miércoles, 25 de octubre de 2023

Lanús recuperado por el peronismo


por Omar Dalponte*

omardalponte@gmail.com

Votamos. Y aquí el peronismo recuperó Lanús con un triunfo contundente sobre el macrismo. El doctor Julián Álvarez es el nuevo intendente de nuestro distrito. Este triunfo es tan importante como las victorias electorales en la nación y en la provincia de Buenos Aires. El peronismo le ganó a los macristas en el poder, disponiendo estos del gobierno municipal y de importantes recursos económicos. El neoliberalismo fue desalojado de la administración municipal lanusense por decisión del voto popular en una elección histórica. Lanús era, para esta variante de la derecha política argentina, una importantísima cabeza de playa que algunos imaginaron como tierra ocupada a perpetuidad.

Como dijo el viejo Fierro: "No hay tiempo que no se acabe ni tiento que no se corte". Y en política no existen las primaveras eternas. Ahora en Lanús comienza una nueva etapa en la que el peronismo, sin repetir errores del pasado, deberá actuar con inteligencia y responsabilidad, poniendo toda su fuerza e imaginación, con sus mejores cuadros políticos e incorporando aliados de diferentes procedencias para llevar a cabo una gestión que responda a las necesidades de todos los vecinos y al progreso de nuestro distrito. Hay mucha tarea por realizar, tanto en obras públicas como en temas relativos al trabajo, la educación, la vivienda, la seguridad, la salud y la cultura. Hay cosas que en poco tiempo y sin grandes inversiones pueden solucionarse. Algunas  de ellas, en plena zona céntrica donde circulan miles de personas todos los días a todas las horas, son la limpieza, el mejoramiento de la Plaza Belgrano y de los pasos subterráneos de este a oeste donde la mugre y los olores nauseabundos son parte de la herencia del gobierno que por fin termina.

También en el plano cultural hay una enorme tarea por realizar. Una de ellas, entre tantas, es la

organización de un archivo histórico integral que el municipio no tiene y que, cuando las nuevas autoridades lo dispongan, gustosamente ayudaremos a preparar sin otro interés que el de contribuir al conocimiento de nuestra rica historia, ordenando los temas que tienen que ver con el pasado reciente y lejano. Saber quiénes somos y de dónde venimos es muy necesario para saber a dónde vamos.

El nuevo intendente Julián Álvarez, como dijimos en notas anteriores, ha sido legitimado por el voto popular para presidir el Partido Justicialista, luego como candidato a intendente y ahora, en elecciones generales como el nuevo titular del municipio. Sabemos cómo es la política. Mediante la política se pueden producir grandes y nobles realizaciones. Pero en su práctica cotidiana también se miente, se mistifica y se traiciona. 

Todo buen peronista, sin dejar de señalar sus coincidencias y diferencias ni callar frente a los errores de sus representantes, o a las inconductas de éstos que afecten al movimiento o a su ámbito de actuación, tiene el deber moral de ser leal apoyando a sus dirigentes. Que no se haga con Julián Álvarez lo que se hizo desde las propias filas del peronismo contra el compañero ex intendente Darío Díaz Pérez a quién desde el inicio de su gestión en el año 2007 hasta finalizada la misma en 2015, algunos propios se dedicaron más a colocar piedras en el camino, difamar al compañero o no cumplir con sus obligaciones perturbando la acción de gobierno. Entonces, va de suyo que para los peronistas, debe ser condición ineludible apoyar al futuro gobierno municipal participando y proponiendo acciones en sintonía con la línea programática de la conducción, con total lealtad y sin cálculos mezquinos.

  Dos palabras respecto a los recientes comicios: Lo primero es reconocer la inteligencia de nuestro pueblo que hizo caso omiso a la cháchara maliciosa de los medios de comunicación hegemónicos y  de los periodistas sirvientes de los monopolios. Después, señalar y repudiar las chantadas de quienes oficiando de "encuestadores" mienten, confunden y difunden datos que nada tienen que ver con las tendencias verdaderas. A través de informaciones falsas muchas veces se crean climas que perturban la tranquilidad de la sociedad e influyen negativamente en el ánimo de las personas. Esta vez, como en tantas otras oportunidades, los encuestadores y opinólogos de diferentes pelajes, por incapacidad o por mala intención describieron un posible panorama electoral que nada tuvo que ver con lo que finalmente ocurrió. Ninguno de sus pronósticos se cumplió y el peronismo, aunque ya electoralmente y por diferentes razones no tiene la potencia de otros tiempos, obtuvo un triunfo arrollador. Aunque en lista incompleta, no está  demás comentar algunas cosas que se recordarán por algún tiempo. Horacio Rodríguez Larreta prometió, mientras disputaba en la interna de Juntos por el Cambio, que acabaría con el kirchnerismo. Perdió esa interna aplastado por Patricia Bullrich que también aseguraba iba a terminar "para siempre" con esa corriente del peronismo. A la hora de los bifes, esta mujer, que bien podría ser identificada con cierta letra discepoliana, quedó tercera superada por Javier Milei, personaje estrafalario que en realidad no es más que una fotocopia deslucida de aquel Carlos Menem fatídico.

Aquí el macrismo padeció la sorpresa del siglo. No esperaban la paliza electoral que los expulsa de Lanús. Su candidato Diego Kravetz estuvo lejos de entusiasmar a los votantes lanusenses. Y su líder local, el doctor Néstor Grindetti, fue el gran perdedor. No pudo mantenerse a flote. No le fue bien en su gestión. Además es difícil nadar si uno se coloca un par de salvavidas de plomo. Secundar a Patricia Bullrich y haber abandonado la intendencia para perder tiempo en un club de fútbol fueron decisiones fatales. Pero así son las cosas. Para el macrismo, por ahora, en Lanús, terminó la función.

   (*) De Iniciativa Socialista