martes, 23 de octubre de 2012

Baile aunque sea patadura: hace bien

por Alejandro Chitrangulo

Escuchar una canción, dejarse llevar por el compás de sus notas, abrir los oídos, percibir con los sentidos y por último, dejar que esa melodía  haga que tu cuerpo reaccione y comience a moverse; es la maravilla del baile. Moverse adecuadamente con la música y de acuerdo a lo que se escucha no es nada sencillo, un paso al frente, otro atrás, al lado, el giro, la inclinación. Bailar es un arte, mezcla de coordinación, buen gusto, estética, estado físico, concentración y alegría.
Durante mucho tiempo se ha dicho que bailar es bueno para la salud, ahora un estudio publicado en la revista PNAS, realizada por Marcel Zentner y sus colegas de la Universidad de York reveló que el baile está relacionado con el grado de evolución de las personas. Según las conclusiones nuestros ancestros homínidos que practicaban el baile en rituales, obtuvieron
mayor ventaja evolutiva sobre aquellos grupos que no realizaban ninguna ceremonia rítmica, y para verificar estos hechos se realizaron estudios genéticos en que el ADN de bailarines experimentados fue comparado con el de personas que nunca habían practicado danza; el resultado fue que ambos grupos tenían enormes diferencias respecto a dos genes asociados tanto a las habilidades sociales como a la capacidad comunicativa, aspectos en donde los bailarines destacaban mucho más que quienes tienen dos pies izquierdos.
Estudios genéticos posteriores parecen apoyar su hipótesis. Concretamente, una investigación dada a conocer en PLoS Genetics en la que se comparaba el ADN de bailarines experimentados con el de personas que nunca habían practicado la danza reveló que solo los primeros mostraban diferencias importantes en dos genes asociados con las habilidades sociales y la capacidad de comunicación. Además, en la sangre de los profesionales de la danza se detectaron niveles de serotonina y de hormona arginina-vasopresina más altos. Todo apunta a que no es casualidad que estas dos sustancias estén vinculadas tanto al baile como al bienestar, el buen humor, la destreza para la comunicación y la afectividad.
Tango contra el Parkinson
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington han demostrado que bailar tango mejora los síntomas de los pacientes con Parkinson, en especial la movilidad y el equilibrio. 

Según revela el estudio que aparece en el último número de la revistaJournal of Neurologic Physical Therapy, repetidas sesiones de tango argentino reportan más beneficios a los pacientes que sesiones de ejercicio de similar duración. Pero, ¿qué tiene el tango que no tengan otras danzas? Aunque el baile en general podría beneficiar a los pacientes de Parkinson, varios aspectos del movimiento del tango podrían ser especialmente útiles para estos pacientes, entre ellos el equilibrio dinámico, las vueltas, la iniciación del movimiento, el movimiento a distintas velocidades, y caminar hacia atrás.

Estudios previos realizados en Argentina ya habían demostrado que bailar tango es recomendable para pacientes con cardiopatías, ya que ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca de reposo y aumenta la cantidad de sangre que el corazón expulsa en cada latido.