jueves, 21 de febrero de 2013

La impunidad del poder


por Daniel Ledesma*

Eduardo Aliverti, denominó “TRAGEDIA” a lo realizado por su hijo, a la vil cobardía de arrastrar a un laburante humilde 17 Km sin que al “niño Pablo” se le mueva un pelo. Aliverti padre NO es un improvisado en el ejercicio de lanzar palabras, Eduardo Aliverti cuando en su comunicado coloca el mote de tragedia a lo ocurrido, le esta dando un sentido fatal al mismo, un echo provocado por la fatalidad misma y NO un acto irresponsable y soberbio de alguien que se siente impune. En la tragedia los protagonistas principales se ven enfrentados de manera misteriosa, invencible e “inevitable” contra el destino o los dioses, Aliverti, quiere responsabilizar al destino del acto miserable realizado por su hijo, las tragedias concluyen habitualmente en la expiración o en la destrucción física, moral y económica del protagonista primordial, quien es sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente. ¿Contra quién se revela el niño bien de Aliverti? ¿Ante quién va a enfrentarse con orgullo hidalgo e insolente? En las tragedias el personaje principal es mostrado como un héroe que desafía las adversidades con la fuerza de sus virtudes, ganándose de esta manera la admiración del espectador.Aliverti, pretenderá que además admiremos a ese verdugo sin compasión? 
 Por último; y vuelvo a resaltar, Aliverti no es un improvisado en el ejercicio de lanzar palabras.  El buen hombre dice “nuestro objetivo es la estricta igualdad ante la justicia”; con esto esta aceptando la impunidad del poder, está diciendo: nosotros podemos zafar pero somos buenos y vamos a ponernos al nivel de todos los negritos, al nivel de ése “negrito” al que arrastró mi pobre hijo Pablito.La única manera de explicar el comportamiento cobarde y carnicero de Aliverti hijo y luego el comunicado de su padre, es la impunidad que da el calor del poder, quizás crean que ser miembros del club de aplaudidores te da derechos a jugar a los autitos chocadores en las autopistas contra los nadies, contra los ninguneados de siempre. 
  (*) Dirigente de La Juan Domingo