Y a La Defensa llegó el rumor de que el faltazo es ordenado por el propio jefe comunal que no quiere que se trate un interesante proyecto de seguimiento delictual, propuesto por el escribano Julián Segura, un crítico de Darío Diaz Perez, intendente que pone en la categoría de enemigos a los que no le soban el lomo.
“Evidentemente -reflexiona Segura- al oficialismo poco le interesan los temas de seguridad y obviamente tampoco al señor intendente que, para tapar o limpiar su conciencia, si es que tiene, convoca a las fuerzas representadas en el HCD para sacarse fotos, pero de soluciones, nada.
“Hace ya, casi un mes -prosigue- presenté un anteproyecto sobre seguridad, de fácil implementación, presupuesto cero y hasta la fecha no se ha podido tratar por culpa del oficialismo, que juega a las escondidas demostrando un desinterés y despreocupación absoluta sobre la materia. Es más, me arriesgaría a decir que, salvo los entuertos políticos y
el esfuerzo en ayudar a tapar las macanas del jefe municipal, nadie cumple con su obligación asumida al ser elegidos representantes del vecino.
“Estos señores nos están robando, no solamente el sueldo o dieta que cobran mensual y religiosamente, sino, además, las ilusiones, las esperanzas, las convicciones, las ganas de colaborar de ayudar de sumar, en fin, de sufragar.
“Lo he dicho en infinidad de oportunidades: la democracia debe servir para mejorar la vida de los pueblos, no sólo la de los gobernantes y para estos es sólo una beca vitalicia que a más de uno lo ayudó a poder comer todos los días pues con sus trabajos personales y privados tal vez no podían.
“Si quieren jugar a la política, háganlo, pero no con temas tan importantes y preocupantes como la seguridad de los vecinos, que son, por si lo han olvidado en este último año, los imbéciles que los escuchan una y otra vez cada vez que salen a mentirles en épocas preelectorales y luego, como ahora, se olvidan miserablemente de ellos.
“Sigan muchachos, aprovechen, reúnanse en confiterías a rosquear, generen cenas para convenir futuras alianzas, empiecen a repartirse los futuros cargos, elucubren, imaginen y con esa virtud de lectura política futuróloga, devánense los sesos impecables y sin uso, para adivinar quien será el próximo que medirá más para colgarse de él y también mentirle como a nosotros y conseguir chapa de superpolíticos”, señala Julián Segura.
