sábado, 29 de junio de 2019

Listas oficializadas. Ahora a la cancha

por Omar Dalponte*

omardalponte@gmail.com

En agosto habrá que medir fuerzas en las P.A.S.O. Después, en octubre, cuando se dispute el premio mayor, para quienes tengan posibilidades reales en la competencia se presentará un escenario donde ocurrirá el triunfo de unos sobre otros. Será a todo o nada. No es de esperar una elección sencilla. Según quien obtenga la victoria será el país del futuro. Si gana el macrismo lo que le espera a la Argentina es un destino de colonia con características de gran campo de concentración dentro del cual las clases dominantes someterán a los sectores populares a infinitas penurias.
Si quien logra imponerse es el Frente de Todos cuyo eje es el peronismo, tendrá que construir, como pueda y como sepa, sobre los escombros dejados por el conservadurismo amarillo. Pero esa reconstrucción del país no será fácil. Los embates de los sectores concentrados de la economía y de las finanzas a un gobierno con necesidades de afectar intereses muy poderosos, serán implacables. Por lo tanto, si se impone el Frente de Todos, paralelamente a la administración del Estado en una situación de necesidad de salvación nacional, deberá afianzar la herramienta política que lo llevó al poder, ampliarla, y desde ella, abrir las puertas a la participación popular, especialmente a los trabajadores, al Movimiento Obrero Organizado y a las organizaciones sociales consecuentes en las luchas contra las políticas  devastadoras del neoliberalismo.
Se tratará de unir y reorganizar a todas las corrientes del campo popular en un nuevo movimiento histórico que asuma la necesidad de edificar la Patria Nueva en línea con los antecedentes revolucionarios de Mayo de 1810, Octubre de 1945 y  las luchas de
resistencia de las décadas de los años 60 y 70. Electoralmente todo está por ocurrir. Todavía, en lo que respecta a los más altos e importantes cargos, ninguna fuerza se impuso sobre otra. Y, sobre la única y auténtica realidad de una Argentina degradada y empobrecida, se sitúan por un lado la catarata de mensajes y relatos envenenados de los medios de comunicación que, en permanente adulación al gobierno, pintan maliciosamente un país de maravillas y, en otro lugar, la situación real que padece la inmensa mayoría de nuestro pueblo en medio de la estrechez y la miseria.
Si bien es cierto que el objetivo principal de los sectores populares debe ser derrotar electoralmente al macrismo agrupando a la mayor cantidad de voluntades y promoviendo el más adecuado nivel de unidad, no significa aceptar todo sumisamente. En este proceso en desarrollo se juega el destino de la Patria.  Por ello, hubiese sido  muy bueno que nuestras listas de precandidatos estuviesen integradas con lo mejor de lo mejor. Lamentablemente en muchos casos no ha sido así.
En la Ciudad de Buenos Aires, como en el pase inglés, hay buenas y malas. Bien Mariano Recalde como precandidato a senador. Mal que la lista de diputados nacionales esté encabezada por Fernando Ezequiel Solanas Pacheco, alias “Pino” de 83 años, quien se opuso despiadadamente a la gestión de Cristina Fernández, fue funcional al Grupo Clarin, a las patronales agrarias, dobló el lomo ante macri e hizo arrumacos con Elisa Carrió. Este anciano que mostró la hilacha hace tiempo, no es garantía de lealtad y sí un freno para el ascenso de los jóvenes a las primeras filas de la política. Los viejos políticos de la vieja política no son lo más adecuado para las luchas del presente ni para las necesidades del futuro. Los resultados en CABA serán la mejor demostración para comprobar aciertos y errores. Falta poco para tenerlos a la vista.
En Lanús, dentro de todo no estamos tan mal. Aparentemente varias listas bajo el paraguas del Frente de Todos competirán en las PASO. Todas ellas están integradas por muy respetables compañeros y compañeras. Aquella que triunfe será quien nos represente a todos y deberá ser apoyada con lealtad, sin egoísmos y con la mayor voluntad para recuperar Lanús por el peronismo. Aquí la cosa no es fácil pues perdimos demasiado tiempo y, en verdad, no hemos podido instalar dos o tres figuras con trayectoria conocida y valorada por los vecinos que demuestre sus aportes en favor de nuestro distrito.
De todas maneras, en el tiempo que resta hasta la realización de las PASO los principales precandidatos tienen oportunidad de mostrarse, hacerse conocer por la parte de la sociedad que está fuera del activo militante que los acompaña, exponer algunas de sus ideas e intentar ganar la confianza de los futuros votantes.
No obstante las deficiencias que presenta el Frente de Todos, saludamos el nivel de unidad alcanzado que, aunque insuficiente, por lo menos posibilitó constituir una fuerza con capacidad de competir con el macrismo y traer alguna esperanza en medio del desastre que sufrimos los argentinos. De otras malas hemos salido. Tal vez podamos ahora superar este dramático momento en que todo es angustia, incertidumbre y dolor.
    (*) De Iniciativa Socialista