Una de las instancias de la campaña es la pegatina de afiches como el de la foto -en La Plata y camino a esa ciudad- los que dicen: “Diaz Perez, con los desaparecidos no se jode”. “Negocio$ no; memoria sí”, ilustrado con una maqueta del complejo Alsina que presentara el intendente, con ayuda de la presidenta, cual martilleros, en un acto en la Municipalidad de
Lanús.
Un papel preponderante en esta “campaña de esclarecimiento”, lo ocuparía un ex funcionario de Diaz Perez, el mismo que un día de 2007 denunció a Manuel Quindimil, por la desaparición de 13 lanusenses, entre marzo y mayo de 1976, cuando el caudillo justicialista fue intendente en plena dictadura.
Este ex dariista habría conseguido financiación de entidades de DDHH para la campaña que comenzará con una pegatina.
Una de las claves contra la denuncia a Diaz Perez, la brinda el párrafo, de la columna de Lisandro Martinez en La Defensa (ver aparte) que dice: “Ninguna de las comisiones de Derechos Humanos -que tienen gruesos presupuestos sólo para recordatorios vacíos- ni la del municipio ni la del gobierno se acercaron al problema y menos a El Trébol, para ponerse a disposición de la Comisión de Vecinos por la Verdad de Alsina”. (La reunión en El Trebol también fue publicada por La Defensa).
Otra clave es el odio que durante un plenario político, Diaz Perez destiló contra La Defensa, Clarín y Jorge Lanata.
Y justamente la columna de Martinez concluye: “¿Qué otra cosa que la rapiña de especuladores inmobiliarios y funcionarios puede estar boicoteando la investigación?”