por Lisandro Martínez*
La banca y los especuladores además de ser un sector con beneficios y ganancias siempre extraordinarias, también lo fueron durante todo el largo periodo de la pandemia donde idearon distintas estafas para que los jubilados pagaran mensualmente servicios y productos que no utilizaban ni sabían de su existencia; con esto los usureros insaciables incrementaron sensiblemente sus ganancias.
Varias entidades bancarias privadas dejaron de prestar el servicio en las condiciones y modalidades anteriores y debitaron de las cuentas sueldos y de la seguridad social de sus clientes sumas de dinero en principio en concepto de seguros y servicios de cobertura o asistencia médica no solicitados o “contratados” mediante un cuento del tío, una estafa que para deshabilitarla se necesitaban largas semanas de paciente insistencia y asistencia a la sede bancaria mientras a las víctimas se les continuaba cobrando. Esas entidades también recaudaban sumas de dinero en concepto de mantenimiento a cuentas que por ley deben ser gratuitas. Los bancos Santander y BBVA fueron sancionados por su responsabilidad al desproteger a usuarios frente a estafas o fraudes bancarios y Defensa del Consumidor castigó al Banco Supervielle con una multa de $5 millones (la máxima sanción) por créditos no solicitados y paquetes compulsivos con cláusulas abusivas (telam.com.ar 24/06/2021).
Un largo reclamo
Los reclamos sobre la conducta abusiva de las entidades bancarias que rayaban lo delictivo e
Este operativo de recaudar millones “a cuenta gotas” intentando que las víctimas no lo noten acompañó "las ganancias extraordinarias" que los bancos tuvieron en la Argentina durante la pandemia, cuando ganaron u$s 4.400 millones en 2020, mientras otros sectores de la economía tuvieron dificultades o directamente quebraron.
En Lanús en 2019 nos tocó consultar a la Defensoría del Pueblo para detener las maniobras compulsivas y violatorias que practicaba también el Banco Patagonia. El cambio de boca de cobro de la jubilación a un banco nacional para evitar todo el manoseo mafioso fue lo aconsejado por el Anses para ya no tener sobresaltos en el cobro de una jubilación mínima.
El economista Guillermo Oglietti sostiene que el financiero "es un sector inexpugnable, demasiado protegido y sobrevalorado" y detalla que “mientras en Europa ganan el 5,9%, en la Argentina las entidades bancarias obtienen el 44%. La rentabilidad de los bancos en Latinoamérica está entre las más altas del mundo" puede leerse desarrollada en el libro “La mano visible de la banca invisible, renta y lucro extraordinario de las finanzas de América Latina”, Guillermo Oglietti (Editores Mármol Izquierdo, año 2022).
Esto dice más sobre la postración económica y nacional de nuestro país dependiente del imperialismo que cualquier otro dato. El nivel de sometimiento económico y político impuesto por el FMI y por todos los gobiernos militares, genocidas y civiles entreguistas y acompañado por la CGT han dispuesto desde los años ‘70 que América Latina tenga el sector financiero más rentable del mundo después de África. Otro dato del crimen organizado es que el actual presidente de la república fue un impulsor de la Jubilación Privada y por lo tanto de la destrucción de las cajas de jubilaciones y del Anses.
Defensa del Consumidor, luego de las multas aplicadas a los bancos, señaló: “Frente a situaciones de vulneración de datos personales y estafas dentro del sistema financiero, los bancos fueron sancionados por no asumir la responsabilidad que les merece frente a sus usuarios”. Los ladrones de guante blanco pagan multas pero no van presos.
El robo por goteo al bolsillo de los jubilados es la expresión más brutal del derrumbe económico y moral del régimen capitalista en su conjunto y coloca la necesidad de poner al país en manos del gobierno obrero.
La nacionalización de la banca y el comercio exterior es la decisión soberana que sólo puede adoptar el gobierno de los trabajadores
(*) De Política Obrera
