por Sergio Giacona*
Parte 3
Estamos en condiciones de afirmar que las dos notas publicadas por La Defensa de Lanús cumplieron con su cometido.
No fue este lunes 7/9 un día más en la ex Clínica Estrada.
El director Gustavo Villar y su segundo, Fernando Barral, estaban enfurecidos buscando explicaciones y tratando de hablar con quienes deben liberarle el pago a la gente que ya les facturó por sus servicios. Hasta convocaron una reunión con los empleados, para preguntarles si realmente no tenían para pagar la Sube.
Y por supuesto que buscan al culpable de “sacar” hacia afuera la información. Pues bien, les voy a comentar algo: No busquen a una persona. Las notas fueron el fruto de trabajo de casi todo agosto, hablando con empleados, proveedores, pacientes, familiares y hasta vecinos del barrio.
Por otro lado, lo que hacemos no es para defenestrar a cual o tal persona, sino que lo hacemos para hacerle ver a la sociedad que lo ya no funciona más es el siostema.
Le explico: Si fuera funcionario ¿qué es lo que usted tendría más aceitado en un contexto de pandemia y cuarentena como el actual? Yo le contesto: La salud, la seguridad y la educación. Veamos.
Salud: le estamos contando que no le pagan y no les dan insumos a los trabajadores de una clínica que fue expresamente abierta para atender abuelos con covid. Crecimiento exponencial de contagios y muertos, ahora en todo el país. Falta de testeos. Así ques salud, no.
Seguridad: Liberación de presos, tomas de tierras, desaparición de personas, crecimiento de víctimas por violencia de género y acuartelamiento de la policía provincial. Así que
seguridad, no.
Educación: Si los maestros siguen trabajando de manera virtual, y la inflación del país es cercana al 40% ¿Por qué paritarias con 0% aumento? ¿Dónde están los que paraban la educación cuando el gobierno era de otro signo? (Baradel, hacé algo porque es muy evidente lo tuyo). Todos los alumnos pasan de grado. Ninguna recompensa para el chico/a que a pesar de todo se esforzó. Lo igualaron con el que ni siquiera prendió la computadora. Así que educación, no.
Entonces, queda claro que tenemos que dejar de repetir: “Hace falta más estado”; “el estado te cuida”; “seamos más solidarios”, y todas esas pavadas que nos hicieron un pueblo pobre, miserable, cobarde y con políticos y amigos ricos y sin problemas (¿Le suena Lázaro Báez?).
El único sistema que premia el esfuerzo es el buen capitalismo, el que sacó a más personas de la pobreza en los últimos doscientos años que cualquier otro invento del ser humano. Ese que se rige por la oferta y la demanda, por el triunfo del que más y mejor se prepara, del que genera trabajo, del que invierte, del que así puede pagar unos impuestos aceptables para mantener un estado que esté donde se lo necesita. No poniéndole precio al azúcar o al maní, mientras no compra barbijos. No es la eliminación del estado. Es quitarle el poder al político de manejar plata que no es suya y que misteriosamente desaparece.
No es muy difícil de entender. Pero tenemos que darnos cuenta que esto no va más de esta manera.
Hay que votar otra cosa. Porque el futuro, aunque cueste, será liberal.
(*) Del Partido Libertario de Lanús
