por Leonardo Saphir*
Las lecturas múltiples que tiene la movilización de la gente dan una gran enseñanza que no por repetida es menos importante: el pueblo sigue mostrando el camino a nuestros dirigentes. Las consignas diversas sean en este caso contrarias al gobierno o las favorables al gobierno como fue el respaldo del 54% en las últimas elecciones indican que por allí se marca el camino que deben observar los actores que militan en los partidos políticos.En nuestro caso, la Unión Cívica Radical, es un nuevo recordatorio de nuestra base programática basada en los valores democráticos, hoy en día olvidada por una conducción que ya hace muchos años que los ha abandonado.
Nuestra generación, la que ha participado activamente en la recuperación de la república, allá por la década del ochenta, tiene que dar un paso al costado inexorablemente. La historia nos juzgará, pero la actualidad política y el futuro exigen nuevos y jóvenes actores, mejor preparados.
Por ello hay que aprovechar las herramientas que la modernidad nos ofrece y el próximo turno que se desarrollará en el año 2013 debe marcar el cambio en las prácticas que estos últimos años hemos desarrollado.
Para ello es necesario que la consigna: “internas abiertas, limpias y transparentes” se haga realidad. Que todos aquellos que quieran participar, eligiendo o siendo elegidos, lo puedan
hacer. Que se acaben los acuerdos de cúpula o las listas “consensuadas”; que se terminen los “salvadores de la patria”, los administradores de la “caja”, los anuladores de elecciones, los amigos de los jueces electorales o los “dueños de las fichas”.
Que participen todos los que tengan algo que decir o de ofrecer. Sin son dos, tres o más listas, bienvenidas. El único acuerdo debe ser: el que gana gobierna, el que pierde acompaña.
Si estás de acuerdo, hacé correr las consignas. Si tenés algo que decir, decilo.
(*) Dirigente de la UCR Lanús
