al candidato neoperonista a la gobernación, Serú García. Perón “movió la dama” , mandó a la compañera Isabel para que apoye al candidato leal , Corvalán Nanclares, y venció a Serú García. Claro que esta división permitió que quien se quede con el santo y la limosna fuese el conservador de la gansada rancia de Mendoza, Emilio Jofré. En segundo lugar quedó el candidato de Perón, tercero el radical Alberto Day y el neoperonista Serú Garcia fue a parar al cuarto lugar. Respecto a Vandor se cumplió la advertencia que le hiciera Perón: “ a usted lo mata la CIA o lo matan los compañeros”. Así fue. El 30 de junio de 1969 lo liquidaron a balazos. Pero volvamos a Lanús con este relato para seguir informando con el deseo de aportar elementos y a fin de que “nuestro ambiente político” se entere que, la historia no comienza con nosotros ni termina cuando nos vamos. Y de paso para ayudar a saber quien es quien, quienes somos y que hicimos algunos de nosotros en esta comarca lanusense. La seguimos. No la pierdan. Hasta la próxima nota.

     (*) De Iniciativa Socialista