lunes, 22 de julio de 2013

Ayer Isabelita nombró a Videla. Hoy CFK a Milani

por Lisandro Martínez*

isandromartinez@yahoo.com.ar

Mientras a Videla en 1975 no se le conocían antecedentes, 
Milani es un represor desde 1976
   Cuando Edward Snowden denunció el espionaje sobre Skype y Outlook, las plataformas más masivas de intercambio de mensajes, quedó develado el temor reverencial de los Servicios de Inteligencia del capitalismo internacional frente a la explosividad popular, las movilizaciones y las revoluciones que está engendrando la crisis económica global.
Cristina Kirchner dijo al respecto “Me corrió frío por la espalda” y a renglón seguido justificó el espionaje interno que ella misma ha montado sobre la oposición política y los luchadores sociales. A su líder “Guantánamo” Obama lo abandonó el 20% de sus seguidores y a “Ella” otro tanto. Ya no funciona el “camelo” del terrorismo, ahora ha quedado francamente expuesto que a quienes los gobiernos patronales espían a toda hora es al pueblo que lucha por sus condiciones de vida al que el “statu quo” pretende aplicarle un sistema opresivo, casi salido de “Controlar y vigilar” donde Michel Foucault denunciaba la sociedad eregida sobre el panóptico carcelario.   
La presidenta de la Nación apurada por la situación interna y externa, armó una súper vigilanteada contra todo lo que se mueva independientemente, colocando como Jefe del Ejército a un integrante del aparato genocida, César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, uno de los 80.000 represores que actuaron durante la dictadura militar. Este giro de “la hija de las madres” completaría un círculo que el nacionalismo burgués, sector de donde
proviene CFK, comenzó a cerrar represivamente hace 38 años, primero con la triple A y luego preparando las condiciones para coartar las libertades públicas y aplicar métodos de guerra civil contra la población. 
  A mediados de agosto de 1975 los servicios de información dejaron trascender un episodio de la inevitable corruptela gubernamental en la Argentina capitalista: el famoso caso de la “Cruzada de Solidaridad”, donde la entonces Presidenta María Estela Martínez aparecía librando un cheque millonario que depositó directamente en el juicio sucesorio de Juan Domingo Perón del que era heredera.
   Esta “botoneada” de los servicios preanunciaba que el piso comenzaba a crujir bajo los pies presidenciales. La desesperación frente al futuro ya había obligado al elenco gubernamental a “blindarse” contra los reclamos populares entregando las decisiones “Nac & Pop” a los golpistas y el 11/8/1975 el Coronel Vicente Damasco, graduado en “Institutos Blindados Ejército de EEUU”, fue nombrado Ministro de Interior por indicación de Antonio Cafiero y Carlos Ruckauf. A los pocos días y con la crisis a pleno, los mismos consejeros junto a Italo Luder exigieron más “blindaje” y apoyados por una intimación vía radiograma del Gral. Suárez Mason y otros facinerosos, el 27/8 cambiaron al Gral. Numa Laplane por el “profesional” Rafael Videla. Un detalle brutal fue que Cafiero, Ruckauf y Luder, ministros peronistas, autorizaron los decretos de exterminio a los opositores políticos en 1975. 
  El gobierno de la AAA fue a fondo y jugó lo que era su última carta: ofreció 4 ministerios (Interior, Bienestar Social, Justicia y Defensa) y la injerencia directa de los jefes de las 3 armas en una junta asesora de gobierno con poder de veto sobre las decisiones presidenciales. ¡Que tal con el Nacionalismo Burgués!
   1975 era casi el cierre de un ciclo de luchas masivas fenomenales por el poder político que había comenzado en la década del ’50. En Latinoamérica en general ya gobernaban “los boinas verdes”. 
   En 2013 con años de crisis capitalista, los ejemplos son: Detroit (EEUU) quebrada con 78 mil edificios abandonados; Europa, Asia y América sacudidos por enormes movilizaciones; Egipto, donde a 2 años de asumir el primer gobierno democrático se produce la movida más grande de la historia con 22 millones de personas reclamando y Brasil donde millones en las calles destacan la insatisfacción popular. ¡Y quienes gobiernan son “progres”!
  En la Argentina cristinista la descomposición de las fuerzas armadas, de seguridad y servicios de inteligencia son una ciénaga donde nadie puede considerar que lo que se construya allí sea verdadero ni tenga validez moral. Los prontuarios están a la vista.
   Ha trascendido que la SIDE (no oficialista) no informó los aprestos de Massa para presentarse como Diputado y Fernando Poncino, un espía cristinista, dijo sobre Jaime Stiusso “Ese hijo de puta nos desinformó durante meses”. (La Nación 14/7)
   Todas estas camarillas de espías dedicados al narcotráfico, la trata y otros delitos ya habían saltado a la opinión pública cuando Néstor le dijo a Beliz “vos no te metas” instigándolo a renunciar.
  “Ella” ya había comenzado a elaborar su “panóptico” desde la muerte de “El” y con la ex Ministra Nilda Garré inventaron Proyecto X, donde se investiga al activismo obrero, los luchadores sociales y a los partidos de Izquierda. 
  Ahora con la SIDE partida en dos (por lo menos) el Gobierno Nac&Pop juntó pedazos de la charca del espionaje contra el pueblo y nombró el 3/7/2013 al millonario Cesar Milani (ex integrante del Batallón 601) como Jefe del Ejército, quien además es el Jefe del espionaje militar.  
  Milani fue denunciado por Raúl Olivera, ex preso político de La Rioja, quien en su detención durante la dictadura fue interrogado por Milani y víctima de un simulacro de fusilamiento. Milani está en el Informe de la Comisión Provincial de DDHH de La Rioja elaborado en 1984 por la desaparición el 17/6/1976 de su secretario “el soldado Alberto Ledo, presidente de la Juventud Peronista”. (Alvaro Illiañez soldado sobreviviente) 
   En 1975 una fracción amplia de la juventud y el movimiento obrero argentino estaba bajo la dirección del nacionalismo pequeño burgués radicalizado, cuya orientación era seguir al fundador de la Triple A. Hoy en 2013 Horacio Verbitsky, integrante de aquellas direcciones, comparte la actividad de esos servicios de inteligencia. 
  Mientras tanto una fracción del movimiento obrero cada vez más amplia ve al Partido Obrero y al Frente de Izquierda y su programa de gobierno como una salida para los trabajadores. 
  Están dadas las condiciones para dejar de ser la columna vertebral que sostiene a la burocracia sindical y a los explotadores y pasar a ser la cabeza pensante que dirija el país.

  (*) Candidato a Concejal del PO en el FIT